miércoles, julio 08, 2015

Una camada de lobeznos mordisqueándome los tobillos

Hay un club por ahí  de estos wikileaks que smartphone y tablets  conectan entre sí gratis a grupos restringidos. Todos tienen mucho material de última hora  de  esas modernas  señales de humo y tam-tam, desprovistas de toda magia e incitación. Yo estuve pero me fui raudo, hace muchos meses de ello, pero es como si nunca me hubiera ido, porque siempre están  anecdotándose (últimamente cedo ante cualquier neologismo que se me ocurra, en beneficio siempre del enriquecimiento del idioma hispano) sobre las empresas que emprenden cada uno de ellos.
Son tan posmodernos que han decidido crearse identidades grupales  débiles, nada de causas políticas o ideológicas con las que redimir a la humanidad y dar sentido a la historia, esas nuevas identidades  las han buscado en el futbolín de la 4ª,6ª y todos tienen equipo de fútbol, incluso dos. Y deben debatir apasionadamente como periodistas deportivos y entrenadores, con la misma sabiduría, reflexiones y conclusiones. Pero no en un bar con copas de coñac, puros y bufandas sino en la soledad languidecente de sus smartphone. ¿Alguno ha pensado en  algún momento de su vida en el suicidio? No. ¿Molestas cuitas existenciales? Tampoco. Todo Costa Azul años 60 y Roma, dolce vita años 50. Debe enganchar como el surf o el golf, pero arrellanado en un sofá. La otra aplicación celebrativa es el instagram con breve texto. Fotos de aeropuertos, testimonios de autobuses, experiencias paranormales en la guaguasera con señoras de rojo, instantáneas de platos gastronómicos con el mal gusto  de los bares turísticos que fotografían los tomates y el pescado congelado a la brasa en plástico. Hitos biográficos, por ejemplo  el momento mágico de beberse una cerveza o compartir una mesa de más plástico. Todo esto no se mantiene sin mucho humor, como ya pensará el lector más advertido. Han decidido que sea a raudales, tanto o más que el ingenio de cada mensaje. Los chistes tienen la particularidad de que están codificados, pero no porque sean secretos (son todo lo contrario, en todas las obras de Al andalus se  explayan), sino porque empíricamente algunos tienen mucho más gracia que otros, y hay una escala. El más encomiástico es uno sobre el bigote de una gamba. El chiste puede ser el dicho más proferido  de las 3.000 viviendas de Sevilla.  Cuanto más santiguo y oído es, en lugar de desgastarse como cumpliría ocurrir, se recarga como los paneles solares.
Como se puede ver solo hay motivos sobrados para el entusiasmo y la innovación,
El otro día me descolgué  desde lo alto de las almenas, tras haberme infiltrado con sigilo en lo que consideran su fortaleza,  con una cuerda que me presto REXI, e impulsándome pendularmente en los muros de la fortaleza,  conseguí  introducirme por una ventana. A continuación realicé una serie de pintadas en el patio de ese castillo, para escarnio de custodios y moradores. Como Boabdil lloraron lo que no supieron defender como hombres-¿lobos? Me reprocharon que yo ya tenía mis propios medios de difusión, que aquello no era una sucursal mía, y que era panfletario, le dijo la sartén al cazo. Volví a repetir la incursión y repinté ahora todos los muros. A los futbolines les salió el ramalazo izquierdista cristiano de base –no hay nada como bromear con las verdad científica- , pinza  que se mantenía en los últimos tiempos en retiro y oración, para beneficio de la humanidad y solaz del día a día.
Basta esta pincelada. Se pusieron estatutarios y propietarios intelectuales del invento, definiendo contenidos, fijando pautas, impugnando pronunciamientos no formularios, rituales y consabidos, en definitiva, queriendo vetar y excluir,  como si tuvieran la patente y el poder.
Voy a seguir enviando mis wikileaks a través de REXI (mi par en nobleza y propensión jocunda, iconoclasta, desprejuiciada, divertida y muy amena y cómplice y de contrastada sociabilidad en cualquier territorio), no me voy a enganchar, no voy a participar ni ver nada y menos tonterías de videos grecia-alemania, aunque pierda horas de risa y de gambas  a la semana. Misión cumplida: juraría que he dinamizado el muermo un poco, he provocado raptos de afirmación política. Me llama quien viene  pastando desde los 15 años en el totalitarismo  comunista en idénticos prados vitalicios: PANFLETARIO. Eso que tiene en común con el cristianismo más social y ejemplarizante, como los electrodomésticos que conocemos.
Enviaré lógicamente los contenidos más encontrados con la filosofía que preside el dispositivo de humo y percusión en troncos al recinto ferial de intercambio de sucederes.  Y voy a seguir fuera, con mis pintadas, manifiestos, proclamas y un mínimo de información, jamás directa.
Sub-ricardo: define contenidos, anda; monaguillo de Lenin y pancartista del séptimo día: ¿cuándo un razonamiento  de vuestra  vida en secta  ha traspasado  la consigna de una pancarta? 



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si usted es un hombre-lobo y sus amiguís una manadilla de lobeznos, acuérdese de cuando, en uno de sus múltiples viajes al sur, le daba miedo quedarse solo en un pensionado playero.

José María Lizundia Zamalloa dijo...

Bueno, fue un asunto menor y al parecer permanecí en el pensionado sin un solo vecino que me pudiera auxiliar en caso de peligro, durante un tiempo, es lo que cuenta.