Hay un club por ahí
de estos wikileaks que smartphone y tablets conectan entre sí gratis a grupos
restringidos. Todos tienen mucho material de última hora de esas modernas señales de humo y tam-tam,
desprovistas de toda magia e incitación. Yo estuve pero me fui raudo, hace
muchos meses de ello, pero es como si nunca me hubiera ido, porque siempre
están anecdotándose (últimamente cedo
ante cualquier neologismo que se me ocurra, en beneficio siempre del
enriquecimiento del idioma hispano) sobre las empresas que emprenden cada uno
de ellos.
Son tan posmodernos que han decidido crearse identidades
grupales débiles, nada de causas
políticas o ideológicas con las que redimir a la humanidad y dar sentido a la
historia, esas nuevas identidades las
han buscado en el futbolín de la 4ª,6ª y todos tienen equipo de fútbol, incluso
dos. Y deben debatir apasionadamente como periodistas deportivos y
entrenadores, con la misma sabiduría, reflexiones y conclusiones. Pero no en un
bar con copas de coñac, puros y bufandas sino en la soledad languidecente de
sus smartphone. ¿Alguno ha pensado en
algún momento de su vida en el suicidio? No. ¿Molestas cuitas existenciales?
Tampoco. Todo Costa Azul años 60 y Roma, dolce vita años 50. Debe enganchar
como el surf o el golf, pero arrellanado en un sofá. La otra aplicación
celebrativa es el instagram con breve texto. Fotos de aeropuertos, testimonios
de autobuses, experiencias paranormales en la guaguasera con señoras de rojo,
instantáneas de platos gastronómicos con el mal gusto de los bares turísticos que fotografían los
tomates y el pescado congelado a la brasa en plástico. Hitos biográficos, por
ejemplo el momento mágico de beberse una
cerveza o compartir una mesa de más plástico. Todo esto no se mantiene sin mucho
humor, como ya pensará el lector más advertido. Han decidido que sea a
raudales, tanto o más que el ingenio de cada mensaje. Los chistes tienen la
particularidad de que están codificados, pero no porque sean secretos (son todo
lo contrario, en todas las obras de Al andalus se explayan), sino porque empíricamente algunos
tienen mucho más gracia que otros, y hay una escala. El más encomiástico es uno
sobre el bigote de una gamba. El chiste puede ser el dicho más proferido de las 3.000 viviendas de Sevilla. Cuanto más santiguo y oído es, en lugar de
desgastarse como cumpliría ocurrir, se recarga como los paneles solares.
Como se puede ver solo hay motivos sobrados para el entusiasmo
y la innovación,
El otro día me descolgué desde lo alto de las almenas, tras haberme
infiltrado con sigilo en lo que consideran su fortaleza, con una cuerda que me presto REXI, e
impulsándome pendularmente en los muros de la fortaleza, conseguí
introducirme por una ventana. A continuación realicé una serie de
pintadas en el patio de ese castillo, para escarnio de custodios y moradores.
Como Boabdil lloraron lo que no supieron defender como hombres-¿lobos? Me
reprocharon que yo ya tenía mis propios medios de difusión, que aquello no era
una sucursal mía, y que era panfletario, le dijo la sartén al cazo. Volví a
repetir la incursión y repinté ahora todos los muros. A los futbolines les
salió el ramalazo izquierdista cristiano de base –no hay nada como bromear con
las verdad científica- , pinza que se
mantenía en los últimos tiempos en retiro y oración, para beneficio de la humanidad y solaz
del día a día.
Basta esta pincelada. Se pusieron estatutarios y propietarios
intelectuales del invento, definiendo contenidos, fijando pautas, impugnando
pronunciamientos no formularios, rituales y consabidos, en definitiva, queriendo
vetar y excluir, como si tuvieran la patente y el poder.
Voy a seguir enviando mis wikileaks a través de REXI (mi par
en nobleza y propensión jocunda, iconoclasta, desprejuiciada, divertida y muy
amena y cómplice y de contrastada sociabilidad en cualquier territorio), no me
voy a enganchar, no voy a participar ni ver nada y menos tonterías de videos
grecia-alemania, aunque pierda horas de risa y de gambas a la semana. Misión cumplida: juraría que he
dinamizado el muermo un poco, he provocado raptos de afirmación política. Me
llama quien viene pastando desde los 15
años en el totalitarismo comunista en
idénticos prados vitalicios: PANFLETARIO. Eso que tiene en común con el
cristianismo más social y ejemplarizante, como los electrodomésticos que
conocemos.
Enviaré lógicamente los contenidos más encontrados con la filosofía
que preside el dispositivo de humo y percusión en troncos al recinto ferial de
intercambio de sucederes. Y voy a seguir
fuera, con mis pintadas, manifiestos, proclamas y un mínimo de información,
jamás directa.
Sub-ricardo: define contenidos, anda; monaguillo de Lenin y
pancartista del séptimo día: ¿cuándo un razonamiento de vuestra vida en secta
ha traspasado la consigna de una
pancarta?