sábado, julio 02, 2016

Me pongo doblemente intelectual: Steiner y Kraus

Leyendo la entrevista a mi admirado George Steiner que hoy sale en Babelia de El País, aparece su crítica del psicoanálisis que  ya conocía, pero nada sabía de la cita de Karl Kraus sobre el piscoanálisis, cuya fobia también me era conocida. Ambos son  vieneses, o casi, y judíos.
Leí “Los últimos días de la humanidad” de Karl Kraus, del  célebre periodista satírico,  hacedor de grandes aforismos,  judío renegado, poeta, dramaturgo... El libro me decepcionó, no cubría las expectativas que me había hecho de él, tan citado por autores que admiraba.
Fundamental: creó la revista Die Fackel (La antorcha). Así como no recuerdo nada del libro de Krauss,  solo que no le pillaba la gracia y no me interesaba,  sí recuerdo otro hecho que tiene  que ver con él o su revista. Los padres de André Glucksmann (el filósofo francés muerto este año) se conocieron en una  esquina de Jerusalén en los años treinta, al  reconocer esa revista en las manos del otro. Decidieron, en lugar de quedarse  a salvo en Palestina, ir  a Francia a combatir al nazismo. Así  lo decidieron y así   lo hicieron. El padre de Glucksmann murió a las primeras de cambio, supongo que con armas en las  manos.
Karl  Kraus abjuró del judaísmo, no sin denostar antes con ganas a Theodor  Herlz,  y  Wikipedia me dice que se hizo bautizar católico, ¡qué menos! siendo austriaco. Normalmente quien abjura de una religión y abraza otra, o le  suelen expulsar (Spinoza) o  se va,  lo que hizo él.
Karl Kraus tuvo una  suerte  infinita: murió en 1936. A los nazis les hubiera dado igual  su antisemitismo, ya que   hubiera prevalecido su judeidad. Creo que lo dijo Primo  Levi, estar por ser judío en un campo de exterminio sin haber dado ninguna importancia a esa condición, era lo peor  que  te podía pasar, como es lógico. Y lo mejor: ser comunista, el yihadismo de la inmediatez terrenal, la Historia y el Partido.
Tras este circunloquio, a lo que  iba: lo que Steiner cuenta de Kraus. Dijo. El  psicoanálisis  es la única cura que se ha inventado su propia enfermedad. Es genial, para mi Kraus siempre  es genial en  boca de terceros. Ocurre que  es la pura verdad, ya que  eso es precisamente la neurosis. ¿Habrá un  mecanismo más neurótico que  ese?


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