Las grandes causas de emancipación siempre comportan -en otro caso no lo serían- la construcción/ideación de paraisos puros y definitivos, a resguardo de contingencias e Historia, con la restauración del reinado de una justicia divina (para algunos literalmente presentida). Siempre con ignorancia circular de la Historia, una ignorancia soberanamente supina. Las grandes causas, los ideales de justicia absoluta se sustentan en sí mismos, nada hay que argumentar y menos conocer y saber. GE-NO-CI-DIO claman desatadas las muchedumbres en tropel, cual juristas de rango y ponderación. Los amigos de los saharauis reconvertidos al porno más duro -tan paradójica la Franja- a las sevicias y violaciones tapadas y perpetuadas de ge-no-ci-dio como gran hito histórico y real del género porno más escalofriante. De mujeres ausentes, consentidoras, colaboradoras objetivas.Este libro tan bien/bonito editado, nos lleva por California, por sitios como el Valle de la Muerte, Los Ángeles, Berkeley y el barrio Castro de San Francisco, el gay, de prácticas sado maso, estas consentidas y libres, que enfermaron a Foucault.
La anterior novela de Rushdie me encantó, cómo se superponían niveles de ficción. Esta forma de tortura distinta que viene padeciendo el autor es de mayor sutilidad en la perversidad, de juego de cazadores, que amenazan y cercan a su pieza. El apetito de la persecución del cazador. Se privilegia la duración del sacrificio, sin reventar del todo los cuerpos, ni exprimir el dolor físico y la humillación como en el gran santuario de Gaza. Un gran templo de la noche más atroz y larga.
Al escritor David Grossman le mató a su hijo Hizbolla justo depués del alto el fuego en 2006. Al pertenecer a una democracia liberal tenía sus ideas pacifistas y dialogantea como los escritores Amos Oz o Yehoshua, como las poblaciones del sur de Israel quemados vivas, torturados y aniquilados. Siempre para uno y sus hijas es preferible morir combatiendo como el hijo de Grossman, o bajo un bombardeo aéreo, susceptible de haber podido ser evitado y antes no provocado, que las ordalías con violaciones, mutilaciones simultáneas, humillaciones sin cuento, quemados vivos, muertes de padres ante los niños, o en cautiverios infernales.
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