Le propuse a Juan Royo que en lugar de una presenta convencional, estándar (y normativa para seguir metiendo adjetivos), mejor sería una especie de diálogo sobre los autores del libro más que sobre el libro. Lo ha hecho (el guion). Viene a ser una presentación previa del personaje, que no puede dejar de ser uno mismo para la ocasión, aunque a veces pienso que, en el fondo, vitalmente devenido, como condicion caricaturesca y malograda de persona con todas las de la ley y convenciones anexas: personaje. Y luego vienen las preguntas tras reflexiones personales de él, que conoce muy bien la cultura canaria, y creo que todas las demás culturas. Por eso fue el gerente de cultura de la muncipalidad de Santa Cruz de Tenerife. Revolviendo en los artículos, tras una propuesta recibida, me di cuenta de que serían un magnífico complemento de los dos que uno ya había escrito sobre el ensayo canario.Ayer noche leyendo el libro pensé que fue un verdadero acierto haber reunido todos los personajes que saqué hace años en artículos del periódico (con otros); es en este libro donde tenían verdadera relación y unidad, cierto peso.
Pienso que sobre el ensayo canario he tenido cosas que decir y como dice Juan, algún otro, yo mismo, deberia estar en ese tránsito; tengo una teoría, no como tuvieron Marx y Engels, pero una teoría, uno quedó marxista,
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