En nuestra calle Nokia celebrando el carnaval distanciados, altivos y con nuestro humor natural y de diario. Aquí una imagen desenfadada muy Mick Jagger, que no requiere las ortopedias ni los electroshocks de las voces rotas e impostadas -sin puta gracia en todos los casos- y los disfraces a veces tan hirientes, ni ese mostrase extremo de defectuosas anfractuosidades cerebrales y raquitismo psíquico.
Los carnavales son la ocasión para que el ser humano amputado de ingenio, privado de humor, exento de personalidad, sobrado de ocurrencias pero muy escaso talento, máscara ocupada en vida menos en Carnaval que solo entonces la elige si acaso, negado desde el nacimiento para la convivencia natural con el exceso y el hedonismo, obtenga un permiso pernocta para remedar a mandriles y otros animales innobles y torpes
¿Quiénes salen? preguntaría a sindicalistas volcados al estudio, la ambición lícita por el esfuerzo y el progreso personal.
Pues salen estos señores que tan bien conocen (los líderes): Wittgenstein, Walter Benjamin, Heidegger, Cassirer
Mi hermano el profesor eminente me alertó de la existencia de este libro. Llamá a la a la gran librería de la cota 600 metros. Hablo con V. Le pregunto ¿existen existencias del libro. Existen. Pues inmovilízame uno que ahora subo
Ayer deglutí 80 páginas del otro ¿vale?
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