De reuniones que tenía en Bogotá, mi hijo me decía: Tú allí
te lo pasarías en grande. En una reunión que tuvimos con alcaldes, sociólogos…
todos utilizaban los términos que a ti te chiflan: municipalidad, procuración, momento
situacionista, conjuntación, segmentario…. más o menos.
Compartimos el afán
por abstractizar los términos genéricos o generales un poco más. Y no el
medalleo, que en mi caso es enfático y
con todo descaro, que no en él, que es más como de orden mendicante tipo franciscana.Hoy he repartido las invitaciones de la boda que son similares a las que los Orange- Nassau (la familia real holandesa) envía en las suyas. No disgusta nada que a los amigas/os a las que se las entregas las reciban con alegría. Anima mucho.
Ha habido un pequeño lamento. Me he encontrado con mi amigo el Herreño y estaba al tanto de la boda, me ha dado pena, llevaba invitaciones y le podía enseñar la mía –aunque en parte soy convocante también he sido receptor de las mismas, el calígrafo de los sobres es de NYC- pero no lo he hecho. La proximidad afectiva no va acompañada de contacto cotidiano, ni de núcleo y fechas en el calendario semanal, por lo que ha quedado fuera, olvidado, cuando debía haber estado dentro. Siempre participa en los pequeños hitos y está al tanto de las cosas concernientes.
No sabía cómo introducirlo, pero creo que lo he hecho. La
semana pasada le envié a mi inminente nuera un correo a Bagdad –Organización
Internacional para las Migraciones (me
encanta escribirlo bien como hoy)-, iban a pasar a Siria y haber vuelto la semana pasada, pero sigue en
Bagdad, creo que hasta mañana. Me contestó que la experiencia a la que me
refería eran muchas experiencias. Mi hijo ha vuelto el domingo a México, tras
pasar 4 días en Washington, y me ha mandado esta foto de
una mesa tan ordenada. (Esperancita genial, devorando mundo). Están el Banco Mundial y el Gobierno mexicano,
se puede leer el departamento gubernamental. Mi padre se hubiera suicidado, bueno ya hace muchos años- yo exageré mi pulso con él de la forma
más retorcida y extrema. El método que empleaba era la autoinmolación hasta el
paroxismo. De ahí todo mi potencial. En los últimos años me llamaba como si
fuéramos amigos.
No se piense que nos hicimos “fresas” como dicen los mexican, porque nos dimos la oportunidad
y consideración de un último cruce de navajas, que cantaba
Mecano.
3 comentarios:
Mis felicitaciones.
Dentro de poco le veo abuelo y estudiando inglés para contar a los nietos batallitas sobre esa distante España.
Salu2, EDH.
a cuenta de la distante España y mis nietos futuros, confío en ellos para que consumen la definitiva y total ruptura con España,(y de paso vascongadas); de mi hijo no me fío
"de mi hijo no me fío"
jajajajajaajajajaja
debe salir al padre
salu2 EDH
Publicar un comentario