jueves, abril 14, 2016

Vida en minoría, 14 Abril: Los souvenirs frente a la sinceridad emocional


Acabo de descubrir un artículo sobre el Sáhara en el mismo medio en el que escribo, lleva nos sé cuantos "facebook", irá por 100 , yo que llevo tres días en el candelabro: 7, yo, familia y compinchariato. Resulta que este señor ha sido militar y escritor. Es decir, que viene a confirmar mi tesis sobre la procedencia de los autores del metarrelato.

Tiene esos seguidores por una tesis que es radicalmente falsa y así lo titula, de que España es, sigue siendo, la potencia administradora del Sáhara, y lo avala con visiones sesgadas de hechos de 1975 y 1976. Ahí se acaba la historia (literalmente), porque después se tuerce tanto que ya no caben las trampas. Ni entran las fechas. Es una forma como otra cualquiera de manipulación deseada. La gente necesita creencias, dogmas, causas, utopías que hagan resplandecer sus propias vidas. Que fuera España potencia administradora supondría un grado de involucración del resto de los españoles en sus sueños y delirios que les vendría muy bien a todos esos amigos de su causa personal-"Sáhara".

Debería resultar sintomático que no hayamos conocido la presencia de ningún embajador o ministro de Asuntos exteriores en la Asamblea General de la ONU dando explicaciones sobre el Sáhara, como era muy frecuente desde 1960 a 1975. ¿No es muy raro? ¡Vaya potencia administradora y menuda ONU! Como lo es la nula solicitud, recomendación, responsabilidad   de cualquier intervención en la guerra del Polisario con Marruecos, que nadie nos llamara cuando el alto el fuego, los distintos planes Baker, la constitución del MINURSO, etc? A quién tienen que dirigirse este militar escritor y las asociaciones de amigos es directamente a la ONU, que en realidad son los que no se han enterado de que España es la potencia administradora, de un territorio con embajadas por el mundo.

No es excusable la ignorancia, que España no pinta nada ni nadie se acuerda de ella, se da por obvio. En esta época el desprecio al conocimiento, a los hechos, a la realidad es brutal. Es la cultura de nuestro tiempo. Lo que se llama posmodernidad, relativismo… Lo que se ve es que toda la teorización hecha, los debates, la intelección, publicaciones , estantes de bibliotecas no sirven para nada.
Freud escribió en 1900 Psicopatología de la vida cotidiana y Malestar en la cultura. Tuvo mucho más influencia que todo el pensamiento actual que no permea en la opinión pública ni por casualidad.
En un mundo de grandes coches, plasmas y grandes superficies, el conocimiento, la verdad, los hechos no cuentan, en su lugar reina el sentimentalismo (el alijo ideológico de la izquierda es la sentimentalidad ñoña) y la estética-ética: las apariencias y expresión. Necesidad de "ir de".
La izquierda más rupestre tiene su fecha en el calendario y su corazoncito el 14 de abril, que ocurre cuando no hay una sola idea, proyecto ni propósito de futuro. Aunque la República de los Trabajadores (así se intitulaba; tan inclusivos, que se cumplió por lógica natural) va a asociada al fuego, asesinatos políticos, persecución religiosa, comunismo rampante, etc, el mundo de la nostalgia lo asocia a la letra de la ley, a los derechos y libertades de pergamino. Y resulta que esa República congelada en letras de papel es el elemento místico y emocional, como una Torá o Corán. No se entiende si no
Los únicos republicanos auténticos, dejando a los de los souvenirs en sus pantuflas por supuesto, son los de Podemos: siguen no la  caligrafía sino la praxis, la realidad política,  y profanan capillas, anuncian que arderéis como en el 36, y hablan de asaltar cielos y matar fachas.



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