Déjenme que les cuente una historia muy linda que
protagonizaron en 1977 los vecinos de ese barrio, a cuenta de una expedición bilbaína
que hubo de cruzar por aquel desfiladero. Exactamente
por la calle de marras antibulevar.
Me quedé con el enclave: Gamonal
Creía que había ocurrido a fínales de los 70, pero casi, fue
con ocasión de una final de copa del Athletic Club de Bilbao disputada en
Madrid, que creía no ganó. Busco en google. Fue en 1977 y efectivamente quedó
subcampeón.
En aquella época el contingente de franquistas fanáticos,
simpatizantes, conniventes
era gigantesco, y Burgos era sociológica e históricamente muy
franquista. Los bilbaínos habían comenzado a coserse las ikurriñas a la piel,
que en kilómetros de tela han ganado a las nazis,
mucho menos exhibidas.
Los bilbaínos habían tomado una vez más Madrid –pidiendo “agua de Bilbao”, que es el
champán y demás repertorio de actos humildes y recatados- confiando que el Athletic ganaría, pero fue derrotado por el Betis. Todo iba relativamente
bien a pesar de no llevarse la copa, cuando tuvieron que atravesar Burgos y
salir para Bilbao por el barrio del Gamonal. Allí una turba de vecinos del
famoso barrio socrático esperaba a las
caravanas de autobuses y particulares que regresaban a Bilbao. Apostados a los
dos lados del desfiladero los autobuses
bilbaínos eran impactados por una lluvia de piedras,
me imagino que con similar tenacidad a la de estos días. Supongo que
entonces las ikurriñas les ponían muy excitados por las que las quemaban para aplacarse.
Los bilbaínos según recuerdo, a las afueras casi hicieron círculos de autobuses-carromatos
y pensaron en su autodefensa y en
regresar para asegurar el paso del desfiladero de la calle Vitoria
pre-bulevar.
Los bilbaínos se permitieron responder a la agresión cruzada
y al fuego, recurriendo al arma más venerada de su idiosincrasia, a su
ethos más puro. Tenían que seguir atravesando el
desfiladero de la calle Vitoria del Gamonal, sabiendo que los cristales
saltarían hecho añicos, y que habría
heridos (30), pero urdieron emplear una arma para ellos bíblica y definitiva: responderían
rociando ellos también el Gamonal con otros
materiales más evolucionados (de metal): y así
al pasar les echaban pesetas y duros aunque lo hicieran agachados,
siempre había a mano monedas que despreciar.
Lo que debió encrespar mucho más a los burgaleses.
La prensa de Bilbao
hizo de ello Pearl Harbour y con razón. Fue cuando descubrí que el bilbainismo
no era un estilo de vida o forma de ser, sino una escuela de la buena muerte:
provocadora, heroica, suicida, sonriente.
Una norteamericana que conoce casi todo el mundo, que se
dirigía a Bilbao paró hace 3 años a comer con unos amigos en Burgos y lo que
más le llamó la atención fue la falta
total de multiculturalismo, todos blancos y con pellizas. Hay historias,
composiciones étnicas, mundos cerrados, sudor
compartido de vecindario, delirio gregario, insólitas luchas finales,
espontaneidad de masas, siempre el fuego… que dan miedo. La pobre extrema
izquierda española, tan densa en ofertas, se solidariza en Sol. Es todo lo que tiene, salvo que EE.UU. e Israel lo eviten.
2 comentarios:
estas seguro de que no fue al reves?
Jajaja no se puede contar la historia de manera más sesgada...lo de los duros, pesetas(y añado yo, mendrugos de pan), lo lanzaron los alegres bilbainos en el viaje de ida a Madrid(Y NO EN EL DE VUELTA). A la vuelta se les esperó en Gamonal...y por cierto...no hubo ese acto heroico, fruto de tu imaginación...esa vuelta heróica de los autobuses a la zona de combate...nada de nada...Se lió una buena, y fue la policía la que protegió a tus alegres bilbainos.
Respecto a lo de las pellizas y tu amiguita que para en Burgos a comer...no merece ni ser respondido...
Publicar un comentario