Si la tecnología militar sionista, había alcanzado Irán y
Yemen, ante un objetivo mucho más fácil y ruidoso, erraron todos los drones que
les enviaron para lastimarlos. El caso es que, entre las batucadas en cubierta,
los drones, las calas, el amor aplazado casi se vuelven locos. Algunos tripulantes, o muchos, que solo
actuaban por amor y renuncia, comenzaron
a no soportarse mutuamente. Los barcos empezaron a ser como cárceles a cielo
abierto. Greta, la activista climática y
lideresa (también de memes despiadados) optó por cambiarse de barco, no tragaba
a los del suyo, eran peripecias que la flotilla de la paz seguía generando a
muchas millas de Gaza todavía. Ya para entonces la flotilla ha sido rebautizada
de mil maneras, una de ellas: la flotilla de las tentaciones. Han decidido que
el viaje por la paz y solidaridad, que no tenga solo fines, sin más importante:
contenidos/influencer. De manera que
uno observa, atónito, que participan en debates en las televisiones nacionales, desde los
barcos del amor. Y quien está mejor posicionada es la que hace ostentación de
sus contoneos voluptuosos, que se va convirtiendo en la verdadera heroína de la
travesía. Colau, no solo queda desplazada, sino que el infortunio se ceba en
ella. Su barco se avería y ella también ha de cambiar de barco. Más
fluctuaciones. En un rapto de ofuscación hace un llamado al gobierno español reclamando
protección militar (la Armada), no vaya a ser que Israel se sobrepase con ella.
jueves, octubre 02, 2025
NO PUBLICADA: La flotilla lastrada de voluptuosidad, divertimento y hedonismo
Si la voluptuosidad en ningún caso pueda predicarse de
Ada Colau ni de Greta, sí cabe hacerlo de una rubia, kufiya de mantel vasco,
que sugestivamente se contonea por cubierta esforzándose en compases de batucada.
Ese bailar que se mira y solaza con el
contoneo y curvaturas del propio cuerpo.
Si no fuera porque es cosa muy seria y heroica lo que están acometiendo,
pareciera la grabación del clásico anuncio de Martini por la costa ibicenca. El caso es que no anduvieron
muy lejos, porque llegaron a fondear por Menorca, más pija y elitista; con sus tripulantes,
mayoritariamente adictos al escaparatismo. Ya salieron de Barcelona
con vedetismo colegial inflados/as como pavos reales Su travesía estaba jalonada de acontecimientos,
como si intentasen no apearse de los noticieros y no hicieran asco a la
publicidad de cada singladura realizada o proyectada. Cuando ya parecía que por
fin habían descubierto la navegabilidad por el Mediterráneo, perdido todo el
encanto de costear las calas de Menorca, redoblaron su presencia en medios. La
noticia no era la odisea solidaria que emprendían, sin que la mano izquierda
supiese lo que, hacia la derecha, sino ellos/as mismos. Y lo sabían.
Ensayista, escritor y abogado. Ha publicado "El Sáhara como metarrelato" y "El Sáhara, perspectiva de revisión" entre otros. Parte de su obra ha sido comentada y referenciada en inglés y francés.
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