domingo, noviembre 17, 2019

En Milán en la inauguración de un 2 estrellas Michelin

Las fotos están sin orden ni concierto y las axiomáticas de la Catedral de San Marcos y exteriores apenas salen. La verdad es que estuvimos casi todo el rato en el MOEBIUS .
Buscarlo por milano y restaurante y veréis lo que es bueno, aunque es mucho mejor comer 4 veces en él en tres días.

El Moebius lo ha puesto Lorenzo con la ayuda de su padre Alberto, padre e hijo han estudiado derecho, pero se dedican a la restauración . Alberto lleva 40 años con un restaurante en el mejor sitio de Siena, en la plaza del Palio. Lorenzo ha terminado derecho y tampoco  le interesa nada la abogacía. Tienen a Enrico un gran cocinero con 2 estrellas Michelin.
Arriba es la degustación del último día, alucinatorio, muchos platos y vinos, y explicaciones sobre su elaboración de previsible sofisticación- (¿y cientificidad?)
Serena en el cruce de la Galeria Vittoro Emanuele, pisando los huevos al dragón del mosaico, como preceptúa la tradición.
El MOEBIUS, en la entrada, dormimos tres noches  en Milán y tres cenas y una comida en el local, Nunca he sido invitado a tanto, jamás. Aunque nosotros también sabemos dar. Por eso se valora; los esquivos, disimulados, transaccionales a favor,  o directamente chupópteros no lo pueden apreciar. 
XY y yo preferimos ver el Down Town de Milán, su centro financiero -que es, como en todas partes, el vector arquitectónico y urbanístico del futuro-, a ir de shopping. Hay una torre de César Pelli, más impresionantes que las que hizo en Bilbao y Sevilla, y que Worls Trade Center o algo así pegadas a las Torres Gemelas de NYC, que sobrevivieron.
En el avión por fin descubrí como pasando al sur de Torino (si se me permite esta habituación) -advirtió la comandante- hay cordilleras nevadas. Lo comprobé a la vuelta: los Alpes abrazan el norte de Italia y llegan hasta la misma Costa Azul.
Siempre me intrigó como el general Cartaginés Anibal, viniendo del norte de África en las guerras púnicas contra los romanos, con sus elefantes atravesó los Alpes: no lo entendía. No venía de Alemania, ahora si vas del Golfo de Lyon o España salvo que vayas por la orilla tienes Alpes.
En el barrio de Navigli comimos de maravilla comida milanesa, el restaurante y al comida formaban una entidad trascendente... ¿una hipóstasis?
Una reflexión en el avión de Milán a Madrid, en Milán no existe la clase obrera, definitivamente
Con nuestra Alessandra ante el olivo de 700 años que Alberto se trajo de España para decorar el Moebuis. Estamos en Milán en la capital mundial de la moda y el diseño y garito de moda. Mujeres olímpicas 
más pandilla


En agosto se viene la pandilla. Antonella  quiere que su hijo, el titular del local y su novia vengan a casa, quiere que conozcan nuestro estilo de vida (que yo creía que era ninguno), y  los movimientos entre las dos casas que se forman, como hace dos navidades irrepetibles 
Escuchando jazz mientras cenamos 
Me han salido las peores fotos, suficientes para un testimonio, una zona de abajo




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