Lo he pasado parte a papel, y la impresión no puede ser
mejor. Sabía que era algo bueno lo que me traigo entre manos, lo mejor del
tema, pero hasta ahora no había pensado
que podía ser e"l libro del Sáhara". Ocurre que siempre
juego con ventaja, por lo menos inicial,
la posición que ocupo no está compartida por nadie o casi, eso de arranque.
Ante el Sáhara la mayoría de los interesados son izquierdistas
populistas que gustan el exotismo,
la guerrilla de lejanía, el turismo
solidario, las medallas en sus entornos y barrios por servicios de compañía y
apoyo prestados. Son héroes a los que no
se les ha dado oportunidades. John Lennon
les hubiera cantado y pedido: Dad una oportunidad al heroísmo y la guerrilla.
Entre el 90 y 95% de
lo que saben es mentira y miniatura, son axiomas falsos y absurdos poseídos de una
ignorancia de oscuridad insondable. Sin tener la más mínima idea del tema, solo
reiteran lugares comunes, estereotipos todos falsos objetivamente, sin entrar en las
necesidades de su subjetividad tan perentorias y exhibicionistas.
Hoy domingo doy por
concluido el libro, ya estoy
corrigiéndolo, viendo en la panorámica que ofrece el papel, aquellos párrafos
repetidos o innecesarios que es preciso aniquilar, ahora es también cuando
puedes hacer unas cuantas, tampoco muchas, incorporaciones a la forma
literaria. Aparte de disfrutar mucho escribiendo he tenido muy presente el
trabajo que me suponía, porque me ha
parecido trabajo.
Pensaba llevar en mi
viaje de la semana próxima el manuscrito, ya no, así me alejo unos días y lo voy culminando a la vuelta que es
cuando nos aguarda el desenfreno y el bullicio en casa.
Últimamente escucho un CD de rock radikal vasco de mi hijo.
Tiene una cinta que me gusta, por potente, son canciones como parabellum 9 mm.
con ráfagas de mucho ska, y muy politizadas. Son los mejor configurados como
mis enemigos de clase. Pero yo como
baskisch aprendí a bailar saltando (o me llegó después), aunque pillé a todos
los cantautores con su severa gravedad. Sigo pensando que no hay mejor
socialización que la baskisch, que me alegro por mi hijo. El resultado es que
ya siempre sabrás hacer amigos, estés donde estés.
Me perdí el rock radikal vasco, me pone muy energético y
potente, incluso a mi edad.
Por otro lado escucho la cadena Dial de música en español.
Los sábados hay un programa a las 8 de música latina. Me encanta esa
música y que mezclen inglés con español. Las letras son hermosísimas y calenturientas. Casi siempre de joven he sentido que me estaba
perdiendo algo en algún lugar del mundo, que estaba lejos de la fiesta. La
primera vez que estuve en Nueva York estando
en éxtasis, literalmente arrebatado miraba el cielo del oeste, con un
punto de añoranza de California. Hace meses en California me hallaba como en el
centro del mandala. La música latina. Alguna será reggeatón, me hace añorar una
geografía que mas deseo, en el sentido de considerarla mi axis mundi: el oeste,
sur de USA Miami NYC, México, Colombia centro América ahí está todo
lo que me gustaría vivir
Me pasó con el latino Romeo Santos, le pregunté al conductor del autobús quién era y me lo buscó con el celular, creía
que era mujer. Hay una canción relinda que también me encanta y sobre todo la voz
de quién
creía mujer, bellísima y sexy, lo busco y también es tío. No sé qué me pasa.
He encontrado esta dirección,
no la conocía y aunque no esté firmada no parece de agencia
http://northafricapost.com/18605-polisario-cold-war-relic-spanish-writer.html
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