lunes, junio 17, 2013

Mi madre pez y el nuevo San Mamés

Mi paisaje primordial, la imagen que me arrebataba
Pongo la cara en su boca para que  me dé un beso, y me empieza a besar como  si fuera un pez comiendo en la pecera. No le quito la cara y se pone más pez, con los ojos desorbitados. En fin, madre e hijo, ya mayores, con cariños pendientes. Que era tan poco cariñoso, que no le daba un beso, que vaya hijos tenía…, -cansaba un poco, la verdad-, bueno pues ya  parece que hemos compensado aquello. Habla sin parar y tiene voz, está divertida, por fin vuelve a tener cosas amables en su menguada vida, y biznietos.
Bilbao está radiante y muy bonita. Zurich en grande, con un ensanche perfecto por  la calidad arquitectónica y urbanística, lleno de terrazas y buen ambiente. El sábado muchos jóvenes también amables, que aprovechan el tiempo. Sin deuda pública, todo lo que se ve y es muchísimo, ya está pagado. Eso igual también es condición bilbaína.

Jon, Lierni e Irati. De Jon se pueden decir unas cuantas cosas, la más deslumbrante para mí: ha cogido olas en el Atlántico, el Indico y el Pacífico. Empezó ahí
 No se percibe el matonismo de los camisas pardas de hace unos años. Paso por la calle Somera y  la chusma parece relajada, rota, sin épica. En el tren unos chicos que montan a las afueras de Bilbao y van a  Mundaka llevan la camiseta del Valencia y del Arsenal, otro grupo de adolescentes  también hablan en castellano, y meten expresiones en inglés; por la ría muchos emigrantes.  Ayer me pasé  más de  4 horas en el aeropuerto bilbaíno, atraso en el vuelo, de 14.45 a 19,05. El aeropuerto es un gigantesco escaparate sobre un  paisaje verde muy ameno, hermoso  y soleado. Es como ir de excursión, sin moverte.
la Catedral, te pasa la vida de bilbaíno
-Estarás viendo a  los ejecutivos bilbaínos…
- No, no existe lo bilbaíno, antes quizá lo hubo, ahora ya no. No hay tres o cuatro conceptos con los que definir lo bilbaíno, porque no existe. Es mejor así.

Pegado a la Catedral,  el nuevo estadio, falta cerrar el lado de San Mamés  
Me he sentido muy a gusto en Bilbao y hasta se me ha notado. Solo por  el Guggenheim merece la pena Bilbao. ¡Qué exposiciones temporales! Me acordé de E. Escuchá: Paul Klee (como 5), Kandinsky, 2 fabulosos Oscar Domínguez, Hartung, Wols, Fautrier, Haussmann, Henri Michaux, Mata, Yves Tanguy (el de la cocina)…  
Aviso: en Bilbao solo se oye catalán, están en todo momento alertas para no pasarse al castellano. Ponen demasiada etnia y provincianismo, que es lo suyo.
Un renegado como yo fue a ver y despedirse de la catedral. Mis paisanos la fotografíaban. A E. le inoculé la sacralidad de los símbolos, por donde cuando el centenario y gracias a Iñaki Elorriaga pisamos el césped, por allí se está semantelando. Una vida. Padre, tíos, hijo, primos, amigos. Al lado ya está casi el nuevo San Mamés, sobre un meandro de la ría, frente al Serantes a lo lejos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegro que no sea usted tan ex-vasco como dice usted que es.

Otro País Vasco pudo haber sido posible y puede que sea posible cuando Euskadi empiece a dejar de ser Euskadi.

Salu2, EDH.