Julian Schnabel: Prehistory
Venía Javi, el muslim. Padre, separado de la senegalesa. Aunque es treintañero como Yael, saber de su arribo siempre crea una expectativa gozosa. No defraudó. Apareció Belén con su hermana treintañera, ingeniera de caminos y empresaria, 20 personas, un millón de facturación, tres años en el mercado y apuntando a París, pero todavía con números negativos, no para de mirar su iphone (la empresa),"y así siempre", comenta. Es una pena que no esté Yael, cuando vuelvas quedaremos. Se va de Barcelona a Madrid, por el pressing del secesionismo. Colas para irse.
Hablamos, hablan del crowfounding, de las startups, sabe que Israel es una potencia en ellas, de emprendedores, que lo son.
Lo lógico hubiera sido que me hubiera saltado a estos jóvenes que están a la vanguardia de los nuevos tiempos, es decir que no hubiera llegado a tratarlos. Como también era lógico que no hubiera conocido a los neoliberales, ni tratado y amistado con gente del Opusi dei (los protestantes del catolicismo). Nada de esto me correspondía, y todo eso me ha sido dado porque yo he estado dispuesto a recibirlo. No conozco a nadie, ni a uno solo, de mi generación, profesión, cultura ideológica que haya transitado por esos caminos, o haya frecuentado ese tipo de relaciones, incluso para salir rebotado de los neoliberales, -no gusto y alguno no me aguanta y propala por escrito que soy un follonero y me tilda de marxista. Aunque me he movido por muchos ambientes y mundos, estos últimos marcan una continuidad en los muy diferentes avistamientos.
Ayer con estos jóvenes tan formados, con un espíritu indomable y aventurero, tan capaces, pensaba en el pequeño mundo de las relaciones internas en una empresa y los problemas siempre solubles en intereses materiales cuyo único destino es el consumo. Lo radicalmente contrario a la vida buena filosófica. Esos jóvenes a los que yo preguntaba y escuchaba, son los que permitirán que permenezcan abiertos todos los demás chiringutos. Productividad neta , germinal, de origen, desarrollo y transformación; todo el progreso recae en ellos. Y la mentalidad de inicativa, imaginación , riesgo, aventura y valor.
Me sentía, por mi vinculación al sindicalismo y laboralismo como surgiendo de un mundo antiguo, opaco, desfallecido, angosto, invadido de penumbras que sancionaban su decrepitud y estrechez. Un antiguo régimen para un ex marxista, la contradicción principal entre lo más antiguo y más nuevo. Dos mentalidades radicalmente antitéticas. ¿Escuchamos a todos y lo probamos? Habría que reivindicar al hombre empírico -susceptible de experiencia propia-, frente a las sangres, tierras y tiznados de la pintura rupestre.
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