Una imagen más, con la alegría de la integración en un colectivo tan ajeno a los señores advocats. Texto de mi hermano
Aunque habito en mi
torre de marfil, no por ello bloqueo el exterior. Mi cuarto libro sobre el
Sáhara marcha muy bien.
-Pero tienes algo más que decir- me decía ayer E. por
teléfono
-Sí (mi hermano hubiera dicho: “ya lo creo”, uno de sus
sintagmas preferidos), y además este va a ser el mejor.
Resulta que he
necesitado casi todas las décadas para comprobar que algo por fin sabía hacer bien. Tengo mucha capacidad para
la crítica de posiciones fijas y
descubrir lo oculto, no como averiguación, sino como desvelamiento. Hoy he
metido muchas horas, y después releer libros sobre Marruecos me produce un
extraordinario gozo. Estoy como en casa.
Mi trilogía marcha a
buena velocidad en su traducción al árabe
y francés, deben ir muy rápidos. Por otro lado ya está en marcha mi
ingreso en una gran institución. Hube de confeccionar mi CV, que me da que ya lo he escrito, pero por si no, me ha dejado impactado literalmente. Hacer
este tipo de comentarios parecen dignos
de alguien rehabilitado. Pues sí mi vida es la de un rehabilitado, a la
vista está, por eso cobra tanta importancia para mí.
Mi hermano otra vez con sus compañeros del
instituto, se van por el norte y el viernes permanecieron de bares hasta
pasadas las 9, que fue la continuidad de la comida.
Me cuenta que vaya diferencia existe entre los profesores y
los Srs. Advocats, cuyos adjetivos que los definen impactan. Una vez sin querer
lo hice y el resultado (empleo preciso de aquellos) salió totalmente ajustado.
Casi hemos escapado de ellos a la vez, yo
definitivo ¡hurra! y el creo que también: o queda fijo por oposiciones
en unos meses o casi o de hecho como interino.
Rosana ha estado en una fiesta de cumpleaños en Sanlúcar de
Barrameda. Que se me recuerda como personaje no, como personajón.
-Si estuve horas y no me conocen y usé mi vertiente
educada, atenta y simpática ¿o no del todo?
-En marzo es la siguiente, y que tienes que ir.
Mi hija empieza hoy en su nuevo trabajo, ya como manager. Se
ha despedido de la Agencia mundial de migraciones, aparte de con una fiesta,
con un alegato que ha colgado en Facebook a favor de refugiados, poblaciones
desplazadas, denunciando la esclavitud
de Libia y con un repaso emocionante a todas esas lacras mundo. Mientras aquí estamos
sensibles con el 155. No me extraña que pasen esas cosas, no hay medidas. Unos
mueren y sufren de verdad mientras otros
hacen comedias de buenos y muy civilizados, incluso por encima de la ley democrática, ¡que ya es!
Mi hijo la semana que
viene a El Salvador y Guatemala. Estuvimos hablando mucho. Por lo que él ironizó bastante.
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