Leer más de mil páginas (7,5 cm) sobre el Magreb (asunto Sáhara) era empresa imposible de concluir, y así ha sido. Ni la habilitación de las mañanas en régimen de doble turno de lectura lo ha hecho posible, además tenía que terminar el fascinante libro El judaísmo, sobre religión y cultura, que me ha proveído de conocimientos indispensables.
El avance de los hechos
El sábado en el supermercado de Meridiano se mascaba la crisis (o las vacaciones masivas). Todo en oferta, casi de liquidación, la pescadería parecía, de bien surtida, una joyería por los brillos, donde la gente, sin número, miraba.
No había colas para pagar y eran las 13 horas. A la vista de lo inmediato fenomenológico me ratifiqué en esta idea: a los que más me apetece escuchar es a los juristas –son los que ofrecen análisis globales más fundamentados e inquisitivos, y no las habituales salmodias de… su propia nobleza moral (congojas que tanto admiramos a diario)- que dan por sentado que tienen mucho que decir (sobre A mejor que B), del humanismo que corroe sus entrañas. Les duele mucho el mundo. ¡Estetas!
Dos únicos valoresEl jueves en la cota de 600 metros visitamos iglesias y vimos una procesión. El patrimonio eclesiástico de La Laguna es igual de rico que singular: artesonados, retablos, piedra, la misma arquitectura y ¡tanta plata! Pareciera, suponiendo (aunque creo que no) que la ruta de regreso de América pasara por las Canarias –no se si los alisios lo permitían- , que la plata se quedaba aquí en lugar de llegar a Sevilla.
Hay sentimientos y emociones profundas (nociones de lo sagrado, espiritualidad, tradiciones…) que han sobrevivido al mundo de banalidad absoluta e inanes ilusiones, jaleadas desde el mismo poder (indocumentado) en los últimos años.
De España lo único interesante, por fuerte y sorprendente son los toros y la semana santa. El resto se puede malvender en la casa de empeños. El público habitual de la cota 600, tan enraizado en el hondo espíritu de los 70, estaba ausente.
Doble cita, Tfe y Las Palmas
Hoy he tenido una cita con un nuevo amigo, un investigador del Sáhara (vertiente académica), suministrador de información de campo, verso suelto de Las Palmas. Un rato magnífico. En diez u once días nos veremos en Las Palmas.
1 comentario:
Si fuera como dices, merced al abolicionismo recalcitrante, en Canarias y Cataluña sólo nos quedaría la Semana Santa por vender al turista. Sin embargo, las únicas procesiones que podían verse en las abarrotadas playas de Sitges o Las Amércas eran las del Mcdonald: con bandejas en vez de cirios ... Que vuelva el toro de Osborne, ya. Al menos ese los tiene bien puestos.
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