domingo, julio 31, 2016

Con la cultura en la recepción

No hay cultura si no es crítica y capaz de rebelarse  contra los mainstream, que es lo que le corresponde

La recepción marroquí




Suspendida sobre Las Palmas la panza de burro, pero no  acotada sino extendida  hasta cualquier horizonte que eligieras, tuvimos un aterrizaje tan movido, que ahora mi antiguo terror a los aviones se ha sustituido por el pensamiento jocoso de “nos la vamos a dar”.  Nos movimos en todo momento desde la plaza San Telmo a Vegueta y regreso, tomamos cerveza en el Madrid, me dice XY, aquí hay mucha más clase media que en Tenerife. Pues sí, esa es otra de sus diferencias. Animal de costumbres vamos al mismo sitio de las últimas veces a comer, la metre me recibe con mucha simpatía. Nos sentamos y me dice XY, aquí te conocen porque habrás armado alguna de las tuyas, conmigo abstente. Por una vez carece de fundamento.
Siesta y nos pusimos de gala. Un par de cervezas  en  Ca´cho damián frente al Club La Provincia (buenos recuerdos) y taxi al Santa Catalina. Digo, van a creer que vamos a una boda, incluso pueden pensar que a la nuestra misma. Cogimos un taxi y la taxista nos dice: qué  ¿de boda? Entonces yo le cuento lo de Florencia y Al y Serena.
Hay policía. Un hotel como el Santa Catalina con policía gana una barbaridad, lo internacionaliza y pone emoción, se ve a la gente muy puesta, algún  hiyab y algunas melfas. Vamos al bar, dice  XY, hay que meterse algo fuerte para no estar tanto tiempo a salo seco. Puede ser duro. Pues  dos gin tonic previsores. Enseñamos la preciosa invitación y se la quedan ellos. En el besamanos el cónsul “ hombre, señor lizundia” y me presenta a su mujer como escritor y gran abogado, no es solo que  no  lo haya sido, sino que me hubiera aterrado serlo incluso solo la idea.  No soy tan estúpido. Con ese acabado tan de dar verdadera grima no hubiera cabido nada más. A dios gracias ya dentro dejo de ser abogado para  todos, y salgo ganando una barbaridad. Una vez que entramos en el salón principal me veo cercado por bandejas de vino y cerveza, más las mariconadas de leche y jugos, y empiezo el avituallamiento. ¡Esta es la nuestra! Estamos en el centro. Hablamos con el presidente de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de LPGC, que tengo las puertas abiertas, que lo tendré en cuenta  y que soy un referente de la sociedad por la gente que (no) fue. Me presentan al Presidente del Gabinete literario, un Benitez de Lugo. Le digo, tú eres historia viva de Canarias, y me dice que su hermano mayor es el marqués de algo,  y que se han remontado a 1.200 y que los apellidos se fusionaron más tarde, aparece Rafa Esparza, profesor de universidad, ya jubilado, y ex alto cargo del PSOE, que me dice que ya consiguió mi segundo libro del Sáhara, hablo con el que dirige la tasis doctoral de Manolo que por fin ha aparecido. soy el del Sáhara . Converso con el director general de áfrica y escritor Pablo Martín Carvajal, encantador como siempre,,  y también con  Jerónimo Saavedra a quien XY quiere darle un beso. Nos presentamos como exsocialdemócratas y enemigos de clase de ZP, él también. Muy simpático, agradable, empático, el único político con talla de estadista de Canarias. Le pregunto por Salzburg y que sigue yendo a los festivales, conoce a un montón de gente de Las Arenas y Getxo, todos de apellidos oligárquicos. Me lo reconoce.
El cónsul me agradece que haya venido desde Tenerife. No sufro el menor atisbo de subestima. Soy en todo momento una gran autoridad sobre el Sáhara, y alguno se interesa por mi tercer libro, pero también resulto ser el que más sabe de literatura canaria. ¡Mira por donde!

Los tres, Manolo, XY y yo nos tomamos un gin tonic en la terraza del santa Catalina.
Esta mañana me dice XY aquí si que eres bien tratado. Eso también decía Gaviño, por él evidentemente..

 



jueves, julio 28, 2016

Entre Marruecos y Heidegger

Heidgger y Elfride
Hoy me ha comentado mi hermano que no pensaba que Marruecos fuera tan interesante. Lo ha dicho por mi columna del periódico sobre ese gran país. Lo que quiere decir que ha logrado realizar la intención con que lo había escrito. Escribo siempre con enorme intención.
En octubre vamos a ir a Marruecos, ayer le explicaba XY a MH (cuando vienen, anochecemos en el jardín) que alguien que dedica tanto interés a Marruecos y el Sáhara no puede no ir a esos lugares.
Elfride, la pérfida  mujer de Heidegger, decidió, ya mayores, viajar a Grecia, que era a la vez un crucero por el Adriático, lo que le ofrecía bastante tiempo a Heidegger para inquietarse. Si para alguien representaba lo máximo Grecia era para Heidegger. La filosofía era griega porque es el único idioma con el que se alcanza la filosofía. "La lengua es la  morada del ser".  La estructura del idioma griego  se abre,  trae a presencia  la única pregunta que cabe: la del “ser del ente”, escuchar la llamada del ser, y la inmersión en las cosas mismas. Heidegger tenía miedo a que le decepcionara lo más grandioso de su propia existencia. Pero Grecia no le decepcionó.
 Estoy enganchado y no sé por qué, a Marruecos/Sáhara. Lo que conozco me ha encantado. En un comienzo fue la tontez, ignorancia y comunión de los hispanos prosaharauis lo que me motivó, a la contra por supuesto. Al Sáhara en sí  la verdad no me apetece mucho ir, prefiero Mauritania o Malí. Lo que verdaderamente me atrae es Marruecos  (el históricamente sedentario), que al parecer si  no es de asuntos  económicos y  turísticos, no gusta  que se hable bien. En el periódico ya me tuvieron que replicar.
Hablé ayer con mi amigo Manolo de Las Palmas, quería darle  una noticia y hablar con él  después de mucho tiempo. Nos veremos el sábado en la recepción del Consulado de Marruecos en el Hotel Santa Catalina, ¡que placer  también el marco!
Sigue con su tesis doctoral sobre el Sáhara, que será el gran opus magnum. 1.000 páginas y me mandó un artículo reciente en el periódico sobre el Polisario. Muchísimas ganas de verle y estar con él.
En relación al último trabajo  del libro coral   “Sáhara 40 años después” – del frente académico de los  propolisario-  también pensó que el comentario de reinterprete de la historia del Sáhara desde el punto de vista promarroquí era por mí claramente. Me alegró que pensara igual que yo, además alude a que lo hago militantemente.
Tengo una ilusión enorme, lo  que ya es raro en mí, de ir a la recepción, saludar al cónsul y estar allí. De paso en Las Palmas. .



martes, julio 26, 2016

El Día: Marruecos



domingo, julio 24, 2016

El rigor del juego

Ni los mensajes más cortos soy capaz de entenderlos, los leo siempre como si quisiera no leerlos o me dieran miedo (anónimo o así, tampoco, como los  he recibido, me ponen), si tienen más de tres líneas el problema suele ser otro: la falta  de concentración. Por lo que siempre al cabo de horas o días vuelvo a los correos para ver que decían realmente que es cuando por fin me entero. Bueno alguna vez he conseguido descifrar a la tercera lectura, cuando me acordaba  haber recibido un email y haberlo  leído sin leerlo.
Hammond, acabo de releer el correo que me has mandado hace varias horas. En los últimos tiempos ha habido cosas que reconociendo que me molestaban poco o algo, les daba la repercusión de las muy molestas, y era consciente de ese giro subjetivo, será que prefiero las cuchilladas – sé más contenido, no te pongas tan  encomiable y de paso  lo  extiendas dando jabón por  darlo.  Te podía precisar algún punto, que también se me había pasado (encima contesto sin leer debidamente) pero no, sigue conforme al péndulo de  buenista a buenista. ¿Cómo podéis ser tantos?
A mí se me insulta, escupe o agrede pero que no me vengan con pautas edificantes o  bordados  de encomio, ni propios ni  exhortados. Están descalificadis en el emisor desde el instante de comienzo de la emisión. Como es imposible que algo pueda servir para algo, clamar en el desierto, qué mucho ojo con el buenismo, por toda la cursilería que le lastra, aunque igual lo pudiera hacer más susceptible de ser replanteado, por sonrojo,   y es mejor. El buenismo no es nada porque no vale nada, no te das cuenta que no tiene ninguna gracia salir a defender a la humanidad.  Qué buscas palmaditas en el cogote. Por favor, a mí no me tomes en serio, es muy molesto, no es mi punto. Estoy en la vida a mi estilo.
Otra cosa y aquí amplío el círculo. Yo no tengo disputas con los de dentro, tengo bastante con los de fuera. ¿Por qué ha de ser mejor no tener enemigos de clase?, que también lo dices. Tú te lo pierdes, esto  es en serio. Es más  saludable,  sí  hombre  sí, pruébalo.   Sigo: en la segunda quincena de agosto, mi hermano y yo a Bilbao, días antes de viajar a Málaga. Cerrado. Volveré a mi perfil bajo (¿seré capaz?), que no cunda el pánico. Cuando era jovencito  y estaba vendido a mi  cuadrilla, había  que jugar al mus  después de comer,  en  verano.  Y eran partidas y más partidas,  a mí me aburría el juego,  el plan, que fuera gente a  la que le gustara eso,  mis amigos me dejaban de gustar. Entonces   empezaba a meter órdagos, mientras los demás acumulaban  jugadas,  sacaban piedras y amarrecos, sopesaban  jugadas, intuían  cartas,  interpretaban  señas. Y como perder   era mucho más innovador que ganar,  pues mejor. Con el órdago ponías fin al juego. Siento  los efectos  colaterales, pero  el juego es  sagrado.
Hermano, este me ha salido más críptico que el anterior, hasta yo mismo  me doy  cuenta. Mañana me lo confirmas


sábado, julio 23, 2016

Tucson Arizona, el bohemio literario

Hay un tipo de persona a las que la vida les ofrece un ramillete  de oportunidades y dones, incluso contrarios y encontrados. Solo unos elegidos  son capaces de alcanzar la coincidentia oppositorum. Otros carecimos de recursos psicológicos, existenciales, morales y aptitudes para habernos  decantado por una sola cosa que no nos ocasionara excesivo dolor y rechazo. A la vez que no éramos capaces de barruntar siquiera  lo que nos podía atraer más que otras cosas. Fue exactamente mi caso. Esto quedó fuera. Lo único que me interesaba realmente fue la política. También sin encontrar acomodo. Limitadas así las cosas, el asunto  consistía en emboscarse en los límites de la ciudad, en los  jardines suburbiales, tratando de fijarse en unos estándares mínimos que copiar, lo más soportable en principio. Aunque teniendo siempre presente y ya experimentada la búsqueda insaciable de la  derrota, la complacencia íntima autopunitiva, el progreso en los eslabones secretos  de la cadena del perdedor, la atracción por la caída, el vacío,  la transvaluación de todos los valores (Nietzsche), el sabor dulce y amargo de la autodestrucción, tendencias  y propensiones que tienen su lado sumamente indecoroso y que les resta mérito y los invalida, que son la autocompasión y la queja. Esta sombra maculante es la que seguramente con el tiempo evitó dejó las cosas en tentativas bastante infames. Tucson lo sabe muy bien, porque es un bohemio literarios fruidor de perdedores, canallas, malditos y autodestructivos. Con razón en los triunfadores no hay atisbo de poesía, tampoco es posible el arrebato estético, son seres incompletos, sin concavidades y vaciados, solo convexos y metalizados.




¿Cómo son los abogados  de la calle Serrano?, pues como Repsol. El abogado junco, estilizado, bronceado, pura energía y resolución, impecablemente vestido sabedor de que la elegancia con poso siempre  es sobria, y siempre es medida y oportunidad. El patrón del clasicismo.Sin embargo Repsol con su Tucson coche se perfecciona. Es un coche de altísima gama y precio, bicolor, techo negro. Es importante el matiz por su simbolismo. Los negocios reclaman siempre la nota deportiva e informal, la bifurcación a  la naturaleza y el deporte.
Pero como principiábamos, este abogado estilo Repsol se balanceó  tras unas pocas borracheras de cierto relieve, entre seguir la orientación Repsol  o rendirse a Tucson Arizona que cantaban los Beatles. Optó por lo que había menos papeletas, con todo en principio en contra, pero sabía lo que se traía entre manos. Es la opción más respetable para mí que conozco. El pudo ser otras cosas, tenía más aptitudes y dotes. Hubiera podido ser escritor, compositor, crítico musical tipo Manrique, director y  promotor de revistas y cosas así. Es un hombre de la cultura, hace 100 años hubiera sido un abogado ateneísta, de una sola obra literaria, como los grandes. Después de escritor ágrafo es el mayor rango. 
De copas Repsol (abogado Repsol) se hace Tucson. Le puedes hacer cualquier pregunta a la que no puede darse una respuesta cabal, o comentarios con poco sentido, y él te sigue la corriente  como  si fueras un demente. Si le dices   que sus amigos son unos pijos, él no te lo matiza, da por bueno, incluso sólidos tus juicios; si le dices que sus seguidores, a los que pastorea como Heidegger al ser, porque se ha constituido en su maestro, son gente fundamentalmente balbuciente, ni te contesta. Estos son tipo clase media bien vestida que ha consumido cultura, la que menos esfuerzo  exige y a los que la comandante formó y constituyó en el patio de armas.  Uno de ellos solía decir por una fiesta próxima “la vamos a armar”,  como si fuera el no va más de la diversión. Luego son alicaídos, despresurizados, vitalmente  vegetarianos y abstemios que odian la carne roja.
Le dices por estos hooligans de seminario  que son untuosos y te vuelve  a seguir la corriente. Salvo que comparta en parte  la diagnosis porque es científica.
El me valora mucho, porque sabe que en Baltimore o en Heroica Nogales consumaría una propuesta en su día  desechada. Y que a él como gran lector le interesa.



miércoles, julio 20, 2016

El odioso Atroz

Hoy tenía que bajar, ver a F/felisián y luego ir al banco. Pensaba aprovechar para introducirme en esa experiencia kafkiana límite que es El Castillo/El Proceso, que es una experiencia novedosa que nunca antes la había vivido  (la mayoría de la gente no la vive ni en 100 años) –crees que solo por edad has vivido casi todo: pues es mentira-, viene a ser por otro lado como penetrar  en la parte vieja de San Sebastián en los años 80, algo para personas muy  templadas y con tendencias migratorias de fuga. No me animaba  ningún propósito kafkiano, no estoy tan perturbado, sino visitar a una amiga del Castillo, para tomarme unas cervezas y su palabra hace pocos meses, y abordar el tema vacaciones, hijos (del mío podría hablar bastante) y de las cosas  de la vida  básicamente, yo tengo mi calendario de vacaciones. Fuengirola
Se lo cuento a mi hermano y dice de venir. A las 12,20 estoy en el Santander frente al TEA,  a las 12,45 le llamó a mi hermano: "Llevo casi media hora y he avanzado unos 40 centímetros que además son falsos porque hay tres personas más mayores que yo sentadas, que si se levantaran en realidad retrocedería casi hasta la puerta. No hay Zona Kafka previa  sino directamente Termini pasadas las 1,30". A  las 1,40 de llamo, ¿ya estás?- como supongo no está sino como también imagino, llegando. 
"Mira, si quieres que tomemos unas cervezas, tengo a 8 todavía por delante, vente para el mercado y nos las tomamos en las proximidades. 
-¿Dónde?
- Donde antes, en el Santander del mercado, ¿no me has oído? sigo en la cola  y prácticamente ni me he movido.
-          ¿De qué mercado?
-En el mercado de Santa Cruz de Tenerife, no hay que ir a ningún pueblo o a  otra ciudad.
-¿En la  Recova   o en cuál?- como llevo más de una hora sin participar de ningún comentario  de  la fila, me contengo. Les vengo sonriendo como si  fuera extranjero cuando se dirigen a mí, pero no digo ni pío.
-- No te preocupes, era en el mercado, pero con estás dificultades tan  previas o preliminares  de tanto GPS, denominaciones y planimetría, no podemos dedicar un monográfico a  averiguar cuál puede ser el mercado de Santa Cruz con su correspondiente Santander,  o sea que adiós-, y le cuelgo al odioso Atroz.
Pasadas las  2 estaba tomando cervezas cerca del Corte Inglés viendo el telediario. He estado a punto de intervenir brutalmente por las cosas que  decían los dos del bar. Iba  a ser una entrada que no olvidarían en unos días.
Le pregunto a XY ¿y en octubre a Marruecos, no? Yo no puedo, trabajo, vete tú, me dice. Creo que es el momento, nunca me he hallado en trances más insólitos. Me había hecho viejo sin enterarme de nada singular. Un hombre  sin experiencias inéditas. Estoy como si tuviera 25, aunque  con cuerpo de mayor, eso es lo malo. ¿Ir solo?, sería como hacer auto-stop.


martes, julio 19, 2016

El Día:Odio, política y psicoanálisis





domingo, julio 17, 2016

Impaciencia

del ABC
Ya hemos hecho la reservación del hotel de las Palmas, el Parque, que nos ha dado habitación con vistas  al parque por ser clientes. Estoy impaciente por asistir a la  recepción del Consulado de Marruecos, debe ser porque  no paro de trabajar en el Sáhara y Marruecos. Meto un montón de horas  al día, por lo que es posible que lo termine este verano, creo que  sí.  Estoy muy contento por lo que descubro. Abordar el tema  desde donde no se ha hecho nunca, y de repente hacer frases o tener ideas y palabras acertadas me hace  feliz. Sospecho que voy a seguir siendo invitado a perpetuidad por el Consulado de Marruecos. Siguiendo al Niño he metido bibliografía, y le he dado un toque académico. Donde no creo que vaya a ganar amigos es en las universidades  canarias. Me dan importancia por omisión y por alusión. Que es mucho.   
Ayer a la mañana  mi hijo me comunicaba su salida de  Guinea a  -Frankfurt–  Washington. Me contó la semana pasada  cosas divertidas de su exchófer   (le llama el extorsionador) que le puso hace dos años el Ministerio y al que no obstante E. le daba propinas. Le  vio por la calle  y le paró,  si  no le  había traído  un móvil -"tiene uno mejor que el tuyo y el de Mamá juntos"-y por qué no le había avisado. Que él no llama, que le asignan coche, le contestó.
Cómo le escribió a Washington para que le comprara algo  "yo no te lo voy a pagar",  le dijo que “con cuentas bancarias  de 4 números -que le mandó- es imposible comprar algo, como entenderás”.
Se lo vuelve a encontrar otro día y le dice el extorsionador a E. “me tienes abandonado”. “No, a ti no, a quien tengo abandonada es a mi mujer”. Resulta que ahora  en el Banco Mundial  hay colombianos y  franceses que ya conocían a E por el extorsionador,  que le  pone de ejemplo. Pero ellos no ceden.
El  fin de semana tenía una fiesta  con colombianos.  Deben ser tipo  vascos: el Uno primordial.  Los conoció cuando estuvo en la  OEA en Washington, no conocía  aún Colombia y no eran paisas todavía, deben ser muy filogenéticos   Y para rubricar, ontogenéticos. Me habla  del español bien hablado de Guinea, los  modismos que utilizan por ejemplo:  harina de otro costal.
También  me escribe que hay una radio de esas de Internet muy selecta y escuchada de  muy   interesantes periodistas. Alguien propuso el tema del sindicalismo y mi hijo le habló a una de las responsables de mí, con la que tiene contacto. Le respondió al instante y le dijo que querían algunos  cambios. En septiembre  les recordará. Ahora el que me  puede ayudar es mi hijo, que  no vive en España.
Dice    el escritor Richard  Ford que no hay escritor que no se abochorne de algo que haya escrito. Richard Ford. Por eso no me atrevo con mis libros, salvo alguno. Ruinas del sindicalismo, que es el llamado a no abrirlo nunca, lo abro.
Hasta ayer no pensé en la presentación   de ese libro en la Económica  de la Laguna y que es con audiovisual, de lo que ni me había acordado.    Y me interesa, porque  hablaré  para el audiovisual. Ando con papeleos   que no acabo de hacer  (no empiezo). Me quejo y me dice XY esta mañana: tú estudiaste derecho y  fuiste abogado. Así, literal, de primeras. Se ve que no hay nada estancado.  Gracias por decir las cosas  tan bien –lo que es que te conozcan-, le  respondo y me he puesto a hacerlo.
Hay grandes diferencias entre escribir sobre el Sáhara, desde perspectivas radicalmente nuevas y sobre sindicalismo. Mientras  sobre el Sáhara me comen los libros, sobre sindicalismo no hay absolutamente nada que leer. Es lo antiintelctual, acrítico, escenificado y delirante, ramplón por excelencia. Te sirve de sobra lo que leíste, tu vida y lo  vivido. Dada la imposible mínima sintonía, la percepción y reflexiones propias no las tienen  ni uno solo de dentro, alrededores, peña vitalicia y posados que duran toda una vida, en una teatralidad como de combate y trinchera.
Espero ofrecer un audiovisual bueno, como el libro, es imposible que algo  de ese mundo (laboralismo  y sindicalismo) pueda quedar  para el futuro, pero si algo quedara sería lo único que de verdad ha tenido algo de interés (pero tan sólo comparativamente). Porque lo que correspondía era el desprecio y la distancia más gélida. No fue posible.


jueves, julio 14, 2016

Lo kafkiano era lo único real

Del Castillo al Proceso

miércoles, julio 13, 2016

Don José María del Saz-Orozco DEP

Recibo apesadumbrado  y emocionado  la noticia de la muerte  de José María del Saz Orozco, pasados los 95 años,  el amigo de más edad que he tenido  y al  único que podía considerarle un maestro, no de  materias, sino del vivir y estar en el mundo. Alguien al que admiras  con veneración, sin que  por  ello encarnara en absoluto la  figura del anciano venerable.  Uno de esos no se toma  su gintonic a media mañana, antes del aperitivo inexcusable, ni a la tarde su buen güisqui, eso no lo hacen los venerables, sino los lord y caballeros ingleses, que han dado más de una vuelta al mundo,  High School. Para empezar a Pepe  se le daba muy bien reírse, no limitarse a estar en buena disposición con los demás, sino  que él siempre reía. Mi relación con  Pepe la disfruté muchos años y  tenía una característica muy  especial, yo me limitaba a preguntar y escuchar, y también reírme, claro, pero menos que él. Nunca me pareció  que  yo  tuviera  algo que contarle, y de hecho no lo hacía. Hubiera sido un desperdicio. Lo vivía como si fuera un historiador y supiese que esa  fuente era única.  Tanto él como nosotros contábamos con vernos el próximo mes en Fuengirola. No has esperado, Pepe, ¡qué pena! A E. le prometiste ir a su boda, “salvo defunción” y cumpliste. Desde Guinea me escribe ¡qué triste noticia! que se alegra de haberte conocido y   de los ratos que pasó contigo, y que fue un honor tenerte en su boda
El   abuelo de Pepe  fue el último alcalde español  de Manila y presidente del Banco Hispano -filipino.
Pepe fue un patricio que veraneaba en San Sebastián donde conoció  a  otra señorita de alcurnia:   Teresa Cañedo -Arguelles. Sumaron apellidos de mucha prosapia  para que sus 7 hijos no parecieran descastados, que en algún momento hubo más de uno que   anduvo en esas tentaciones.
Pero antes, a Pepe, la vida  le debía resultar  poco emocionante, por lo que con 15 años se enroló  en  el Requeté: en el famoso Tercio  Oriamendi, en la Guerra Civil.  No sé si apostaron  por acabar  con  la saga familiar, porque se enrolaron los tres  hermanos adolescentes, salieron  ilesos y ganadores de la guerra  después de lucharla entera. Estuvieron en la batalla de  peña Lemona y tomaron Bilbao.  Uno de ellos terminó de general de aviación, otro se hizo sabio jesuita en Asia, y se casó y el otro es Pepe, que hizo del  hedonismo, la amistad, la elegancia, el buen vivir, la caballerosidad, bonhomía, el  amor a Teresa sus divisas. A sus hijos, con mucha intuición, no les sobrecargó  con su presencia.
Pepe decidió hace unos años escribir un libro sobre él, para hijos, nietos y biznietos, Una tirada de unas pocas decenas,  que lo hizo su hija Marta. Tenía más de 90 años,    luego  había mucho  donde poder hurgar. Pero decidió  contar o  dictar solo  10 años de su  vida,   de los 15 a los  25. Este  libro de culto para los "pepistas", de 50 páginas, tiene dos partes: la  primera de la  guerra, la segunda de las 5 VECES que estuvo en la CÁRCEL por   manifestaciones y enfrentamientos  con los  falangistas,  la  última  en un  cabaret. Le formaron hasta  un  Consejo de Guerra. El libro está escrito  con sentido del humor, sin dramatismo ni ideología, como testimonio de vida vivida. La corta edición estaba agotada pero se  encargó de editar para mí. Y me lo  mandó. Él me envió cosas de la guerra y yo, una vez, pimientos de Gernika de temporada, que  a alguien que conocía exhaustivamente los mejores restaurantes vascos  le gustaron  mucho. Siempre lo repitió. 
José María nació en Madrid en 1921, doctor en  Derecho, sacó las oposiciones  de secretario  judicial y fue magistrado en Ceuta y Tetuán.
En un aperitivo en Fuengirola, recién llegados de Tánger, me habló  del Hotel Minzah (el mejor de esa ciudad).
-Lo conoces, ¿ah sí? ¿Estuviste una vez?
-Una  no, muchas-  me contestó
-Muchas ¿cuántas?
-Pues 30 ó 40
- No fastidies ¿y eso?
-Íbamos de Sevilla a Ceuta  y Tetuán a celebrar juicios, y de allí nos  acercábamos a Tánger
De magistrado no estuvo mucho  sino que  se dedicó al derecho  mercantil, pero no como abogado (tenía mejores aptitudes), sino constituyendo  empresas,  por los consejos de administración  y fue director de Obrascón, entre otros muchos cargos que  ocupó. Pero más que dinero, que siempre vivió extraordinariamente  bien,  gozando de la buena vida, hizo amigos,  grandes amigos, y disfrutó como nadie de su compañía. Tuvieron que ser grandes tipos como él. Una vez me dijo, que lo que  llevaba mal  de la vejez  era la pérdida de sus  amigos. Era un gran cocinero y gastrósofo empírico,  que  a   la sudmericana que le cuidaba, y con la que  en Madrid bajaba todos los días a tomar el aperitivo, aunque lloviese, la  enseñaba a cocinar. Tenía  mano, decía. Conocía todos los  grandes restaurantes  y hoteles de   España. No de una  vez,   sino de muchas. Fue el secretario del Duque del Infantado, secretario de la  Fundación e íntimo del duque y luego del hijo. Quedaban para comer cuando subía de Fuengirola.  Trató  y amistó  con   Grandes de España. Otra de las  amenidades que ofrecía Pepe, era   toda la gente que había conocido, su memoria y sentido del humor. Parecía que estaba en el mundo  para ver y disfrutar de lo mejor de él,  que siempre lo encontraba. A los 90 años era capaz de  coger el AVE Madrid-Sevilla para ir a la Maestranza en coche de caballos.   Pero también supo dar el callo, se sacrificó, renunció a parte de sus placeres para atender a Teresa, por supuesto sin quejarse. A las duras y las maduras. Otra cosa, de un gran hedonista, maravillosa. La talla de Pepe. 
Viajó bastante  por  las  empresas de las que formaba parte,  me contó que estuvo varias veces en Arabia saudí, de una situación comprometida en Caracas, y de los cabarets de Beirut en  los años 60,  que entraban elefantes al escenario o pista. Luego resulta  que esta gente tradicionalista de  derechas es la más liberal de todas. Hombre, también el nivel de mojigatería y dogmatismo de la izquierda hace imposible o muy difícil ese    tránsito que nunca es sincero,  sino, en todo caso, correcto.
Era un gentleman, le gustaban los mejore sitios e invitar,  tan espléndido era. Según Serena,  su queridísima e imprescindible  nuera,  dejaba muy buenas propinas  porque era la forma de  que siempre te trataran de  primera,  un hombre de mundo. Traspasar los 90 no supuso la menor merma para  degustar copiosamente chupitos como  remate  de las magníficas comidas.
El otro día fue  a  una barbacoa y se tomó su güisqui,  que no era lo único que tomaba. Le afectó el accidente y la convalecencia  de Serena, su  otro bastón. Dejó de tomar la medicación, no estaba dispuesto a cambiar de vida y morir en un hospital. Lo ha logrado, por eso me  alegro, pero no por no poder verlo ya leyendo ávidamente en el balcón del apartamento en  la playa de Fuengirola,  cuando íbamos a  buscarle,   que no podremos repetir.
Tan vitalista  siempre, que el último  día  mío en la zona, fuimos los tres (Serena, Pepe y yo) a comer a Benalmádena. Estaba  impaciente por ir. Le digo: yo tengo un longines como el tuyo,  que era de mi padre. ¿Un longines?,  esto no es ningún longines,  sino un no sé qué,  casi de encargo. De vuelta, se lo comento  a Fer (también  Rosana conocía esas mariconadas) y me dice Fer en la Noria, eso es como si  aquí vienes como un pedazo Mercedes, pero vas  a Alemania  y  no es nada,  es como un Ibiza aquí o en Senegal. Al parecer me falta el mundo que a Pepe le sobraba.     



martes, julio 12, 2016

El Día: Ante la globalización: máxima atomización

                 http://eldia.es/criterios/2016-07-12/12-globalizacion-maxima-atomizacion.htm

domingo, julio 10, 2016

Mácaros, el antiintelectualismo y Atroz

 Ayer tocó EL malestar en la cultura de Freud, el catedrático me  animó a que  “oficiara” en la cena del Oliver de ayer de la tertulia Mácaros, por lo que volví a leer el libro. Lo que se  relee no es lo que se leyó por primera vez. Ahora disfruto de su  capacidad narrativa. Maravillado por el alto nivel de pensamiento, de disección del interior del alma humana, asocio con amargura y pesimismo  que ese libro es coetáneo al ascenso del nazismo. Cuando parecía que con esos materiales quedaban expurgados los peores males de la humanidad… ¡ay ingenuos progresistas, qué anhelantes  sois!
No hay Freud sin Lacan. La gente no sabe de psicoanálisis  a pesar de que sus categorías  articulen parte de nuestra  visión del mundo. Somos con Freud,  nuestras  prenociones y a prioris  antropológicas lo integran.  Si exceptuamos a mi hermano, que normalmente suele comprender las cosas, que es distinto a saber, casi nadie  sabe y menos comprende  el psicoanálisis,  desde luego no está vigente. Cosas en las que se precisa la comprensión. Lacan es aún menos conocido 
Tuve bastante conocimiento de psicoanálisis y, de lo que me he acordado recientemente  también sobre el  tema vasco y ETA. Llevo más de  100 artículos  publicados en El Día en 2 años y ni una sola vez he escrito  de  política vasca. Tanto me interesa.    de Bilbao  y otro del Guggenheim, mientras en Diario de Avisos  no paraba, también  eran otros tiempos. Haber conocido bien y por dentro el nacionalismo es interesante, porque conoces en vivo un tema candente y que asola a la humanidad.
El psicoanálisis ha sido vencido por terapias conductistas o de grupo y  la inculturación de la sociedad, y sobre todo  por la farmacopea o la biología. Lo  que no ocurre con el nacionalismo, por desgracia.
La mayoría de  Mácaros son intelectuales, es decir gente que se pasa la vida leyendo, discutiendo,  estudiando. Es una cosa que he descubierto tarde, mi sicología siempre  ha sido anti-intelectual, no a-intelectual,   jamás ha centrado mi vida, sino  hasta ahora. Y no  tengo sus vicios, constantes, síntomas, tengo otros   más  hedonistas, aunque dando mucha presencia a la angustia, hablo en pasado. El que destaca es Juan- hay competencia-,  el más joven y sabido de todo, menos psicoanálisis. Ayer me sorprendió pues resulta que tuvo varios grupos de rock en Madrid. Actuó en la sala Sol y otros templos, sabe una  barbaridad de música,  armonía y esas cosas. En la cena a cuenta de sus tantas cosas ocultas, me dice: "mis amigos de Madrid no se imaginan que venga a estas tertulias".
El catedrático sufrió un brote psicótico y provisto de un pizarrín, lo llenó de logaritmos, derivadas, integrales, conjuntos y subconjuntos para iluminar  a Freud, exponiendo nada relacionado con él, pero que lo debía aludir  por inferencia y oportunidad.  Hizo de El malestar en la cultura un asunto de crisis de complejidad, mecanismos cibernéticos, procesos adaptativos.  Mientras yo le rogaba que no nos docenciara tan literal y funcionalmente.
La nota freudiana corrió a cargo de Atroz, como si fuera un día de batalla y se comprara la habitual tortilla de patatas en Mercadona, se pidió una,  con unos 8 panecillos, que comió de forma espectacular : con cuchillo y tenedor como si fuera un flan. 



jueves, julio 07, 2016

La invitación del Consulado de Marruecos

Llevaba unos días impaciente por recibir la invitación. ¿Nos invitarán? Me pregunta XY. Seguro, respondo. El año pasado no pudimos ir porque fuimos a Baskenland.  Si en algo estoy metido hasta las cejas es en Marruecos. Leo a historiadores, periodistas, políticos marroquíes, ¡qué diferencia con los hispano-saharauis –argelinos!
Hoy he comprobado que no termino mi trilogía este verano porque ya estamos  en él. Tengo la tentación de la total refutación del argumentario (parecen un partido político) tripartito  hispano-saharaui-argelino, e incurro en ello, cuando tengo varias cuestiones que sí  considero verdaderas aportaciones y reenfoque, que es lo que tengo  que desarrollar y dejarme  de tentaciones e instinto.  ¡Hombre!,  he sido recusado en el libro,  de los profesores de universidades poshispánicas, del 40 aniversario de reintegración del Sáhara, en el que se  me alude como promarroquí. El coro en contra y combatiente. Nunca me  había  declarado así, lo que  nunca hago es no dar la cara, no me lo había  planteado. Pero a raíz del libro y de que las universidades canarias no tengan  mis libros del Sáhara y otras muy eméritas sí, pues otra añadidura, y un interrogante: qué pasa ¿que no podría ser promarroquí? Marruecos es el estado más  antiguo de África, el último  en ser sometido  al colonialismo europeo, que después  se independizó con el derecho al voto de la mujer y con pluripartidismo (una  anomalía, véase Tinduf), que su riqueza cultural es deslumbrante. Sabíamos que  Marruecos es con diferencia el  que tiene el mayor número de hispanohablantes con 3 millones de marroquíes que hablan  español. No seguiré
He fotocopiado la invitación para  enseñarle el lunes -conoce al cónsul-,   a mi muy  divertido  amigo, que   es  ait-baamram, Ahmed, el guardacoches de la Noria, que me aparca   el coche  cuando está lleno y me trae la llave a Los Reunidos. Se va a quedar de una pieza. Ya lo he guardado para que no se me olvide.   Ait-baamran, le grito yo,  “aceite  Argan” me responde él y nos golpeamos espalda. hombros y lo que encontremos. 


miércoles, julio 06, 2016

Mis piernas son mi familia

Hotel de Malabo
Obvie llamar al  Hombre sin conversación, no iba a suplicarle la restitución de mis documentos, a pesar del riesgo familiar (lado fatria) que la retención injustificada suponía. No sería yo quien cediese.
Apareció el lunes distante, como un hombre frío y ponderador.  Gimnástico y veraniego. Te escruta y apenas habla. Preguntas  y   calla.  Está como cuando no iba a las presentaciones. Muy reservado, como si fuera el chófer o mecánico de un patrón ricachón. No me ha hecho nada. Bueno sí, me ha hecho una panorámica tipo postal como suele hacer Atroz
Llegué tarde, caminé unos 14 km. Noto que ya no camino igual, me di cuenta en Madrid  -cuando  vivíamos felices  en Lavapiés-, ahora es como un viejo. Tras sentarme, cuando me levantaba cojeaba de las dos piernas, necesitaba muletas. Algo increíble. Al día siguiente, en casa,  en igual estado.  Voy a intentar caminar más el próximo lunes, y rápido. Yo he andado todo lo que he querido, y más. Luego ves a burgueses caminado, riéndose y hablando entre ellos, viejos,   y seguro que no tienen molestias en las piernas, lo que me disgusta muchísimo. Solo me pasaron dos el lunes. Una rara y supongo que hija  adoptada: una adolescente china. Pero mantuve los 5 metros de distancia. Al resto les sobrepaso, para luego quedarme sin piernas, ambulación  ni mínima autonomía. Mi familia ahora son mis piernas.  Es mi primer gran encontronazo con mi cuerpo, y a traición.  A cambio, cierro el bar y la calle, y soy el líder de la bebida. El lunes nos quedamos B., que después de mí es la más viril y Fer, tras despedir  a sensatas, intelectuales... Ella, que no quiere que la cite, ahora se hace la cohibida, será B.California. Pues ésta es como estar con un bar entero de Brooklyn. Es una suma de corrillos de esos bares llenos de neoyorkinos de adopción. Siempre da la sensación de que estás con un montón de gente sorprendente, divertida, vivida, inquieta, aventurera, zumbada  y siempre riéndose. ¡Cuántas historias con negras, policías, asiáticos… en USA, en fin y cuántas cosas aquí mismo, donde a nadie le  ocurre absolutamente nada! También se quedó Fer, porque  teníamos el bar lleno y bullente, efecto BCalifornia, aunque básicamente es un drogadicto. Llegó MC pidiendo cigarrillos, aunque es amiga de Belén (perdón: B.California), y  ésta no le da porque gana mucho más que ella, debe tener la máxima como Fer, y son colegas, pero se dedica a ir de mesa en mesa pidiendo  cigarrillos. Cuando le vi llegar le quité el paquete de tabaco a B.California y le llamé a MC: MC ten un cigarrillo, y me lo cogió. Ya sabes que yo no te doy,  dijo  BC.
Un placer volver a ver a Pablo, después de Madrid, con su mamá. Ya no entraba más california en el bar.
Un señor muy gentil  ha hecho un  comentario muy elogioso sobre mi último article  del periódico. Hacía tiempo que no había  sido lisonjeado, helo a continuación.
#1 Las verdades del barquero hace 5 horas.
D. José María, le pongo un 10. Una matrícula de honor no, porque la perfección no existe pero su artículo se le aproxima bastante. Enhorabuena por decirlo y por cómo lo ha dicho.


martes, julio 05, 2016

El Día: Voto del miedo y voto eufórico



domingo, julio 03, 2016

Más de Kraus, sutileza saharaui, Lufthansa y Malabo

Mi hermano ha celebrado la frase de Karl Kraus del post de abajo. Olvidé otra que tampoco está mal, esto  es lo que  escribió el  judío Kraus: “Hitler, no se me ocurre nada”. Cierto que  fue antes de 1936, año en  que murió, cuando seguramente ya era Canciller alemán.
Es como aquella otra de Kafka en su diario. “Hoy ha estallado  la guerra mundial. A la tarde he ido a la piscina”. Otro judío
Sin que pasara nada relevante en el mundo, quitando las matanzas de musulmanes por el DAESH,  ayer subí a la cota de los 600 metros. Parecía el final del libro. Deprimentes las librerías, la Universitaria de  cierre, las de segunda mano, nada. Lemus, escasa. No había gente, que ya me dijeron, no es que no se venda, sino que la gente no entra. Hay que empezar a comprar por internet ya. En el estante del Sáhara y Marruecos, había una  historia  de África, que compré. Viene bien, porque me ha resuelto una cosa muy importante para mi libro, y que ha resultado como  suponía había de ser. La mezcla del papel de las cofradías sufíes y morabitos con los linajes chorfa y cherifiano, propios  del chiísmo, cuando son suníes.  La explicación me la dio un historiador esta  semana: Marruecos es culturalmente mediochíi. En el libro de ayer, la historia  de África -a mí me interesa el Magreb hasta el arco del Níger- más información de mucho interés. Curiosamente fueron los almohades y no los almorávides, quienes expandieron las cofradías sufíes, y la diferencia de piedad  de esos dos imperios o dinastías. Será sabido, pero yo no lo he leído, que no son solo  los almorávides, los que vinculan Marruecos con el Sáhara, sino que igual y más profundamente lo hacen los almohades.   Estoy arrebatado. Mis presunciones eran muy pertinentes y atinadas.
Llama E. desde el avión de Lufthansa, sale con retraso de Washington. Seguro que ha sido por el partido, dice,  y me habla de penaltis. Como no sé nada me aclara que ha ganado Alemania. ¿Vas en primera?. Si, está de maravilla. De Frankfurt a Malabo  (Guinea). 15 días. Después comenzará en el nuevo trabajo. Su jefa es palestina. Encantadora. Palestina, de segunda generación. Como incorporan a los nuevos americanos EE.UU. Me cuenta que un anglo indio pakistaní le contó que siempre era extranjero en todas partes UK, Pakistán,  India. Que en el único lugar donde se siente exactamente como los demás es USA. Como por eso es la única nación cívica del mundo, casi. No étnica, dos mundos. Que se emocionó ese hombre  cuando enseñó la carta verde para entrar, el policía del aeropuerto  le dijo Welcome Home. A E también se lo dijeron por no sé qué y también se emocionó.
Acaba de llegar a Guinea. Manda este correo: Ya en Malabo La piscina del hotel cerrada.
Parece Kafka. Esta mañana desde  Frankfurt  -siempre manda un correo cuando  llega- me ha dicho  que el libro que  le regalé, cuando vivíamos en Lavapiés, sobre Guinea es muy interesante.


sábado, julio 02, 2016

Me pongo doblemente intelectual: Steiner y Kraus

Leyendo la entrevista a mi admirado George Steiner que hoy sale en Babelia de El País, aparece su crítica del psicoanálisis que  ya conocía, pero nada sabía de la cita de Karl Kraus sobre el piscoanálisis, cuya fobia también me era conocida. Ambos son  vieneses, o casi, y judíos.
Leí “Los últimos días de la humanidad” de Karl Kraus, del  célebre periodista satírico,  hacedor de grandes aforismos,  judío renegado, poeta, dramaturgo... El libro me decepcionó, no cubría las expectativas que me había hecho de él, tan citado por autores que admiraba.
Fundamental: creó la revista Die Fackel (La antorcha). Así como no recuerdo nada del libro de Krauss,  solo que no le pillaba la gracia y no me interesaba,  sí recuerdo otro hecho que tiene  que ver con él o su revista. Los padres de André Glucksmann (el filósofo francés muerto este año) se conocieron en una  esquina de Jerusalén en los años treinta, al  reconocer esa revista en las manos del otro. Decidieron, en lugar de quedarse  a salvo en Palestina, ir  a Francia a combatir al nazismo. Así  lo decidieron y así   lo hicieron. El padre de Glucksmann murió a las primeras de cambio, supongo que con armas en las  manos.
Karl  Kraus abjuró del judaísmo, no sin denostar antes con ganas a Theodor  Herlz,  y  Wikipedia me dice que se hizo bautizar católico, ¡qué menos! siendo austriaco. Normalmente quien abjura de una religión y abraza otra, o le  suelen expulsar (Spinoza) o  se va,  lo que hizo él.
Karl Kraus tuvo una  suerte  infinita: murió en 1936. A los nazis les hubiera dado igual  su antisemitismo, ya que   hubiera prevalecido su judeidad. Creo que lo dijo Primo  Levi, estar por ser judío en un campo de exterminio sin haber dado ninguna importancia a esa condición, era lo peor  que  te podía pasar, como es lógico. Y lo mejor: ser comunista, el yihadismo de la inmediatez terrenal, la Historia y el Partido.
Tras este circunloquio, a lo que  iba: lo que Steiner cuenta de Kraus. Dijo. El  psicoanálisis  es la única cura que se ha inventado su propia enfermedad. Es genial, para mi Kraus siempre  es genial en  boca de terceros. Ocurre que  es la pura verdad, ya que  eso es precisamente la neurosis. ¿Habrá un  mecanismo más neurótico que  ese?