La unanimidad es absoluta: la boda resultó irrepetible, las
condiciones que se dieron fueron excepcionales, por tanto, hasta los más
jóvenes saben que no estarán en nada igual. Fue una acumulación de circunstancias que se dieron y que se
pueden establecer, ese es el asunto. Unas notas fueron multiculturalidad,
cosmopolitismo, disposición, rito, fusión, mucho talento y nivel.
Son tantas las cosas a destacar de la boda que yo me
quedaré con los amigos de los novios
que conozca. Fuimos ensalzados los padres de manera repetida por los
amigos de ellos. La última vez cuando
comenzaba a calentar motores el DJ en la pista y con micrófono a cargo del gran Dani Mac Daniels. Le
arrebaté el micrófono con violencia y le desdije, el novio si algo había logrado
había sido a pesar de sus padres, por supuesto de mí. Luego Dani, el querido Dani, me decía vestido del jazzista que
es y divertido, que parecía que lo teníamos preparado, en lugar de estar
molesto.
No sé de nadie que llevara más amigos a casa de sus padres a
comer, en algún caso casi a veranear, que yo, y siempre sin avisar. Alguna vez
aparecía con 4 ó 5. Mi madre como siempre le ha gustado el movimiento y el
ruido, encantada. Pero no oía yo que recibiera parabienes o fuera madre de
renombre. En realidad entre los adustos nadie lo era.
Unos padres que digan que son amigos de sus hijos necesitan
urgentemente un psiquiatra, pero unos que
sean simbólicamente vitoreados por los amigos de los hijos, son irremisiblemente
y en todos los casos unos payasos (no divertidos: payasos), algunas de cuyas
cualidades a mí, sinceramente, no me disgustan.
1.
Hasta hace unos años no había pensado en los
amigos canarios de mi hijo, un par de adláteres lo eran ya desde la infancia en
el colegio Monte-story, mojón que me nublaba la vista y me impedía proseguir,
luego del Instituto, uno del Colegio Mayor y agregados.
Me parecían hedonistas, clan, fumadores, bebedores equilibrados y muy amigos con determinado
rollo. Tipo jipis, más o menos. La mayoría de estos ahora son artistas (basta ver el video),
bohemia, se dedican al cine, la producción, algunos han estudiado historia del arte, una a
la moda en Sevilla, un jazzista en Barcelona, una brasileira y un italiano que los han
sacado directamente de Brasil e Italia, vamos, que no son alquilados por
un prurito cosmopolitan o cool, que es como fueron básicamente a la boda, muy
Village (del Greenwich Village, ojo, sobre todo Yone, muy South Manhattan).
2.- El segundo grupo son los del Colegio Mayor de Madrid, y
del colegio femenino próximo. Dijeron que se quedaban hasta que terminaran tercero
y se quedaron hasta entonces, optando
por una red de pisos francos, en los que se mezclaron.
Viéndoles tan guapos y elegantes en la boda pensé que esa
manera de llevar los trajes lo habrían aprendido en el Colegio mayor antes de
declararle la guerra. Allí se iba a los bailes con traje y corbata. Estilo West
Point. Estos no tenían pinta de jipis, para
empezar varios estudiaban dos carreras, una era siempre periodismo. Borja el maestro
de ceremonias, no solo ha sido corresponsal en España de la televisión iraní,
sino que ha trabajado en el banco exterior o una agencia española en Tel Aviv,
el amigo Borja es también filólogo hebreo. Carmen, tan bella y simpática, se licenció
a la par en Bellas Artes y Derecho. Tiene un problema con Vigo. Vigo no es Shangai
ni Seúl, ni siquiera Costa Rica. Alfredo, vascongado de Irún, que hizo Bellas
Artes ahora resulta que es un alto creativo de Mango, cuando yo creía que
trabajaba en una tienda. Ramón, un gran bailador, a los 28 años ha decidido
darse la vuelta al mundo, ahora va para EE.UU. y Canadá. Dejó un trabajo de
marketing y comunicación, año sabático. Mario que ha estado en la universidad
de Upsala está terminando su doctorado en farmacia. Carmelo es abogado de un gran despacho. Susana que dejó
filosofía en cuarto es trabajadora social, te convalidaron algo, no me la hice
entera.
La mayoría de ellos han sido y son muy echados pa´lante en sus vidas, y por eso y
formación les va tan bien, tienen tanto talento como Luispi, del que me
olvidaba. Cuba es de los dos núcleos, diré que
es el DJ del video. Se consulte y vuelva
a ver.
3.- Núcleo vascongado: Hobbit (una novia muy guapa) va y me suelta el “Estado
Español”. “Tú eres un rehén y vendido de las sudorosas cuadrillas de jatorras de Durango (de donde es)” y Gonzalo (de
Vitoria-Gasteiz), que proviene también de las temporadas en Irlanda y Escocia,
del que Eguiar siempre había hablado muy bien) no desmereció, también corrigió
a Hobbit y llegó más lejos: “la tortilla de patatas que comes en Fuenterrabía u
Ondarribi (matiza irónico) es la misma que la de Sanlúcar de Barrameda”. Eso es reflexión
antropológica, lo demás es cuento. Eran casi las 3 en la pista de baile y tenía
que estar en Bruselas, donde trabaja, a las 9 de la mañana por las elecciones,
como alguien que yo me sé.
4.- Núcleo París, Instituto de Estudios Políticos.
A ver si acierto en el orden de reparto, estelaridad y
prelación. En el high top se sitúa la estatua griega de alabastro, vaporosa,
sedosa de color mar Egeo, que lucía olímpica, llamada/llamarada Irene (como nuestra
calle), con la que hablé mucho. Cuando vinieron de París en el 2007 o así a
carnavales llevaba unas botas de piel consonantes con ella, pero que no las
recuerda. Hizo Políticas y Derecho y está en Cuatrecasas, pese a su edad ha
pasado por trabajo por Washington y NYC. Se quita admiradores con un spray
específico que tiene, a lo que no le da
ninguna importancia.
Después, tras ella, viene Bertie a la que conozco desde la
época de París sin haberla conocido personalmente, incluso conocía frases de
ella en castellano, que ya es difícil recordar. Me contaminó de frases y yo
acuñé otra, “tu español proposicional dejaba que desear”. Es la típica catalana deliberada. Pero ya no.
Te haces amigo de Bertie y es como si de golpe tuvieras una pandilla.
Pocas veces en la historia se habrán congregado tanta gente
divertida, yo no he estado nunca en otra parecida, pues bien Bertie es la más,
incluso con el nivel existente. Va por su tercer master y trabaja en Londres.
Un tal Christopher de LA le pidió matrimonio en mi presencia, que rehusó. En una de estas, mirando la pista, dice melancólica: “mi boda consistirá en una
comida”, a lo que le respondo: “O ni eso”. Iba a coger un microbús a una hora
(cada hora salían), se pide un güisqui y dice: me quedo. Bajó en el bus de las
vomitonas como nosotros y la panameña, que en el brunch del día siguiente
estaba de gozadera.
Álvaro es un tipo encantador y entrañable, no sé si dice
cosas interesantes (no lo he desentrañado), pero el caso es que siempre parece que las dice. Con un gran puesto en la
empresa privada con destinos en varios países, deja esa empresa para ir a hacer
un master en NYC de muy alto standing.
Adriana también estuvo en carnavales 2007, como Álvaro, la
conocí en Paris en el barrio árabe, trabaja en África y ahora tiene su propia
empresa de cooperación o algo así, me dio la impresión de valer y hacer mucho.
Es de las que intimida a los hombres, sospecho.
Conocí a Kentia, también de “Sciences Po”, hija de irlandés
y japonesa, se está doctorando en Ley penal internacional y violencia
doméstica, ocurre que lo está haciendo ni más ni menos que en la London School of Economics, donde ya se
permite dar clases. La presenté a Cristina la nuestra, y Jorge habló también
con ella. De París se fue a vivir a Madrid a la red de pisos francos de los amigos de
Eguiar.
No creo que me esté dejando a nadie de París.
5.- Los americanos
No me pega que Shilpa pueda ser mi nuera –eso corresponde
más bien a familias numerosas y españolas, en las que no entro ni por
casualidad-, más bien es mi hija (política). Es la relación, el afecto
pertinente, porque así es como se presenta. No se decide.
Obviamente los americanos ya han pasado a concernirme de una
manera más intensa que antes, ahora sí estoy emparentado.
Los americanos, a pesar de los que piensen los hispanos (con
hispanos me refiero a españoles, no a los latinos) de ellos -hispanos de la comida siempre
encharcada en aceite, con sus ajos y fritangas, sus platos gigantes de cuchara,
su falta de idiomas, su exceso de pan, su hablar a gritos, sus camisetas de
futbol, su ridiculez turística con sus zapatillas deportivas y riñoneras, su
tosquedad e imprecaciones, sus agrupamientos de horda, su aspereza y besuqueos…
- representan (los americanos evidentemente) el estilo. El estilo de las series
americanas, el modelo de nuestra forma de vida, el modelo siempre es un poco
mejor que la imitación. Pero Aceite/ajo/pan no lo entiende así.
Los americanos daban mucho nivel y eran otra negación del
sentir hispano popularucho: la idea de elites, incompatible con la religión de
la igualación a la baja. Ocurre que siempre no todos sus patrocinadores lo
cumplen, al revés lo incumplen todos que
tienen la más mínima oportunidad. Aunque por una vez las elites de la
preparación estaban a ambos lados del mantel. El nivel no lo da el dinero ni la
burguesía, antigua o nuevos ricos.
Como dijo Al el pasado jueves, había mucha preparación ¿no?
Pues sí: reporteros de guerra, portadas del New York Times, gente con
restaurantes en Nueva Orleans por lo que he leído, editor de aquel periódico
para Europa, el amigo Francois, del servicio diplomático de EE.UU. en un estado
del Golfo pérsico como Alex, que ha estado en Afganistán y lucha con el idioma
árabe. Gente de organismos y agencias internacionales y americanas. Seguro que
alguno de Harvard o Stanford y por Shilpa gente de la fotografía, edición y cine.
Conocí a 4 judías
encantadoras, las 4 sabían de mi pro judaísmo y sionismo. Una se estaba
doctorando en la Universidad de Nueva York, pelirroja, hablaba perfectamente
español, su marido, otro intelectual, me habló de un libro de un francés que no
conozco y que ayer aparece en el suplemento
de El País o ABC. Otra era la copresentadora del sangeet del viernes, me hizo
bailar a las 3 de la madrugada de la boda, como un viejo lamentable que
derramaba la cerveza, había dejado los gin tonic, trabaja en la asociación de amistad EE.UU.-
Israel, el megalobby, otra que le preguntó a mi hermano si era escritor tras
verle tocar el piano, y con traje en el brunch del domingo en la playa de
Marbella, vive en L A. Otra simpatiquísima y compañera de blog de Shilpa se iba
a Marruecos.
Seguramente no pensaban que en España existiese alguien que
no fuera antijudío y antisionista. A todos los americanos les decía que Aceite/ajo/pan eran antiamericanos y antijudíos, que había que oírles y se las daban de
refinados, aunque debe ser por el aceite
y el alcornoque.
Me hizo mucha ilusión que una chica se me acercara mientras
pedía un gin tonic para felicitarme y decirme que era la mujer de Marc. Marc
es con Seth uno de los mejores amigos americanos de mi hijo, con los que cruzó
EE.UU. de costa a costa. Me dijo que siempre estaban juntos. Seth es el
cantante del grupo country que actuó en el Sangeet y que me gustaría que saliera de una vez en internet: Fue
glorioso, realmente emocionante.
Estaba con Bertie mirando a las estilosas y estilosos
americanos bailar y Ágil ojo de águila comenta: “estos americanos hacen unas
coreografías geniales”. “Me alegro,
creía que nadie lo apreciaba” le contesto a Bertie. No he visto bailar igual en
mi vida. Me han llamado la atención tres chicos, con pinta de sabios y una chica muy alta. Hacen unos
movimientos espectaculares en línea, siempre en línea, llevan el ritmo con movimientos nunca vistos,
contorsionean como si la inventiva, la creatividad individual fuera un valor
americano que todo lo coloniza e impregna. No lo hacen de continuo, no
alardean, no son de discotecas, sino cuando les sale. Un chico y chica han
ocupado como una calle de piscina y como sus ancestros irlandeses van de un
lado a otro. No hay libreto, no hay método Tarantino y Travolta. América
multirracial: unas asiáticas muy pálidas con vestidos estampados y chaquetas
preciosas como ellas bailan junta a unas rubias de minifaldas y piernas que
suben al cielo. Son los más divertidos los americanos/as y eso que la
competencia es extrema. Todas las melenas al viento, doradas, negras,
pelirrojas, cortas, largas. Bailo como
puedo –mi desfase ya es bíblico- con una
panameña que es la encarnadura más hot de lo latino, habla en panameño. No como
el español seco y cortante de Aceite/ajo/pan. Después sucumbió, pero no por mí.
Los americanos no solo trabajan mucho, hacen deporte, y
saben bailar, también saben beber. Beber es beber, no mojarse los labios.
Entre la troupe de Georgetown como no acabar con otra diosa
del panteón: María la que bailo flamenco en el Sangeet. En la boda se espectacularizó aún más y logró eclipsar a
los americanos (los que han estado en Nueva York habrán observado que lo que
llama la atención, se intuye de ellos es que saben dejar sitio a los que vienen de fuera,
lo opuesto de Europa). Lucía un vestidito minúsculo dorado con tirantes y supimos todos que era la reina de la fiesta.
¡Qué número de cabaret, cuánto arte y talento en la boda del talento! María no
es alguien de Hollywood aunque lo parezca, estudio derecho en Manhattan durante
cinco años de cajera, vendedora, iba a
Oviedo a examinarse. Se licenció y se fue 5
ó 6 años a China a un banco internacional. Bailaba flamenco y le
contrataban cuando abrían firmas occidentales en el país. Hizo el master
en Georgetown y ahora trabaja en el mayor Think Tank del partido republicano,
lleva el Caribe, por donde viaja de continuo.