sábado, noviembre 15, 2014

La presentación en la RSEAPGC y el British Club

 
 
 

La sala desolada no fue motivo para que, yo siguiendo al Presidente de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, nos arredráramos. La sala vacía, pero sin embargo mi artículo sobre Unamuno y Agustín Espinosa (que sale en el libro) más de 600 entradas (ya casi 7) digitales en el periódico El Día.
En Canarias hay un ámbito en el que la vida del libro se reduce a su presentación. Así exactamente: al acto.  Lo que tampoco llama la atención de nadie.  Por lo que muestro la imagen de la desolación. Pero me da que este libro va a tener bastante  más vida. Es la tercera presentación y creo difícil esquivarlo. Sorprendentemente las dos universidades canarias ya han adquirido Por el sindicalismo, abogado de Euskadi a Canarias (además editorial foránea) pero no el Ensayo en la literatura canaria, y sí la de Granada.
Di mi charla como si la sala estuviera llena. Me encanta la literatura y el ensayo canario, como su aspecto socioliterario: la gran  veta para doctorandos, aunque  no lo  va  hacer ninguno, como sé. Que sería la forma para empezar a encuadrar la literatura canaria  en un  marco de análisis objetivo, de hablar de la realidad. Para que la realidad fuera realidad y la ficción ficción. Disfruté mucho releyendo El ensayo en la Literatura canaria (y presente socioliterario). Los muy menguados asistentes que no bebían los vientos por la literatura canaria, encontraron muy interesante todo lo que dije y les he dado una perspectiva. Qué más se puede pedir. XY: Transmitiste tu entusiasmo y pasión.
 ante SIR WINSTON CHURCHILL
Recibo ahora dos correos de  la Real Sociedad  elogiando mi libro. El presidente, que su aspecto aristocrático lo traslada también a su formación e inquietudes, habla de cultura universal. Estamos evidentemente en un ámbito ilustrado, en un vestigio de la explosión de las ciencias y las artes del XVIII, ante  la cultura universal y  Viera y Clavijo que presidió  esa sociedad durante 20 años.
En un correo recibido ayer mismo me comunican  que se ha grabado la conferencia y que se va a colgar en la web y Facebook de la Sociedad. Si es como en la Económica de Tenerife, sería un éxito de impensables entradas a youtube.
En su afectuoso correo  el Presidente  me invita a nuevas presentaciones. No pensaba hacerlo con mi último libro pero, así las cosas, aprovecharé  para primavera. Solo hablaré de sindicalismo, de sus menudencias, su mundo, sicología, casos… Soy fuente directa. Alguien me dice que con temas como ese  me   desprestigio. Lo saqué del interés cero para el mundo mundial, gracias a lo literario autobiográfico. Los aspectos intelectuales, morales e ideológicos para mí siempre han sido importantes. Y creo que esos análisis no me salen del todo mal.
El British Club
Tras la presenta nos dirigimos al British Club. Celebran las estaciones. De bajo el retrato de Carlos III, el rey ilustrado de la Real Sociedad Económica, a la reina Isabel II de Inglaterra. De la  bandera de España a la de la Union Jack.
Muy inglés y auténtico, unas viudas o divorciadas  (españolas estas) cantan ya que hay un trío de guitarras enfundado en riguroso negro que se pasean por las mesas, primero boleros y luego arrancan con lo que les piden. Una señora de unos 60-65 años a la que se adivina una juventud exultante de mujer deseada y poderosa canta con inusitada pasión cuando calienta el sol aquí en la playa, siento tu cuerpo vibrar cerca de mí, es tu palpitar, es tu cara, es tu pelo, son tus besos oy, oy ,oy. Cuando calienta el sol…….,  me estremezco, tu recuerdo, mi locura, mi delirio oy, oy, oy….
Veo como le pasan amantes, triunfos, desdenes, anhelos, recuerdos y parecido las demás que se autobiografían sentimentalmente. Les miro las caras ensimismado en mis intuiciones. Les pido a los camareros si nos pueden buscar a algunos ingleses para nuestra mesa que es redonda y sobran sillas, confraternizamos y compartimos algunas cuitas que propongo. After, los gintonic en el hotel Santa Catalina, mas ingleses, pero ahora  piano. Y cosmopolitismo colonialista, el equivalente al comienzo de miles de novelas. 
A la mañana “¡Sr Lizundia, Sr Lizundia!” cerca de Casa de África, es mi amigo Ahmed, el Cónsul de Marruecos en Canarias, que es saharaui. Me disculpo por no haber  acudido a la fiesta nacional de Marruecos.

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