A)
Hoy en El
País: Crímenes de Guerra en Gaza con cuarenta (creo) mujeres y niños muertos.
Mujeres y niños (sale la antropología
cultural sin querer: el mundo de todas las retaguardias). Al lado, en Israel, eso de mujeres y niños no
se podría decir, porque la mitad del
ejército son mujeres.
B)
En Gaza solo mueren civiles. El libro de estilo
de nuestros medios occidentales ha acuñado
otra distinción de elevada
precisión informativa: militares
israelíes sólo matan a civiles en Gaza. Da igual que la propia Hamás reconozca
que tal muerto era máximo dirigente militar de Hamás y que se bombardeó el
cuartel general (debe entenderse que militar)
de Hamás y que los objetivos son terroristas de Hamás, o artilleros de
misiles iraníes. Pero en el recuento por
parte de los medios siempre sale población civil: panaderos, médicos, peones...
Una guerra muy extraña de militares contra civiles. No se hace caso ni a la
propia Hamás, aunque insista en que se trata de un jefe militar. Si solo mueren siempre civiles lo extraño es
que no haya más muertos, porque quedarían como objetivos civiles otro millón y medio de civiles, igual de civiles
que los civiles muertos, o más. C) ¿Por qué nunca se ha visto un refugio en Gaza, siendo como es el país de los túneles? No habrá en el globo terráqueo una zona con la densidad de túneles que Gaza.
Me gustaría poder ver algún refugio para niños en Gaza alguna vez, porque no hay escusa. Israel está inundado de ellos. En El País salió una vez hasta una vaca por un túnel entre Gaza y Egipto y he leído que pasan hasta coches. Los misiles se desplazan por túneles y las baterías se asoman al momento de disparar para volver a soterrarse.
Pero no hay refugios, los niños no los tienen.
D) Hoy han muerto 4 niños, al poco en el gran hoyo abierto han aparecido con encomiable celeridad colgadas las fotografías a gran escala de los cuatro niños mártires. Una extraordinaria baza. El otro holocausto deseado debe parecerlo como sea.
E) Hoy también el El País un superviviente se lamentaba de la pérdida de hijos, y la vivienda. Su casa colindaba con un evidente objetivo militar. Porqué iba a desalojarla, si Israel no tenía ningún derecho a atacar.
Desde el punto e vista del ardor y comunión combativa la táctica es óptima. El otro holocausto deseado debe construirse en el día a día y sin desaprovechar una sola oportunidad.
Se podía analizar y desentrañar todas las magnitudes numéricas, pero estamos ante el mayor territorio del odio del mundo, y aquí las magnitudes cualitativas no son mensurables. Si en el horizonte está anunciado y son tantos los que apuestan por un nuevo holocausto (y unos nuevos nazis), un parangón tan descomunal e inhumanamente ambicioso, hay que construirlo. Son necesarios muertos, pero muchos y atroces, muchas víctimas irrefutables o no hay exterminadores.
No parece un hecho cierto el holocausto palestino, tan solo es la representación o el objeto en el que encontraría cobijo como verdad y satisfacción de un deseo o pulsión muy fuertes, pero menor que otro que lo anima, gracias a esa realidad previa, que sería la prueba material de la naturaleza exterminadora de los judíos, y la falta de toda justificación de la existencia misma de Israel.
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