Ayer en el Oliver la Tertulia Mácaros
El día de la presenta Manolo tenía el coche aparcado más
arriba de la plaza de Santo Domingo. Le digo “esto ya tiene que ser el barrio
de San Juan”. Nos subimos al coche y seguimos calle arriba.- ¿Dónde está San Juan?- le pregunto. Y me señala enfrente de la autovía.
- Eso no puede ser San Juan. O es esto o es un poco más arriba, pero a este lado de la autovía- le preciso. Manolo me enseña otro barrio que también está enfrente.
- No puede ser todo el barrio de San Juan, no es el único barrio de Las Palmas, ya lo hemos pasado, seguro.
Al día siguiente vamos a Vegueta otra vez, desde el Museo Canario para delante las casas de esa calle su suceden con el mismo valor arquitectónico señorial. Es evidente que en una misma época se desarrolló una burguesía comercial agraria de primer orden. Aquí solo hubo dinero y prosperidad. Parece La Habana.
Llegamos al centro Cultural San Martín, no hay un solo visitante pero 5 empleados como en Berlín este el año anterior al derrumbe del muro. Parece un país comunista: les tienen a todos haciendo que trabajan.
Por favor señorita nos podía indicar dónde está el barrio de San Juan. Sale a la calle.
- San Juan tiene que estar detrás de esto, arriba- asevero.
- Así es.
- Cuáles son esos barrios- interrogamos,
- Para el aeropuerto, también detrás, está San José, San Juan aquí para arriba, aquel de enfrente San Roque y el que está al otro de la quebrada es San Nicolás.
Pasamos a identificar todos los barrios, mejor que Manolo, que los refunde como "los riscos".
Llegamos a la intersección entre San José y la Real de San Juan, le llamo al marqués “ya estoy en tu barrio”. Estoy frente al bar Perico, XY se sienta en un murete de la plazuela junto una pareja de traficantes, en cualquier caso al margen de la ley.
El marqués me cuenta alborozado que desde ahí se avisaba la llegada de la policía.
-Pues siguen ahí, en la puerta del Perico- le contesto.
San Juan es la parte alta de Vegueta, de la Vegueta vacía, diurna y turística, de muchos despachos y ninguna población: El corazón vivo y habitado de Vegueta es San Juan, donde confluyen patricios y plebeyos absorbidos por el estilo de aquellos, son los colindantes de las casas señoriales e impregnados de ese contacto de siglos que marca, es también la Vegueta canalla, suburbial, de tango e isa, auténtica y pura, pero que custodia el halo de tanta prosapia y blasón desde esta Vegueta alta, y también toda la poesía y porte aristocrático que rezuma.
San José, San Roque y San Nicolás solo aspiran a acompañar desde lejos a San Juan y a fijarse en su emplazamiento como modelo. Es la única Vegueta que queda.
Ya me lo sabía.
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