Otro excepción como Iñaki Azkuna: Adolfo Suárez. Gracias
He seguido con mucha atención la muerte de Adolfo Suárez
¡qué lejos queda todo! Las imágenes de la
Transición confirman lo viejos que somos algunos, veo imágenes de alguna manifestación y cruce de coches y me llama la atención los
tabardos, y como nos señalábamos a la policía por el vestir y atributos
capilares. No lo entendía ni entonces. Solo por el vestir sabías a que grupo
alguien pertenecía.No hay la más mínima nostalgia en todo ello, sino en lo gris que era todo, franquistas y antifranquistas. Cotejas que eran grises complementarios. Lo que unos hacían y lo que los otros anunciaban. Había simetría, unidad, configuración autocomprensiva.
Como a mí la edad me sirve para algo tan natural como reflexionar sobre las cosas dadas, las ideas que no pueden evitar confrontarse con la realidad, tus aprioris inevitables retroceder, nuevos análisis que se precipitan solos, puntos de vista que surgen, inevitablemente todo eso y más, me ha pasado en horas siguiendo la muerte de Suárez. Tan insólito ha sido este país.
Antes de nada, preguntar, si los españoles de estos tres días son los de aquí, o han sido traídos de fuera como legiones de figurantes y usurpadores de personalidades.
He tenido impresión estos días de que estaba en EE.UU. o UK. Como me decía mi hijo hace un momento camino del aeropuerto, ese sí en EE.UU, no te preocupes que ya mañana será todo igual.
Hay perspectiva para analizar objetivamente la ideología de las fuerzas en conflicto, y vemos que Suárez y muchos otros provenientes del franquismo o de la derecha no vinculada o parcialmente al régimen era demócratas, como mínimo tan demócratas que la izquierda democrática, y meto a Ruiz Giménez y al Psoe, incluso al equilibrista Partido comunista, que supo que en un país de clases medias creadas en el franquismo (para los más retrasados: porque en la República no las había) no era presentable la Dictadura del Proletariado. Gracias a Gramsci y sus bloques dominantes y hegemonías, se podría alcanzar lo mismo aunque mediante los aparatos ideológicos del estado.
Las tradiciones, inconsciente colectivo, creencias, valores colectivistas, historia, himnos, textos etc contienen igual totalitarismo que el franquismo. Esto, en hemerotecas.
Yo les conocí y puedo jurar y juro por mi madre que aunque conocí a muchos antifranquistas no conocí apenas demócratas. No lo eran, a lo más estaban dispuestos a aceptarla, pocos.
Los antitotalitarios –y se me acaba de ocurrir- suelen ser ellos mismos también totalitarios. Ese es el ansia de absoluto, no que tu odiado vecino pueda votar.
Pondré ejemplos: los mujaidines en su conjunto, sean talibanes contra soviéticos, proayatolás frente al Sha de Persia, soviéticos contra nazis, comunistas contra fascistas, castristas contra Batista… No hay mejor luchador antitotalitario que el totalitario, la historia exuda ejemplos.
Antitotalitarismo democráticos suelen ser en todas partes minorías ridículas hasta que se ve de forma segura y masiva la vuelta de la tortilla. Ese día son muchísimos. Ocurrió en mi pueblo.
Como el mundo conoce, el que literalmente absorbió todo el legado espiritual de Suárez fue Zapatero.
1 comentario:
Querido Lucian:
Estoy totalmente de acuerdo contigo, El señor Suárez y el señor Azkuna han sido dos ejemplos claros de excepciones. Papá siempre me lo dejó claro. El también estaba muy cerca de estos personajes.
En cuanto al Antitotalitarismo versus totalitarios, había llegado a la misma conclusión. El ejemplo del insigne Willy Toledo arengando a las masas desde Cuba para la marcha con la Dignidad; Te quieres ir ya Willy Toledo a tomar por saco??..
Un beso.
R.W.
P.D.- Como no estás interconnecting en wassap te estás perdiendo todos los cotilleos.
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