viernes, diciembre 23, 2011

Mi hermano bate nueva marca: 90 cl.


90 cl. Es posible que sea una marca que ayer mismo quedara superada, si sumamos el volumen del vino y el de Tía María que ingirió mi hermano. Qué fluir, cataratas, noche líquida, mar  de humor e inteligencia. Creo que es hora de hacerle justicia y hablar de mi hermano como  el "bebedor", amén del humorístico. En un momento dado proclamó: ya he superado los 90 cl-
Ayer celebramos la feliz navidad Kamenev, Oktaviansky, Nuestro Amado Líder y mi hermano, luego se sumó Yael, que estaba por allí con otros amigos. Cierto también que nunca antes en estas fechas, ni en ningunas otras, había sido literalmente agraciado por la Diosa Fortuna. Y había ese motivo extra de celebración, en realidad dos y si se me apura tres, para hacerlo. Uno es personal y el otro por  perspectivas abiertas.  Cernida la madrugada nos abisbamos a las caipiriñas inducidos por el espíritu de la navidad y el acicate de la fortuna. El templo radicaba bajo la casa de nuestro querido líder.
Yael relató el sábado noche  en casa con Iñaki y la apoteosis alcanzada a cuenta de Hegel, porque ya era pasado. A Octaviansky  la pugna y reyerta que desencadenó Hegel le pareció fastuoso.
-Nadie  sino vosotros podéis alcanzar el virtuosismo de pelearos por  Hegel.  Eso ya no es posible ni en las universidades de Heidelberg, Friburgo o Marburgo.
Lo que es cierto y científico.
No es abominable en absoluto tener estas disputas “teológicas”,  en plena época banal y simple en la que esteticismos incluso mostrencos, a más de lóbregos, arrinconan el conocimiento. En la misma terraza tomamos cervezas,  cenamos con vino y terminamos con caipiriñas rebasadas las 3:30 de la madrugada.
El mes de enero, va  a ser un mes de citas.
El 20 de enero del año próximo tenemos nueva cita en el casino,  de lecturas liberales. Una obra de Ortega y Gasset. La llevaré leída, como la otra vez, este grupo inspira mucho.
También probablemente el fin de semana siguiente a Reyes celebraremos la elección de junta y todo lo demás de la asociación de amistad  con Israel.

1 comentario:

Cándida Sibisse dijo...

Hegel y 90 cl., no quiero ni imaginar lo que resultaría de la mezcla, la auténtica síntesis de la tesis y la antítesis de la modernidad.