Resultaron 27 horas
inolvidables. Un viaje con motivo, como
era la presentación en el Club de Prensa Canaria de mi libro sobre el Sáhara.
Gracias a mi nuevo amigo Manolo y a Tristán Pimienta.
Quienes iba a llamar se
adelantaron: Teresa y Gonzalo y
Juan. Manolo, mi hermano y su hermano otro
(culto y antigregario) y XY. Tras el acto y escuchar en círculo a Tristán desgranar datos
muy interesantes que le permiten poseer sus muchos años en primera línea de información,
fuimos al bar de nombre embaucador: Ca´chodamián. De allí nos fuimos. Volvimos al bar que da de cenar durante toda la noche. Más a gusto no cabía estar.
Igual que al día siguiente. Los tres de librerías, de viejo y sobre todo en una de
ocasión (levanté lo poco que había del Sáhara, joyas), Casa de África y paseos
por la ciudad. La presentación, actos inéditos
No se aplaudió ni al presentador ni a mí, y eso que había
amigos y público sin etiquetar. Los saharauis sumamente respetuosos no aplaudían sus
preguntas tesis, de largos preámbulos, pero si lo hacían más atrás las bancadas
poscomunistas de retórica floreal y contendido indigente, con sus nociones.
Lo nunca visto: durante mi intervención y respuestas (suaves
a los saharauis y al extranjero de Amnistía Internacional -plenamente de acuerdo-
y desabridas y beligerantes a los anclados en la noche de los tiempos) había
público, alguno saharaui, que cuando creías que abandonaban el lugar, se iban a
comprar el libro y regresaban a sentarse. Después, lógicamente lo más
comentado.
Tipo de intervenciones.
Un saharaui, a cuenta de los pescadores canarios
ametrallados, dice que ellos no tuvieron la culpa pues el Polisario ya había
declarado las aguas de su soberanía, y quienes se adentraban asumían los
riesgos. El nivel de raciocinio estelar de ETA y HB.
Le contesté “¿en qué quedamos? ¿en que las resoluciones de
la ONU son sagradas (cogen un par de
ellas y ninguna de las que de facto las privan de toda eficacia), que son expresión de la
legalidad internacional o que también cabe de manera absolutamente unilateral, sin el apoyo de
ninguna resolución o voluntad implícita violar la carta fundacional de la ONU o
el núcleo esencial del orden internacional, a una organización que ni siquiera es
estado?”
Le puse como ejemplo a ETA con la
socialización del sufrimiento, ellos también avisaron que estaban en guerra por Euskadi y que no
habría inocentes.
El presidente de la asociación de derechos humanos se olvidó
por completo de ellos, y se metió a experto (nostálgico) de derecho internacional. Le hube
de recordar las violaciones de derechos humanos producidos en el Aaiún. Luego un
poscomunista, retórico y solemne soltó la banalidad esperada. Respondido, tras
los aplausos a sus limitaciones.Tristán Pimienta
Antes del suicidio del PSOE había personalidades como
Tristán, eran liberales, progresistas,
ilustrados, cultos, cosmopolitas, críticos, intelectuales, amantes de su tierra y paisanos… Él perteneció al comité federal y no se levantó cuando se aplaudió al Polisario. Como
canario se solidarizó con los pescadores asesinados.
En España se dan fenómenos feroces, aquí la solidaridad, la
empatía, la compasión no se dan con la víctima real, en este caso los asesinados,
los huérfanos y viudas de los pescadores, sino con el verdugo y sus razones abstractas, su
soberanía sagrada, su verdad bíblica, su intransigencia de fuego, su utopía
agónica y sus estrategias político- militares fenecidas. Este es solo uno de los motivos
que me hacen detestar España, estas anomalías lumpen, esta anomia y cobardía. Tristán ha
debido mantener una actitud de dignidad moral e intelectual
admirable, cuando la cobardía, el ocultamiento y la mentira primaban.
Hace unas horas me he encontrado con esta perla en uno de los
libros que compré sobre el Sáhara, que no puedo dejar de compartir.Sáhara hoy de Canal de Solidaridad iniciativas para la paz, pág. 142 “El frente Polisario emprendió una serie de actos de defensa (sic), de resistencia (sic) que produjo víctimas inocentes entre los trabajadores canarios”. Hay que tener cojones (franquistas): “ actos de defensa, de resistencia”. Panfletos acaso, huelgas de hambre quizá… Lo firma un profesor de la Universidad de Las Palmas. Franquismo puro. Los disparos al aire y los cuatro trabajadores muertos. Aberrante. Será bueno el autor escarbando een pos de pequeños datos, pero este es el nivel a ras de universidad. O fue.
Una cuestión sobre el futuro del Sáhara
Desde que decidí informarme sobre el Sáhara, he seguido por
internet algunas concentraciones pro saharauis de Tenerife (de las que tenía
noticia). Las dos últimas que vi – con una me crucé- iban muy menguadas de apoyo,
se constreñían a elementos nativos y a grupos de cercanos. Daban pena.Tras el acto del miércoles en el Club la Provincia de Las Palmas, al que acudieron un grupo de saharauis respetuosos, formados (aunque nada autocríticos, nada revisionistas, nada librepensadores), pero dogmáticos, si bien menos que las bancadas poscomunistas que tenían detrás - me hago una pregunta.
¿Habrán pensado los saharauis en los apoyos que conservarán en España (enhebrados casi como su frente internacional), dentro de 5 ó 10 años unido a otros factores todos desfavorables? ¿No son capaces de observar la tendencia abandonista (liquidacionista)… hasta ¡en Canarias!? ¿No hay estrategas, analistas, tácticos, políticos… entre ellos? ¡No!: todos son propagandistas. Y dogmáticos.
El colmo es que en un periódico de Las Palmas –quien lo hubiera dicho- se tilde al Polisario de la última gerontocracia de África. ¿Se ha abierto una brecha en la parte más solida del muro? Esa frase es mía pero la puso de titular el periodista –no parecía enemigo del metarrelato- que me entrevistó. Hay un punto de inflexión en el devenir de las cosas, que se suele producir cuando el núcleo del discurso sacralizado (del metarrelato) es profanado, y en consecuencia desacralizado. No es cosa menor que algo pierda su aura de sacralidad (intocabilidad). Constituye siempre un roto, una fisura, una brecha.
Me harté de acusar en la presentación a la sociedad española en su conjunto de actuar con plena concertación anímica y volitiva con el Régimen para “soltar” el Sáhara como fuera en 1975. Ni una sola respuesta de los españoles ni simbólica (cierto sí, alguna mascarada formalista), ahí están las hemerotecas.
De otro lado los saharauis saben que tanto amor de sus amigos españoles va a durar exactamente el tiempo en que tarden en dar con una salida para el Sáhara distinta al final por el que apuestan aquellos. Entonces, ese mismo día, les van abandonar como a perros.
En cuanto les quiten los festivales de cine, las caravanas, la aventura, el turismo solidario, los viajes en jeep con banderas al viento, las fotos con turbante que luego lucir, desaparecerán para siempre.
En cuanto a los saharauis, son demasiadas las fotos de disidentes y desertores que abandonan Polisario y Tinduf y van corriendo a besar la mano del monarca marroquí, el comendador de los creyentes-
Ante tanta adversidad, ahora más acrecentada con el corte de la ayuda humanitaria –y la posibilidad de negocio con ella en los mercadillos de Malí, mucho más recrudecido-, ¿no hay ningún saharaui que disienta, se erija en alternativa y trate de avanzar en las posiciones que defienden todas las resoluciones de Naciones Unidas de buscar un acuerdo con Marruecos? Dejar el maximalismo fundamentalista de sus jaleadores y hacer política.
Tengo la certeza de que aún no es tarde, que aún cabe una solución ventajosa y todavía con amparo internacional –un estatus salvaguardado- para los saharauis.
Dentro de nada estará todo perdido. Hay que estar ciego para no verlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario