domingo, noviembre 18, 2012

El filósofo David Hume, Gaza y Hamás


 
El filósofo escocés  David Hume rebatió la idea de causalidad, de conexión necesaria entre causa y efecto, puso en cuestión ese  poder o potencia. Y puso como  ejemplo el juego del billar: lo que vemos es que una bola le da  a otra y  que  hay una sucesión, pero no una causalidad  ya que no es más que una idea o deducción de que estaría operando ese principio, no algo real.
Ante la cuestión de Israel  rige  Hume y  no la causalidad. Los terroristas –en términos incluso internos palestinos:  acabaron en 2006 con Fatah arrojándolos desde las azoteas y asesinando siempre a presuntos soplones- lanzan no ya cohetes kasaan sino misiles iraníes contra  Israel,  capaces de superar los  70 Km.  Esta es una secuencia que se agota en sí misma, aunque haya tres muertos y  ya se hayan lanzado más de 700 misiles (sen 2 días), que no tiene porqué generar como efecto justo y proporcionado acabar con el poder que comete actos de guerra indiscriminados contra civiles. Todo lo que pueda pasar como consecuencia de las acciones criminales contra población civil, está desconectada de  esa causa, se suprime. Como sostenía Hume.
La paciencia bíblica de Israel
En 10 años han caído más de 12.000 bombas sobre Israel, amén de todos los atentados terroristas. A unos 1.000 al año, sirenas, refugios en las escuelas,  muertos,  aunque menos de los que tanto tantos desearían. Es el día a día. Los misiles vuelan  siempre en una sola dirección: en busca del civil judío.
La excitada  predilección europea por lo palestinos
 No problem, como en Varsovia. Europa asiste narcotizada a cuestiones adversas a los judíos, conforme a una tradición bimilenaria, pero enseguida se crispa, se agita visceral y ruge cuando los judíos osan defenderse. ¿De verdad les importan tanto los palestinos? ¿Si es así por qué no distinguen entre ellos, y bostezaron  tanto con los crueles  asesinatos de miembros de Fatah por   Hamás? ¿Por qué los palestinos, y no por ejemplo los sirios o los kurdos? Qué raro. ¿A qué podrá ser debida esa  predilección y excepcionalidad, a qué? Excluyo pensar que el judío se hace verdaderamente odioso y saca sus hórridas latencias, no cuando es hostigado sino cuando se ve compelido a  matar en guerras quirúrgicas, cuando el odio entonces quedaría enteramente justificado y se haría justo. Los europeos y su ansia excitada de justicia selectísima.  Las víctimas son esenciales, es adrenalina.  Es toda la importancia que tienen los palestinos: ¡lograr ser víctimas de los judíos! ¡Contad los muertos de Siria, contad los de Libia, contad los del Kurdistan… contadlos todos! Son muertos muy menores, muchísimos, sí, pero despreciables.  Ni la democracia israelí  –es otra alucinación de la cuestión judía-  sirve para conferir una pequeña cualidad, mínimos detalles de votos y elecciones, de igualdad de la mujer y de los gays.  Tampoco sirve. Se trata del mal radical, invirtiendo a Arendt. Hay un mal ontológico: el sionismo, que es el maquillaje de odio que cubre el antisemitismo. Aquí no hay asiento para el análisis ni la razón ni el amago de equilibrio. Los palestinos son valiosos no por ellos sino por los judíos. Si no serían  libios, sirios, libaneses, egipcios, eritreos, kurdos… ¿o no?
Sin embargo, roces  y naderías en aguas de Gibraltar, desembocan en una  crisis diplomática, llamada a los embajadores de dos países democráticos, socios y aliados. Hay acciones y reacciones en el resto del mundo.  Imaginemos cualquier país del mundo: ¿qué puede pasar si desde el país de al lado le envía  lluvias de misiles, de manera  consuetudinaria contra objetivos civiles?
O se trata de disuadir o se cierra el Estado
Lo más discriminatorio es que se exija a Israel aguantar, que no pueda defenderse. Se solapará la cuestión apelando a la “proporcionalidad” como si está no fuera exquisita ¿cuántas bombas lanzadas y cuántos muertos? No les interesa las estadísticas de las guerras ni su evolución racional en la historia (por ejemplo de la I Guerra Mundial a Vietnam). Les interesa lo mismo que cualquier otro muerto  incluso árabe, que no sea funcional a sus sentimientos, como el muerto palestino. Cómo distinguen. Si Israel no disuade, sería imposible la vida y la seguridad. No tendría sentido tener un estado. 
 Yo personalmente considero a los palestinos iguales a mí.
Los palestinos son mayores de edad, nos son irresponsables, ni niños ni tontos, ni dementes, sino iguales, sí. Yo les considero responsables. Nadie les pide cuentas de nada, ¿de qué procederá tanto desprecio?  Son inmunes, parecen monarcas del absolutismo, ¿o tienen bula? Exentos. Las acciones  y decisiones de los palestinos, para mí,  son evaluables moralmente, luego tiene consecuencias y responsables, porque no son animales. Deben proteger a  sus niños, los primeros, cuidar de que  nada les ocurra. Bastaría tan poca organización… ellos que son expertos en túneles. No ya de abstenerse de provocaciones y consecuencias... Como en Cisjordania por ejemplo.
Para la carcundia progre, los palestinos nunca, jamás  son responsables. Los consideran exentos, niños, irresponsables, sus actos no tiene ningún valor moral, son irrelevantes desde el punto ético, inexistentes, actos y personas. Una maravilla. Esencia de eurocentrismo formado por  los residuos inconscientes de  la mentalidad y sentimiento  colonialista con cualquier indígena, que los reaccionarios actuales: los  progres cultivan a falta de ideas de algo.  El indígena siempre irresponsable.
Las guerras asimétricas
Hoy aparecen nuevos agentes políticos  no nacionales en  las guerras actuales, que hacen que se llamen a las mismas  asimétricas. También se da otro tipo de asimetría, que la ejemplifican palestinos y judíos. Mientras Hamás busca con armamento pesado la muerte indiscriminada y el terror, el ejército israelí hace verdaderos esfuerzos para seleccionar a los milicianos (que luego computan todos como muertos civiles), que utilizan como escudos humanos a niños, ancianos y hospitales, mezquitas... Los esfuerzos que tiene que hacer el Tzahal  para minimizar, hasta violentar de manera milagrosa, estadística, física y matemáticas, en una zona superpoblada donde los terroristas utilizan como escudos humanos a su propia población, niños incluidos.  
Menos mal que Israel no sigue a David Hume y mantiene la relación de causalidad a rajatabla y en sus proporciones justas, haciendo de su enorme potencial armamentístico  una técnica de la precisión  del rayo láser. Como Hamás.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En el TEA han adquirido libros de Joe Sacco.

Ahora en el expositor de la entrada tiene dos libros de viaje al interior de. Muestran la vida día a día de la gente sencilla en Palestina. Es fácil de leer: son cómics. Recomendables.

Dese prisa en pillarlos, es posible que los vuelva a sacar otra vez cuando me despenalicen.

Salu2,
EDH.