sábado, noviembre 27, 2010

Como europeo, por alusiones

Madeleine Albright y Eguiar Lizundia (ex-rastafari) Universidad de Georgetown, Washington
Debió ocurrir el lunes pasado. Me llama E. a la noche.
-Tengo cosas que contarte de la universidad. Hoy Madeleine Albright ha traído a su clase (son como clases magistrales para pocos alumnos) a un ex miembro del gobierno.
No sé si fue del de  ella y Clinton o de otro. Deduje que un equivalente a nuestros directores generales o subsecretarios. Debía de hablar de Defensa.
Así como el expresidente Uribe de Colombia debió resultar muy sorprendente y extraño (como algo pirado)  hace unas semanas en la Universidad, este americano, a cuenta de la falta de colaboración de los europeos con la identificación de las personas  que viajan a EE.UU desde Europa, lo que les molesta bastante, inició una batería de diatribas y descalificaciones contra los europeos.
- Ya sabes lo antieuropeo que soy, y esa fama me acompaña en la universidad, pero me estaba poniendo negro el conferenciante diciendo que los europeos eran los hermanos pequeños de EE.UU (-yo pensaba que los  biznietos  mimados-), a los que solo  les gusta nuestro cine, que no tienen ni idea de lo que es el terrorismo y cosas así. Te juró que molestaba y llegó un punto en que se podía considerar ofensivo. Le tenía al lado a Arnau y le veía revolverse indignado en la silla. Además todos los americanso se daban la vuelta para mirarnos como diciéndonos “¿no vais a responder?”.
- Qué pasa, que no había franceses, alemanes, sicilianos…- le digo.
- En ese grupo sólo estamos Arnau y yo. Levanté el brazo y comencé recordando el 11-M fecha en la que estaba en Madrid, aunque en realidad estuviese esquiando en Francia, pero vivía allí, el terrorismo de ETA. Hablé de los países del Este y su experiencia totalitaria, de la protección de datos…  todo bien enhebrado. Lo masacré. Me contestó, pero penoso, balbuciente. Y, lo que tengo que contarte: va Madeleine Albright,  la que terminó manu militari con Milosevic y su Serbia, y suelta “estoy totalmente de acuerdo con lo que ha dicho Eguiar”.
Almorcé con ella y tres más. Comentó que lo que había dicho el ponente es bastante común, y que luego desde la Secretaría de Estado y la diplomacia hay que contrarrestar.
Bueno, toda la tarde la gente dándome palmaditas.


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viernes, noviembre 26, 2010

Yussuf el mercenario y Ahmed el vendedor de especias

Esta mañana en la planicie me las he tenido que ver con Ahmed, el vendedor de especias, y me ha empezado a recitar no sé cuantas suras.
- No sabía que fueras el muecín- le he dicho para ver si  de un respingo se tiraba o caía del minarete (me daba igual).
- Recuerdos de Yussuf, le he jurado vasallaje. Me ha dicho que no me llames  Yussuf dos.
Yussuf se siente ya un maestro con discípulos. Todo es obra de Tox, el relaciones públicas feliz.

miércoles, noviembre 24, 2010

El abogado que abría mundo

Heidegger se refería a "abrir mundo" y enraizarse en la tierra. Eran dos condiciones existenciarias. Imagino que todos los ámbitos de trabajo serán planicies de insuficiencia y  desiertas mesetas frías como las estepas rusas. Por eso entre otras cosas necesitamos tener amigos. Mi ámbito es la hammada saharaui, la desolada y anémica meseta que llega a Tinduf. Pero en mi hammada saharaui encontré el cabaret Oasis de Pepe el Boli, dos leyendas en El Aaiún del final de la ocupación española (también sale en la mejor novela sobre el Sáhara que llevo leída, de  Luis Leante).
Hablé no hace mucho del abogado que abría mundo por manglares y junglas y de las chicas de quince años, que hermosísimas, se bañan en los ríos. Hasta allí no llega la coacción  de la maquinaria  reglamentista de la más ferrea moral que pretende abolir las excrecencias más pecaminosas de la naturaleza, en base a discursitos ideológico legalistas de los más sabios y libres.
Hoy he ido  al despacho del abogado que abre mundo. No era preciso verme con él, pero yo le busco. Sé de su cotidianidad, de su día a día. Le hago muchas preguntas y él me contesta a todas. Tenía una lata de cerveza. Él sólo ofrece singularidad y cadenas de ruptura con el carácter angosto, adusto, limitado, monocorde, aburrido del pequeño mundo.      
- ¿Qué bebes?
- Cerveza, pero sin alcohol.
- Ah, sin alcohol...- le he dicho con una carga ostensible de reproche y un rictus de indisimulado desprecio.
- Hace dos años que no bebo.
- Te lo pohibieron.
- No, lo dejé yo.
- ¿Lo dejaste tú? no me digas.
- Bebía mucho.
- Mucho ¿cuánto? 
- 20 cervezas y 3 botellas  de vino... al día.
- Es imposible, tendrías que dedicar 10 ó 12  horas a beber-
- Como que empezaba a las 7 con las cervezas.
Para no desmerecer -cuando le he contado lo que yo bebía me ha echado una mirada displiciente-, me he visto obligado a contarle algunas de mis proezas etílicas. 
- ¿Cómo se vive sin beber?- se lo he preguntado temiendo que, de inmediato, se me iba a derrumbar este personaje que tanto me atrae. Ahora me dirá la clásica patraña higienista y didáctica  de la Nueva Moral diseñada por médicos y gestores " que se encuentra de maravilla".  Rumiaba anticipadamente la inminente y sombría decepción, cuando va y me contesta " la vida es más triste sin beber".
Desde que descubrí a mi hermano no me había pasado nada igual. Siempre me sorprende. 

domingo, noviembre 21, 2010

140 euros invertidos en el Sáhara y unas 1.200 páginas leídas

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La temeraria y anónima retaguardia del Polisario con su correspondiente disfraz.
Este es el balance provisional: he leído casi 5 libros y aun me quedan 3, de los 8 que ha comprado en un par de semanas sobre el Sáhara. El sábado tendré Estudios saharianos de Julio Caro Baroja. Más suerte no he podido tener, pues está agotado. Luego iré a por más. Me está apasionando la historia a límites bastante exagerados.
La página más bella y épica la escribió el Polisario en su guerra contra Marruecos, que mereció (pero no se produjo) la involucración del Ejército español en la defensa de la independencia del Sáhara,  como algunos militares planearon, avanzando hasta Rabat a por el monarca alauí. El ser humano necesita epopeyas, mitos, exaltaciones, destino marcado, emociones, romanticismo, esperanza, belleza, dignidad e incluso moral. Debemos relativizar nuestras esperanzas y moderar nuestra necesidad de absolutos, la belleza incluida.
¿Qué cómo sería un estado saharaui independiente hoy? Evidentemente no sería democrático, ni plural ni respetuoso con los derechos humanos, ni tampoco próspero. Sería un país corrupto, la casta revolucionaria primero, yihadista después –ese cóctel mortal- estaría dividida, quizá con alguna guerra civil entre ellos a sus espaldas, con una emigración fantástica.
El Polisario tan nutrido de marxistas como islamistas, habría visto desplomarse desde el poder la herencia nacionalista y panarabista de Nasser, el laicismo baasista sirio, el movimiento de los países no alineados y el bloque soviético. Le faltó por conocer permaneciendo en el poder la revolución islámica de Jomeini, esa autenticidad yihadista, y tampoco conoció a los talibanes. Estar en Tinduf no compromete y lo paraliza todo. Es una urna.
Pero no son los saharauis ni sus derechos incluso deberes que puedan tener lo que me interesa, bastante tienen, me interesan las pulsiones de los europeos, sus representaciones, sus adhesiones, sus aparentes vocaciones.
No me gustan los europeos, no tanto por sus despilfarros y sus expectativas sobre ellos mismos, hijos de Dios que se lo merecen todo pero sin pagar jamás un precio, y pacifismo, otro de sus atributos de moralidad persecutoria, sino sobre todo por su eurocentrismo, ese vestigio colonial, que derrochan los progresistas europeos y españoles.  
En el caso del Sáhara, los españoles se creen super responsables, únicos actores, se atribuyen protagonismos y responsabilidades un tanto desmedidas. A la vez vacían de toda ¡hipótesis! de responsabilidad, como siempre, al Tercer Mundo, merecedores ad aeternum del trato de irresponsables menores de edad. Ni lo entienden. Se ponen tutelares, justicieros, hiper responsables, protagonistas únicos… Ya le hubiera gustado a España tener el protagonismo con el que sueñan muy retrospectivamente…
La lucha entre el principio de realidad, tan descarnado y terrible,  saharaui y el imaginario, rebelde contra su propio aburrimiento y opulencia, europeo, hispano especialmente, es intolerable.









sábado, noviembre 20, 2010

Tea-cracia: Foster

Durante mucho tiempo, incluso llega  hasta hoy, viajar era sinónimo de arte, de las ciudades que visitabas lo que ya sabías antes de ir eran los museos que verías, dejando las galerías de arte por descubrir. Como he ido muy pocas veces -casos muy puntuales en los que yo dilataba la estancia- por trabajo a Madrid, creo que ninguna vez, esas incluidas, que he ido a la Capital he dejado de visitar el Reina Sofía. El Thyssen y galerías de arte menos y nada el Museo del Prado, que fui dos veces de niño con mis padres. Pero sí fui al Prado (zona de afuera) recientemente para ver las puertas de Cristina Iglesias y toda la remodelación de Rafael Moneo.
En Bilbao siempre voy al Museo de Bellas Artes, cuyo orden de exposición es lo único que he controlado desde la adolescencia, a pesar del cambio de edificio y al Guggenheim. El mayor atracón museístico me lo di, con diferencia, en Nueva York. De forma que tengo una estimable colección de catálogos y libros de museos.
El disfrute del arte contemporáneo, a diferencia de otras actividades culturales o artísticas requiere de iniciación. El gusto, deleite o comprensión (se trata de significación, connotatum para ponernos al nivel sofistikatz del gremio) frente a él se inhibe, se confunde, no sabe, no entiende y el posible fruidor se abruma.
Todos los adjetivos calificativos con los que el juicio estético o la opinión se camufla para poder referirse a casi todo y explicarlo con adjetivos oportunistas tales como fresco, divertido (un talismán válido para todo hoy, un determinado plato, un coche, un traje...), interesante, singular…, tratándose del arte contemporáneo es bastante más complicado.
El arte contemporáneo debe ser degustado muy lejos de su ambiente, de su melosa sofisticación, la sublimidad afectada, el aristocratismo espiritual, el narcisismo profusamente ornamentado y puntiagudo, y demás taras, de suyo, tan frecuentes.
Ahora propendo más a la calle, a los museos al aire libre que ofrecen algunos lugares de las ciudades, o toda ella, como es Nueva York, a los edificios, a reconocer la buena arquitectura, en especial los rascacielos.
Todo para decir que, en nada, al Tea para ver el documental sobre el arquitecto Norman Foster, cena eludida y al Parra.




lunes, noviembre 15, 2010

Si en vez de los marroquís hubieran sido los judíos

El cruento desalojo del campamento de Argdeim Izik con un número indeterminado de muertos, pero elevado, la brutal represión contra población civil únicamente (sin un solo combatiente), el azuzamiento a la persecución de la población marroquí (mayoría por desplazamiento político de la población) contra la minoría, ahora, saharaui, resulta inimaginable si en lugar de Marruecos hubiera sido Israel, y en vez de marroquís judíos.
Sinagogas incendiadas, cementerios profanados, algún judío asesinado en París, Hamburgo o Estambul, enardecidas manifestaciones de decenas de miles europeos en todas las capitales, boicots a productos israelís, masas embriagadas por ansías de venganza por toda la geografía del Islam, reuniones urgentes del Consejo de Seguridad, de la Liga Árabe, Consejo de Europa, amenazas de guerra contra Israel, declaraciones espontáneas de presidentes y ministros que luego tendrían que matizar, calificación de exterminio nazi…
Tratándose de Marruecos y de la más absoluta soledad de los saharauis, que hasta resulta irreal, rige la doble vara de medir, que puede llegar a estremecer.
Islamofobia seguramente.


Esta es una, la otra:
Hubo una manifestación en Madrid a favor de los saharauis, de las de muy poco calado. Barcelona no estuvo ni Sevilla, ni casi nadie.
En la de Madrid unos adolescentes saharauis, con ropajes militares gritaban “guerra, guerra, guerra”. Yo hubiera hecho lo mismo. Es lo mínimo que se puede esperar de un saharaui adolescente, trasterrado, sin información posible de su país y sus víctimas.
Pero enseguida tuve un recuerdo ceremonioso para el asfalto y las baldosas de la Puerta del Sol, donde aún reverberan miríadas de performativos asertos de “paz, paz, paz/ NO a la Guerra”.
No sabemos si los artistas de la paz paz paz o ¡No a la Guerra! afearon a los de guerra guerra guerra. Sacas a Israel y EE.UU –los grandes psicoterapeutas en la recuperación de los instintos tiernos (Freud) de los europeos- del escenario y el mundo se invierte y disparata a límites harto sorprendentes,  alucinatorios.
Qué pensarán los promotores del ser humano raspado de biología o al menos de pulsiones dañinas o indecorosas.
Hay cierto medievalismo, optimistas antropológicos de equiparable formación y experiencia, en todos estos rituales de excitación y embriaguez por la paz/No a la guerra -Israel y EE.UU mediante-, con la sedación y laxitud que producen actuaciones un tanto extremas, a mi modesto entender.

domingo, noviembre 14, 2010

¿En el orden del lenguaje o en el del habla?

Básicamente he leído sobre el Sáhara, dos novelas de admiradores del lugar y su gente. Dan cierta perspectiva emocional y datos concretos, ya que se esfuerzan por embeberse del lugar, la época, la historia. El tema gira en torno a la descolonización fallida. También me he metido en un ensayo histórico geográfico bastante brutal, a cargo de unos militares republicanos que anduvieron por allá en lo años 20 ó 30.

Con lo poco dado que soy a leer cualquier novela, con esas dos novelas he hecho una excepción y las he leído de corrido (una, la otra está traspasada la mitad). Las dos están bien planteadas, Sáhara, al última misión y Morir por el Sáhara y abordan muy bien el asunto, literariamente, yo que tenía algunas dudas.
Otra acción intelectual acometida ha sido leer el libro de Alejandro Suárez  que presento el martes, casa Elder, 18:30, hora infame.
Es una cosa curiosa la poesía en general, ésta en particular. Ale es escueto, y anticonversador. Yo le sonsaco, le interrogo pero en primer grado y ¿qué obtengo? Series de cinco o seís palabras, series isla. Así hasta el infinito. Sería muy difícil entrevistarlo.
Ante cualquier mujer que nombre, le digo ¿te la has tirado? Se sumerge entonces en un mar de carcajadas, luego, generalmente, de reconocerme que ya le hubiera gustado, que es lo que contestan todos a los que les hago la misma pregunta, que son la mayoría, salvo si es muy desconocido, que no se la hago. La debo hacer mal (la pregunta) o son de muy escasa actividad y éxito parejo, a ras.
La cuestión que voy a plantear es la siguiente. ¿Qué sustenta la poesía de Alejandro, la estructura deslizante de su habla o la del lenguaje, de mucha mayor fijeza? De dónde extrae el ajuste literario: ¿del imaginario o de lo simbólico? ¿Qué estructura es la capaz de propiciar un orden estético, redimir del caos e instaurar un principio intelectual en el que las emociones conserven un nivel notable de flotabilidad?
Acabo de hacer un ejercicio poético a nivel de significación, gracias.

jueves, noviembre 11, 2010

Homenaje a Ernesto Delgado Baudet

10 de diciembre en el Ateneo de la Laguna
El acto consistirá en una mesa redonda sobre su vida y obra y habrá una lectura de sus poemas. La elección en mi caso es muy fácil, porque es el más hondo que podría leer. El más emotivo.
Se proyectarán fotos de él. Su última novela parece que ya está en manos de la editorial, y avanzaremos próximamente en la edición –muy cuidada- de toda su obra. Gracias siempre a Elica.


El martes próximo en la casa Elder presentaremos Anghel Morales y yo a un libro de poemas de Alejandro Suárez, a quién di en llamar el Rapsoda. Por quien el escritor y consumidor compulsivo de alta cultura, pero antifilósofo y antipolítico, Juan Ignacio Royo (antes Juan Royo Iranzo) siente fascinación. Hace 5 años (el Rapsoda) me traía folios de poemas. Yo ejercía de mentor o de una figura con algunos de sus ribetes, cuando no he escrito un verso en mi vida, ni siquiera en mi atribulada y confundida adolescencia.
Le reconvenía y le decía “estas son letras desgarradas de un grupo punky, con la diferencia abismal que se nota que prescinden de la compañía y cobertura de un grupo que las avale. No hay punkys solistas: ¡lee!” Leyó, pero creo que todo es intuición, un orden por fin muy interno y difícil de conseguir. Bordearlo era fácil, alcanzarlo, como es el caso, no.

Hoy he quedado con Ánghel Morales en el Fnac, que es como llamo al órgano administrativo. No es un lugar nada adecuado para quedar. Nuestra luna de miel va a más (ya me ha puesto de link), es muy listo y sonriente, aunque me llama facha cada cinco frases, siempre sonriendo. Lo que significa que le falta actitud que a mí generalmente me sobra. Es una estética mil veces más plástica, la mía, que el gemido progre, tan evanescente y musical. Un día le armé tal pollo que comencé a detestarme, cuando le vi que sonreía, me dije: Nunca más.
Todos los huérfanos de la religión (catolicismo y comunismo) han vuelto a la mitología. Es fantástico el salto atrás, con que ansia persiguen la paz y la justicia,¡ como adivinan los órdenes impolutos! ¡Cuánta nostalgia de Dios!
El eminente Cardenal Ratzinger no comprende en absoluto a esta sociedad. La iglesia está demasiado humanizada y es excesivamente mundana, su mensaje es insuficiente y la sociedad está loca por trascender su condición mortal y reemplazar a Dios en la dación de un orden perfecto. Se rebelan contra las pulsiones humanas, las niegan, no conciben la guerra, la violencia, ni se limitan a intentar gestionarla, la abominan de una manera cada vez más ritualizada, mitologizada. A veces, en estos u otros momentos sin embargo se distraen.

domingo, noviembre 07, 2010

Excepciones culturales


El viernes a las 20.30 se celebra es ese espacio mágico que es el TEA, un magnífico edificio, la presentación del libro de relatos de Javier Hernández, que viste jersey, como siempre, a rayas horizontales. Me cae bien y fui, es un adicto a la palabra, más comedido que cuando le conocí en la radio. Dicen que es un buen escritor del género negro. La literatura por géneros me resulta de difícil intelección, debe ser porque siempre he estado distanciado de todos los géneros. Me parece una concepción medievalista y gremial, artesanal, de la literatura una vez traspasado el XIX.
He pasado por la vida sin haber leído una sola obra de ciencia ficción. Ni Lovecraft ni Asimov ni el resto de duendes, nadie. Me gustaría poder decir lo mismo de otro género que aborrezco a distancia que es el policial, pero lamentablemente leí los 10 negritos de Agatha Christie. Lo digo porque añoro la pureza del vacío. Sí leí a Corín Tellado y a Marcial Lafuente Estefanía aunque apenas para poder presumir de haberlo hecho.
Con Agustín Enrique, el finisecular y su novia fuimos al Tanque. XY, cansada, desertó, como dejó caer que lo haría. Yo estaba sin llaves, como mi hermano, en aquel momento decanable/ rango secretario de los Sres advocats, cuando comprobó que no las llevaba consigo en una cena y determinó suicidarse. “¡Ten dignidad, búscate razones existenciales para el suicidio que seguro las encontrarás y no temas domésticos!”. Me hizo caso, luego, quiero creer, de avergonzarse.
- Me esperan Rafa y compañía.
- Los comunistas ¿siguen siendo comunistas?- me pregunta Agustín Enrique
- La verdad es que lo llevan como pueden, no ves que tienen todo el Materialismo histórico en contra, por no entrar en el dialéctico. Si al menos fueran hegelianos podrían disimular mejor, alabando al Espíritu absoluto encarnado en todo aquello que se moviese.
En el Tanque había algo de clase media refinada adicta a la sensibilidad, la finura y la imagen. Supongo, porque no distingo bien. Enseguida percibes que son incapaces de odiarse a sí mismos, lo que les infunde de cierto vestigio de vulgaridad.
En la barra del kiosko injertado en el Tanque estaba la Mujer Superior: Mari Elba.
- Acaba de estar hablando de ti con tu amiga, se acordaba de tu nombre, está por ahí- me dice.
- Quién ¿mi paisa?
- Claro, N. la vasca, le di tu blog.
- Pero si la odiabas.
- Yo nunca la he odiado…
- Bueno, la detestabas…
- En absoluto, si somos amigas, es una chica estupenda.
Me voy donde Rafa y señora acompañante, tras tanta refutación. Vuelvo donde la Superior.
- ¿Me pones otra unidad?
- ¡Qué manera de beber! ¿con hielo?- me sorprende porque tomo esbirras. Creyó que le daba al güisqui.
- Si la anterior era la primera, vengo de una presenta donde solo daban aire. Soy de natural muy oral y ansioso- le informo.
- Yo también soy muy ansiosa… depresiva- reímos, así de genial es la Mujer Superior, quién la vez anterior refulgió e hizo cabrillear y rielar a la vascongada, también superior y de una pieza.
Hay una chica joven embutida en un vestido muy mono, muy guapa que lleva una mochila como para ir de camping, una imagen muy MoMa, calle 53, N.Y. Luego veo a una artista cerúlea de labios electrificados que da gritos en inglés.
- Actúa mañana, cantaba con Lou Reed- me dijo Mari Elba. No le pregunté si con la Velvet porque exudaba Manhattan por toda su blancura.
Me acerqué a la actuación en el centro del tanque, era Chicago y había tanto público como el que estaba en la zona del kiosko y patio. Todos desaparecidos. Al salir al exterior oigo mi nombre completo, me giro y una chica que estaba sentada en el bordillo se levanta apartando el móvil. Una figura juvenil, dulce y sonriente se me acerca.
- Pero si eres tú, estoy buscando a mi… ¿Estás hablando por el móvil?- le preguntó para continuar (hablando) o proseguir (andando).
- Si con mi… - si no ha cambiado debe ser el vasco canario que vive en Madrid
- Bueno, pues nada, a ver si nos volvemos a ver



viernes, noviembre 05, 2010

Manifiesto a favor de Fernando Sánchez Dragó y los libros

http://www.elmanifiesto.com/articulos_drago.asp

Contra el puritanismo Tea Party carpetovetónico y cañí, de los que tienen motivos para odiar los  libros y la libertad individual (Gobernación y acolitaje), en base a dos sucintas consideraciones.
- Se han pasado la vida leyendo ponencias de congresos, informes, revistas, resúmenes, notas, recensiones oficiales, periódicos, boletines, es decir papel sin coser.
-Estos profesionales del brazo alzado unísono y vitalicio, de  prietas las filas, de la servidumbre han de odiar a un librepensador como Fernando Sánchez Dragó, encima  estuvo preso con Franco varias veces, algo que a ellos ni les ocurrió ni les ocurriría nunca.

miércoles, noviembre 03, 2010

La convención sobre el Sáhara, un microrrelato

Cuando he tenido algo que decir me ha salido bien, cuando he dicho sin tener que decir, mal. En todo los casos. El tener que decir se complica cuando no hay nadie que quiera escuchar. Escuchar ahora y aquí, porque hay apuestas que compensan siempre y a veces se comprueba su reverbero (el más apetecido). Pero ocurre que algunos de los que no quieren escuchar no paran de hablar, y hemos de oírles y ver sus sucintas consignas aspaventar. Si no quieren escuchar ni tampoco saber, sobre todo esto último, no por ello observan consecuente discreción y prudencia, o muestran reserva, o se documentan para poder ser tenidos por expertos y así oídos, nada de eso, son sólo mediáticos de impronta estética/moral. Una exhibición de hondura moral.
¿Alguien imagina un orden mundial en el que flotillas del yo sustituyesen a organismos internacionales, gobiernos, acuerdos… a modo de legión de intervención inmediata en conflictos internacionales, cómo se propagaría y entre quienes? Su beligerancia, partidismo, repudio de la neutralidad, terminaría en el reclutamiento militar, de ser operativas y situarse por encima/al lado del orden internacional, salvo que se auto reclutaran ellos mismos, lo que es  dudoso.
En la flotillas los yos persiguen una causa, por medio de un aliento muy poderoso que emerge de ellos aunque engastado por numerosas fantasías muy personales, en las que gracias al activismo mediático les va a reportar grandes planos cortos, reconocimiento y minutos de gloria ¿qué es la gloria si no heroísmo calculado o no!
En cambio un servidor tiene su propio yo, áspero, pendenciero, amigo de refriegas, tumultos y controversias y con clara vocación de francotirador porque, no sé cómo me las arreglo, tengo todas las pancartas de frente y sin el abrigo de tenerlas alguna vez delante.
El ser facha, de menos no me puede valer.
Alguien, hoy provecto, fue muy dado a naciones y nacionalidades, a pueblos y factores étnicos, a lenguas, bilingüismos y diglosias, a modos de producción y formaciones sociales y encima leyó a Stalin sobre la cuestión nacional, entre otros. Era la época de las cuestiones nacionales, sobre las que tratábamos de ilustrarnos. Éramos más de la inteligencia de las cosas que de la moralidad publicitada de uno mismo y el culto religioso a la ignorancia y la imagen. ¡Qué tiempos! Saber, conocer, poder discutir e imponerte por razones y argumentos.
Tal y como trató de poner de manifiesto en un acto del Colegios de Abogados en el Auditorio en presencia del alfaguara Luis Leante, por una novela sobre el Sáhara y los hermanos Ríos con un documental sobre la Marcha Verde. Se le acercó después mucha gente. Muy sorprendente.
Después ocurrió que con la gente que intentó organizarse para resistir al avance del pensamiento de progreso (indistintamente al pasado o al invento) de Zapatero/Maragall en el partido de Rosa Diez, discutió con uno de aquellos colegas de conspiración. Duramos lo que la conspiración inicial.
Le hablaba de cómo un trashumante del desierto podría tener representación, imago, símbolo, weltanschaung de nación o pueblo, de territorio cerrado o de generalidad, autoridad única, legislación no tribal etc, etc.. y no me saca él con su lectura/cultura de El País – el daño que ha causado ese periódico a los libros jamás se restañará- la resolución de la ONU. Le contesté por el periódico y corté con él.
El Sáhara es la gran piedra oscura de la mayor ignorancia, es un asunto medieval por el oscurantismo con que se le rodea, así los saharawis son puros como nuestros ideales instrumentalizadores.
En el Sáhara se expresa a la perfección el gran principio de la autodeterminación y el carácter del nacionalismo. La autodeterminación, como decía Ernst Gellner (a quién todos los amantes de los nacionalismos descolonizadores conocen muy seguramente) sirve para cambiar las mayorías, invertirlas, poner a los de abajo arriba y a los de arriba abajo.
A ver si con este ejemplo se me entiende:
Hay sólo en El Aiún –dando por muy claras y muy nítidas las diferencias en el gran mosaico tribal de todo el Magreb- 100.000 nacidos allí de padres marroquís. El derecho de autodeterminación ¿con ellos o sin ellos? Si con sus padres o sin ellos. Que haya saharawis que les traiga al pairo ser también marroquís ¿es importante, lícito, posible? ¿Alguien atisba una relación sólo teórica entre autodeterminación y limpieza étnica? Lo digo por lo que suele pasar. En el Oriente Medio ocurrió y además está prometida y jurada oficialmente su repetición. En los Balcanes…
Autodeterminación ¿seguro, con quienes? ¿Autonomía, imaginación, realidad, globalización, migraciones, ¿realidad mediocre? ¡Ni pa Dios!: pensamiento mágico, que incluso es muy anterior a los procesos de descolonización. Y lo que pone.

lunes, noviembre 01, 2010

Cinco estrellas lujo

Está en un confín, en Buenavista. Le decía el recepcionista del hotel a alguien al otro lado del teléfono “está al suroeste de la isla de Tenerife, bueno, al noroeste”. Al poco, “se encuentra en el suroeste, qué digo, en el noroeste”, y así hasta una vez más que lo escuchara.
Cinco estrellas lujo tiene golf y spa, se ubica entre el mar y el campo de golf y la cordillera de Teno. Hablamos con Washington
- Aita: sigues sin conocer Teno, pero cada vez estás más cerca, con alguna década más…
- ¡Ya conozco Buenavista!
El hotel es fastuoso: vestidor con delicados focos engastados en el techo, caja de caudales por si queríamos perpetrar robos entre nosotros y a continuación autodenunciarnos, dos plasmas, uno en la sala y otro frente a la cama, dos plasmas que ni encendimos, un porche con otra mesa y sillones, de forma que estuve sentado en el sofá, en la silla de enfrente y en unos de los sillones del porche.
Fer quería celebrar un acontecimiento y quiso que fuéramos con ellos y nos invitó. Tampoco fue gratis total, porque yo ante la hostelería me abismo y salimos una vez del recinto bien salidos. Aunque a un próximo que es como si fuera del recinto.
Al llegar al Vinnci Fer se puso a fantasear con que a la noche “me tiro a la piscina vestido”, luego, cuando nos gintonificábamos en el Golf “está noche deberíamos coger un carrito y viajar por el green” (ilegalmente se entiende) “nos echan, no, nos echan”. El caso denigrante es que a las 12 estábamos en la cama, ridículamente gintonificados y sin haber roto un plato. La edad causa estragos en nosotros. A mi hermano por ejemplo, aspirante a subdecano de los señores advocats el próximo día viernes, le resultará indiferente, pero a nosotros no.
Teníamos gratis un circuito por las aguas del Spa, aguas con burbujas, de aguja, sugerentes. “¿Y si nos da por beberla? Nos ahogamos ¿cuánta agua es capaz de absorber un organismo humano”.
Sólo se tomó las aguas bullentes y burbujeantes, en piscinas tipo sucesivos suzukis, Rosita, que también se bañó en la piscina de dos pisos. El resto fuimos abducidos por las habitaciones de las que nos costaba salir una barbaridad, como si el spa/golf nos fuera hostil. Como eran tan lindas y relindas las habitaciones pasábamos en ellas el mayor tiempo posible, imbuidos de actitud dialogante y no parábamos de hablar, siempre con criterio, prosodia, destreza, como profesionales que fuéramos de las conversas. Y sin tomar nada, a pelo y palo seco. Como si estuviéramos con Vargas Llosa o cualquier de sus hijos, o la tía Julia o la prima Patricia.


El 5 estrellas lujo desciende como terrazas de maíz al campo de golf, esparciéndose a diferentes niveles, en el cuarto está la psicina y hay un bar para tomar cañas,  en el de arriba hay más  piscina y está el bufé donde descubrimos unos ahumados increíbles, daban ganas de preguntar si los dueños era pescadores suecos… del suroeste o del noroeste, y más arriba estaban los gintonic y los planes para Washington en primavera.
De regreso paramos en Garachico para el aperitivo, parecía Lekeitio o Zarautz, todo el mundo bebiendo desde fuera del bar, que es al que fuimos por la animación.
Allí reparé que llevaba una camiseta con el toro de Osborne, un toro facha. Si todos los toros son fachas, el de Osborne lo es más. El toro con más fama de facha pero ninguna de futbolista y ni siquiera de hincha, lo que resulta más que injusto, así es la política de pensamiento (humano-ide).

 Hey Al! Are you working now?
El miércoles vino a la isla Al, nuestro amigo alto ejecutivo, que circunnavegó el mundo durante 8 años en velero de 12 metros, que se queda en casa. Vino Fer y nos dimos a los buenos caldos y gastrosofía. Fer se marchó trastabillante. De alguna manera contrarrestamos cpon carácter previo el declive puesto de manifiesto en cinco estrellas lujo.


De Washington DF

- ¿Ha salido ahí, en la televisión, la manifestación multitudinaria a favor de Obama en Washington?
- La he visto en la prensa, en el Polanco, dos páginas.
- Os habríais emocionado.
- Fuiste.
- Sí, claro. Antes di un desayuno en casa para más de 30, entre amigos y amigos de amigos venidos de todo el país.
- Tan pronto empezáis a darle.
- No, solo un par de “mimosas” (o algo así)
- ¿Y eso qué es?
- Naranja con champú. En la manifestación cada uno o cada grupo llevaba su reivindicación o lema. Así son los anglosajones.
- Como aquí: de la Iglesia a la trinchera para no tener que salir de ella y del sectarismo, el maniqueísmo y las satanizaciones. ¿Qué tal Halloween?
- Muy bien hasta que nos echó la policía.