viernes, febrero 01, 2019

Mi editorial en marcha

Aproveché la presentación en Las Palmas de mi libro de viajes por el desierto del Sáhara en el que doy cuenta del viaje y cosas advertidas y vistas, donde pienso en alto, para contactar  con algunos de mis autores, académicos e intelectuales. Sin por ello descuidar el amiguismo y la hostelería.
Tengo una idea muy clara de lo que va a ser mi editorial y la colección que publicaré. Numerus clausus.
Los autores contactados me piden tiempo, pero no es una empresa que se vaya a proyectar en el tiempo como si éste mandara,  y  fuera dependiente de los avatares comerciales. En ese caso no saldría. Creo firmemente en el mercado y no en el economato (la única disyuntiva real al mercado: Escohotado) y en la filantropía cultural y político-moral.  
No deja de ser curioso verte tú por encima de todo y ser el que tiene que decidir y moverse. Amén de marcar el paso. Tiene que ser así y así. Ya lo he dicho.
Un amigo de Las Palmas me pedía que pusiera fechas de entrega y yo le decía "si soy yo el que decide". Da igual, pon me fecha. Se la voy a acortar.
En mi colección también hay mujeres, no por cuotas, sino porque valen mucho y son amigas mías, y son amigas por lo que valen, y  admiro. Todo sea que no me manden nada de lo que busco.
El libro de arriba tiene su historia o anécdota ocurrida en las Palmas. Es muy bueno, se lo comunicaré al funcionario italiano  de MINURSO de El Aiún que compraba mis libros en la librería Canaima -qué casualidad, estaba con  mi hermano, el profesor feliz, y es la segunda vez que le pasaba a él con mis libros- y me cedió este último ejemplar. 


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