Resulta ultrajante que en Escandinavia, el día del progreso,
la modernidad y la innovación (Primero
de mayo), ponga en internet Autobuses Bilbao –Pamplona. Festivos: consultar en taquilla. Tal la
indeterminación y la ineficiencia –era como si las centrales sindicales
hubieran tomado el poder ese día- que taxi a Loiu-Airport (30€) y de allí Avis a Pamplona. Me orienté
bien porque quedé muy cerca del hotel: segundo ensanche de la vieja Iruña. 147
euros, lo que hubiera sido 30.
Son las 14:30 y nos tomamos una esbirra aún en el ensanche
muy cerca de la Plaza del Castillo. El del pantalón rojo es uno de los
comunistas vascos de la Transición que adineró mucho con la sanidad privada. Un
emblema en Bilbao. El martes estaba en Pozas- Bilbao con ese mismo pantalón cereza-fresa
y ahora está en Pamplona, me mira, le resulto conocido. Está con 2 rubias bastante
más jóvenes que nosotros. Comenta “yo tengo casa en Guadalmina” (que ha de ser
Marbella) y le contesta la rubia pamplonica “como todos los bilbaínos”.
Hago lo que jamás
hubiera hecho, ir a comer a “Casa Paco”, no a un jatetxe o algo de nombre vasco y cocina
afín. Una observación nos la valida. Alubias rojas (la salsa es espesa y tan
buena como las de Gernika o Tolosa, pero la alubia es más pequeña, tiene solidez,
casi textura, es crema que se disuelve en
la boca, luego unas albóndigas, deliciosas con una salsa mejor que la de mi
madre y para rematar, coajada de caserío.
Al día siguiente repetimos
y vuelvo a comer lo de la anterior sin un solo cambio, o sea alubias rojas, albóndigas (que me reservan, ya me
había hecho con la camararería) y coajada. Inmediatamente, ya a la noche,
reparo que estamos en la Calle Estafeta. Los pamplonicas parecen enrollados.
Los de las mochilas no son seguidores de Hemingway sino del camino de Santiago,
ahora empieza la cristiandad a buscar el finis terrae, me advierten. Y los sintoístas japoneses.
Nos dejan los amigos en el Hotel de los toreros, pero queremos
tomar algo más, hay tres en
recepción totalmente ebrios.
- Oye mutilak (chicos en euskera) algún sitio para tomar algo.
- Qué queréis ¿gin tónic? –él porta uno- os abro el bar- nos dice
- Venir a casa que tengo bacalao al ajoarriero ¿de dónde sois?- apostrofa otro.
- Canaria y bilbaíno. Que tienes casa o restaurante- inquiero yo
- No, en mi casa
- Déjate de casas y mariconadas.
Vamos al café Iruña y
voy a ver la estatua de Hemingway que me ha indicado Ricardo, está acodado en
la barra.
Al poco volvemos al hotel. “Que ¿ya estás solo? –al recepcionista-
tus amigos ya habían empezado San Fermín con mucha fuerza ¿eh? Si han cogido el
Camino de Santiago ya estarán por Burgos.
-sí, sí…
El sábado he de devolver el coche, lo gasolino y devuelvo.
Me guía Ricardo, luego me lleva a Alzuza, la fundación-museo de Jorge Oteiza.
Está bien. Es un museo para especialistas, no para colas. Reflexiono allí. La
vida es un delirio tras otro. El ser humano tiene tal componente delirante que
sin él perecería, la religión, creencias, expectativas y ahora la política, que
si los objetivos que propone se hicieran a título individual, creerte ser lo
que no eres por ejemplo, estaría en los manicomios.
Comemos con Ricardo en Casa Paco –no entiendo como el solo
nombre no me bastó para no entrar-, antes en el Café Iruña cerveza y después
algún vino.
Pamplona es muchísimo más socialdemócrata que Sevilla. No
hay un solo barrio marginal, ni un gueto, a los más puedes encontrar una casa
de okupas. Inseguridad no hay en ningún barrio, ni se sabe qué es.
Todos tienen muchos equipamientos, legiones de autobuses.
Todo el centro es zona azul.
Llegado aquí la lamentable paleoizquierda pensará que es
obra de la izquierda, pues no, la derecha lleva 30 años gobernando Navarra. Los
"paleo" no saben todavía que el estado de bienestar europeo es obra conjunta de
conservadores y socialdemócratas, de lo que ya he escrito.
BODA
Nos vienen a buscar, yo voy lo más bilbaíno que puedo, me he
comprado un pañuelo similar a uno de las tiendas más pijas de Las Arenas.
Pamplona, sus murallas, fosos, fortalezas es espectacular.
Como en la boda, a la que solo acudió una canaria (yo fui tenido en todo
momento por bilbaíno, de Pozas como dice XY).
Entramos en la ciudadela: gigantesco parque con fosos,
murallas, emplazamientos. Hay muchas bodas. Oigo el txistu, veo un grupo de
chicas bailando (no visten como las vizcaínas) y me siento sobresaltado como un
setter irlandés con el rumor de una perdiz.
De niño y fugazmente fui dantzari (bailarín folclórico
baskisch), mi padre quiso que tuviese esos estudios.
En el seno de una fortaleza, la autoridad civil, un
Robespierre de cartón piedra hace código del amor veterano y otoñal. Leyó medio
código civil, me asusté, todavía le queda todo el derecho foral… y el europeo.
La tarde estaba para envidiar a los poetas más cursis. Somos
60. No fue mi noche y eso que lo intenté. No estaba dispuesto a convertirme en
el hombre invisible, sin contactos ni voz cantante y no requerido. Solo poseo
un traje de actuación, mi faralaes es el de bilbaíno, según XY, de Pozas (calle
de bares del Botxo).
El acto era en un Txoko con el mejor catering de la ciudad,
que no ciudadela, donde no hay ninguno.
-Soy maestro de mi pueblo, Tafalla-
-Sin el EGA (la titulación en eukera)-aventuro-
-no, no con el EGA-responde
- me quieres decir que hablas euskera con ese acento
murciano que tenéis, con esos diminutivos de feriantes en “ico” y además ¿con
quien hablas euskera?
- Con compañeros, con los que hablan, pocos pero hablamos si
no hay nadie que no lo entienda; ¡mira
los carlistas que tolerantes!, le contesto
- Vamos, que tú eres un vasco navarro- a apartir de ahí ya
me empiezo a dirigir como vasco navarro.
Como tengo una extrema intolerancia alérgica al
aburrimiento, me dispongo a vender mi actuación. Las conversaciones también me
aburren la mayoría. Y tampoco me gustan las mayorías, que aquí son navarros. Me
sale la educación y la amabilidad, pero no me basta.
Me he hecho con mi propio argumentario.
- Sabéis contra quienes habéis luchado los navarros toda la vida: contra vizcaínos y guipuzcoanos, para que ahora vayáis de tan vascos, imitándonos.-
- Porque erais Castilla
- A honra, los vizcaínos fuimos leales a Castilla y fundamos España con lo que alcanzamos nuestra universalidad, las toponimias de América son en gran parte vascongadas
Prosigo: reconocerás que sois el enclave más reaccionario de
España, el de mayor integrismo religioso, fanáticos del Antiguo Régimen, de
Dios, patria y fueros, os tirasteis un siglo de guerras carlistas contra el
liberalismo y la modernidad, que ya lo dijo Engels, fundasteis el Requeté, tomasteis Bilbao y San Sebastián
con los italianos, celebráis la romería de Montejurra y en una sola generación os volvéis abertzales.
El gerente de la Universidad Pública de Navarra, ante mi perorata decía, no
entiendo nada. Empiezo a ser conocido como el bilbaíno, además llevas camisa de
rayas, me dice una.
Me voy con un montañero navarro que ha rozado ochomiles
del Everest. Vuelvo con el de Tafalla, ¿cómo te llamas?
-Manolo
- Cómo que Manolo, no he conocido en mi vida a un eskaldún
que se llame Manolo, ni siquiera Manu, ¡Manolo! Vamos a pedir una guitarra
española para que toques bulerías o seguidillas.
Un constructor navarro al aparecer acosa a XY, a mí me
acosa un gafudo que al pasar al lado me pega en el cuello, como si fuese
Indurain. Su apellido es guipuzcoano y él ni lo sabe.
Estoy sentado, resulta que la que viene es la más buena de
todas, es bilbaína, veraneaba en Bakio. Me dice sus dos apellidos. Vuelve al de
un rato: a que no te acuerdas de mis apellidos (baskisch). Pues no.
Vuélveme a decirlos. Descubro que está
casada con el subnormal. Ganas de decirle que hace una tía como tú con un tío como ese. Seguro que de niña pensaba
meterse en un convento para sufrir.
Me viene otra. Y empezamos a
hablar de la muerte. Me dice yo también desprecio la vida, cosa que no
había dicho pero pude darlo a entender. Y sigue. Siento mucho desapego a la
vida. Sí, esa es una expresión más justa. Le cuento que mi plan es morir a los
78 años en el puerto de Baltimore – la actualidad parece que se ha puesto a
cooperar- asesinado en una reyerta. Tú
eres un freaky, y de la misma se levanta y se va.
Pues es lo destacado, interpreto que poco.
3 comentarios:
Impartiendo clases de historia de Euskal Herria en uno de los siete territorios.....
estas crónicas son muy interesantes y divertidas
debería publicarlas en EL DIA pudiera ser que las leyera más gente que sus artículos sobre Chomski...
salu2
EDH
Compruebo que no me frecuenta, aún no he citado a Chomsky en el Día, pero tenga la seguridad que lo haré
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