martes, octubre 28, 2025

El Día: Premios Princesa de Asturias: la utopía; el gobierno, la distopía

La víspera de la concesión de los premios, la familia real asiste a un concierto en Oviedo. Las muestras de simpatía de la población son las mismas que se ven en cualquier lugar de España, o al Rey entrando en un restaurante de Burgos, cuyos comensales sorprendidos le aplauden y vitorean. La actitud de la familia real no puede ser más natural, espontánea y cariñosa, les gusta estar entre la gente. Es obvio que cumplen una agenda muy apretada, siempre ejerciendo sus funciones: recepciones, múltiples actos y viajes. La Princesa Leonor, no ha salido una gótica con ganas de conocer a presidente norteamericano (negro) sin desprenderse de esos disfraces. Antes, al contrario, la princesa Leonor, un nombre de gran prosapia histórica, arrostra numerosos sacrificios propios de su formación militar. Mientras otras a su edad viven una vida placentera de estudiantes, ella se arrastra con fusil por el barro o nada con todo el equipo militar, o, aún peor, da media vuelta al mundo en el buque escuela. En comparación con la deriva de la sociedad, representa la España meritoria.

Los reyes con una vocación inigualable de servicio, les pude ver viajar siete veces por la riada de la dana tras aguantar (por otros) la indignación y el barro de sus damnificados, o a Fuerteventura. Los Premios y la Fundación Princesa de Asturias coronan la labor ingente y conducta ejemplar de la familia real, en una sociedad sometida al derrumbe de valores, moral, explicaciones y deberes. Se podría decir que funden el borbón Carlos III y Maximiliano y la Casa de Austria, incluso la Reina Isabel la católica, todos actualizados. Porque había años que comprobaba que autores que estaba leyendo o había leído eran consagrados con el premio; que nadie rehusaba y todos aceptaban. Era la España utópica. De las artes, letras, ciencia, deporte, actividades sociales y altruistas. La España moral y del deber ser. Donde una república, lo supe hace años, podría ser más siniestra y sectaria era en España. El propio Azaña sentenció que solo podría ser de izquierda, y solo para sí, pudiendo ser postulado a presidente, escribí hace años, el estadista Zapatero. En comparación al ejercicio del poder por el sanchismo, la monarquía es la utopía, si no fuera cierta y presente, aunque residual y relegada, por cuanto el gobierno del doctor Sánchez, a falta de mejores calificativos, crea y acerca la distopía. Cada día más inquietante y tenebrosa. El desplome generalizado en el delito en red, el poder corroyendo el conjunto de instituciones con una fiscalía hecha privada conspirando contra el estado y la democracia, y una familia que ha tomado el poder como finca.

Opinión | A pie de páginaJosé María LizundiaJosé María Lizundia28 OCT 2025 7:00


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