jueves, marzo 20, 2014

El acontecer del loro y de todos

Los jueves son día de post. Tenía un post en boceto, pero lo he censurado, como siempre trataba de intercalar algo superficial con algún análisis o comentario político o cultural, pero ha sido nuevamente  volverme  a oír, y me tengo demasiado oído, y dejarlo.
El otro día decía a Yisas que al final y gracias al blog tengo el oficio de escritor; no solo he escrito una barbaridad, que de otra forma en absoluto lo hubiera hecho, sino que además me he esforzado en escribir mejor, cuidar sintaxis, sentido, claridad, ritmo.... que al comienzo no lo hacía o no en la medida que debiera. Informalismo constitutivo. Dedico mucho más tiempo a la escritura  literaria que  a la de mi profesión que es mucho más formularia y técnica, y no absorbente, entregada, abierta a posibilidades diferentes y a mil ángulos diversos incluso compatibles entre sí.
A las  6 de la mañana de hoy ya estaba escribiendo como un loco, estoy en otro proyecto que no tiene nada que ver con el finalizado. Al parecer he cambiado de bando. Lo que aquí no encuentro sí encuentro en mis proyectos.
La edad no implica solo desventajas, sino que ofrece alguna recompensa, como leí a alguien, centraliza tus objetivos, los restringe pero intensifica. Buscando una metáfora potente, ahora disparas a dar y das, antes no solo lo hacías  al buen tuntún, sino que eras capaz de disparate a la boca y no para callarte.
Cuando ya se llega a reflexionar sobre lo que se escribe, se supone que no hay mucho que decir, eso es lo previo: los dedos y las teclas. Me temo que es así, cuando el nivel del interés es más menso cero. 
Mi  loro ahora mismo imita sonidos metálicos. Es un .loro que bailando y silbando en Youtube arrasaría, aparte de por parlanchín, hoy no sé todavía si tendremos  gran espectáculo. Reírnos a carcajadas lo vamos a hacer.
Otra cosa. E. cenaba ayer o anteayer en Washington con el Ministro de Justicia de Colombia, por supuesto no se ha dignado a informar, lo hará en su alocución semanal desde el supermercado frente a su casa de  los viernes más o menos. Si otro día, durante el trayecto en el blues del autobús.
Si progresa en esa relación ministerial trataré de que me tramité aquella nacionalidad y así renegar de la española, del juez Pedraz y esa familia activista antiimperialista. tanta hondura española, tanta profundidad soy incapaz de aguantar. 
Ahora el lorito se ha puesto a ladrar y  a hablar como un viejo.

No hay comentarios: