domingo, marzo 18, 2018

Tamara y Despreocúpate de amigos y cuida tus enemigos

El viernes pasado una enorme gosadera viendo a Bertín con Tamara Falcó. Ella prometía pero no tanto, es una star system, me reí a carcajadas. ¿Alguien me la podría presentar? Es una Boris Izaguirre mujer
Lo he pensado varias veces -nunca antes había tenido ese tipo de pensamiento-, que un año, el 2017, habría sido uno de los mejores  de mi vida. Satisfacciones, experiencias, pequeños hitos se encadenaron uno tras otro. El 2018 se desplegaba incluso mejor. No podrá darse todo lo que asoma, me planteaba. Ha surgido lo que no es más que un contratiempo, y parece evaporarse parte de un programa suculento. El congreso de la universidad de Rabat, parece estar en el aire. El miércoles estuve en Las Palmas. Según Manolo parece que el encuentro está en riesgo de no celebrarse. No ha escrito la ponencia, yo por supuesto tampoco. Casi todo lo que, si son deberes y obligaciones, hago es bajo coacción, in extremis.
Después de comer con Manolo me llevó  a la residencia de oficiales de Las Palmas, donde había quedado con Rafa. A mí me dicen a los 20 años que visitaría un sitio de esos y consumo mi existencia asesinando guardias civiles.
Iba a entregarle mi último libro a Rafa, excompañero en  la Universidad de California, campus  de San Diego,  de Herbert Marcuse y Angela Davis y con amigos en los Black Panthers.
Antes por teléfono le digo “te acuerdas de aquella enciclopedia sobre el Sáhara que me dijiste íbamos hacer entre los dos, pues yo ya  hecho una parte pero sin ti".
En la Residencia le pregunto por la ponencia para el congreso
-Tú ya habrás escrito la ponencia, claro.
-Sí, ya la tengo escrita.
No le dije, creo que no te va a servir de nada. Se la tendrás que leer a tus nietos para dormirlos. Le gusta jugar al dominó y en eso estaba. Me presenta a los jugadores y no te fastidia que uno, con sus años, era Sr. Advocat: abogado laboralista. Yo para mis adentros “pues yo médico y ni te acerques”.
Estuve en Casa África con mi amiga E., un lugar que me encanta. Pasé un  buen rato, es obviamente una africanista y mantuvimos una conversa muy interesante. Me enseñó la biblioteca del famoso militar español Diego…., uno de los fundadores del metarrelato saharaui (como los militares portugueses de la “Revolución de los Claveles” de 1974, pasaron de militares colonialistas de una dictadura militar a izquierdistas anticolonialistas, sin despeinarse), que había donado un hijo de él. Antes le pregunté  a E. cuántos libros ha donado (biblioteca personal). Unos doscientos. Pues no son tantos, acoto celosillo. Ya conocí la de Rafa. Tampoco me quedo manco y eso que soy casi un recién llegado.
Al parecer la traducción de mi trilogía al francés está de forma provisional suspendida, no así la del árabe. Es tiempo de silencio y espera. Escepticismo  escocés,  humeniano
Quiero rematar mi labor sobre la literatura canaria. Dos catedráticos canarios de literatura me escribieron y elogiaron mi último libros, el resto del profesorado calló. Como las universidades canarias. Soy muy  crítico y siempre lanzo andanadas de más. Voy a seguir con él. Como digo desde hace años, sé perfectamente lo que me traigo entre manos.
Este post que enumera algunos contratiempos va dirigido a mis enemigos de clase. Merecen atenciones,  que les agraden. Jamás he tenido el más mínimo problema para tener grandes amigos. Más valioso es tener enemigos, ya lo dijo Nietzsche, lo que siempre es una elección personal; los amigos surgen, de repente los tienes a tu lado. A los enemigos hay que salir a buscarlos siempre con el arma cargada, y unas golosinas para atraerlos. 

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