La apertura al mundo y la escucha
Con la edad he descubierto dos bazas que ofrece la vida: la
posibilidad siempre abierta de conocer gente y hacer amigos (soy consciente de
ello desde hace ya bastantes años) y la posibilidad de escuchar. Esto más
reciente.Aunque sea bloguero, en el trato con la gente soy de los que creen que no tengo nada que decir, y propendo por ello a la falta de seriedad, el humor y fundamentalmente la provocación… en fin, a lo que me libere del tedio. Si no tengo nada o muy poco que decir, mucho menos tengo que escuchar.
Por tanto, si algo agradezco en los últimos tiempos es poder escuchar, prestar atención, conocer, saber. Me pasó con Pepe Segura Munera y Jesús Pérez Triana, aunque les tuvieran a mi disposición para preguntarles cuanto quisiera, supe que sería el primer oyente de sus conferencias. Vivimos en la edad de oro de la banalidad, el ruido, una verdadera era de pancartas y consignas (los dos grandes símbolos), de iconos subnormales (y parafascistas) estampados en facebook reproducidos por todos, babeantes, en la onda, al paso, con sus estúpidos caudillitos de moda, a los que les gustaría tener algo propio y elaborado pero suyo que decir, no cacarear los grandes estados de opinión conforme a la mendicidad injerta en la opinión cautiva, prestada, tonta y escueta de la red o la calle.
Querer y saber escuchar a día de hoy supone la máxima cualidad intelectual, ahora mismo comporta tratar de pertenecer a aquella aristocracia del espíritu que encarnara Ernst Jünger.
Los 3 círculos
Convergimos 3 círculos, 3 ámbitos: los judíos, los de las lecturas liberales y constituyentes de UPYD en las islas, (todos fuera, el 1º en desaparecer su seguro servidor), más individualidades que prestigiaron el acto y público desconocido (la medida).
Una amalgama de mucha brillantez e inteligencia. De la época de creación del partido, dos treintañeros, uno (pasado por Bruselas-UE) llegado del Senegal, casado con musulmana de color, viviendo entre ellos y metido en proyectos difíciles, el otro, científico, venido de una universidad californiana donde ha pasado dos años,
Vidas singulares como sus convicciones, producto de reflexiones y elaboraciones personales ajenas a todo contagio ambiental y moda, con una recopilación extraordinaria de méritos, y mucha originalidad. Un último apunte, éste de las lecturas liberales: abogado en ejercicio, economista únicamente interesado en cuestiones macroeconómicas, y empresario, lee a Kant, maneja categorías culturales profundas e ilustra sobre la acumulación capitalista de fínales del S XIX en Alemania, y en el Parra volvemos a hablar de luteranismo y calvinismo.
2 comentarios:
Ciertamente dos tipos interesantes, los dos repatriados de Senegal y USA.
Cierto, saber escuchar, en el fondo es querer aprender.
Gracias, pero ¿treintañero?, redondeando no, pues me quedan 5 semanas.
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