miércoles, mayo 23, 2018

Viaje y alijo de libros

Perseguí este libro por tierra, mar y aire, cuando ya había descubierto Tánger  y el jaquetía (el  judeo-español del norte de Marruecos), siempre agotado, recién supe de su feliz reedición, las 100 primeras páginas cayeron en el avión de regreso desde Madrid, luego lo terminé con adicción casi convulsa.
Es un gran libro, muy recomendable. El reíno esplendoroso de la subjetividad radical, el torrente de la mente ávida que cristaliza en palabras.
 Ni por asomo he terminado con el Sáhara, por  causa del desierto descubrí a Pablo D´Ors hace unos años, aunque éste sea el del Sinaí. Tenía a Loti pendiente, con Humboldt y Herder  es  antecedente, avalista y exaltador del nacionalismo vasco.
No se puede decir que yo en la vida no me haya movido por afecciones, simpatías, descubrimientos, amigos, lecturas. Ahora mismo mi vida no tiene absolutamente nada que ver con la de hace 2 ó 3 años, es como si hubiera pasado un decenio o prácticamente ni existido. Esa suerte muy pocos la tienen. Los viajes, las mudanzas conviene realizarlas en solitario en pos de lo que a tí realmente te atrae. Esa una llamada que permite encuentros inesperados. 
De Taia ya había leído una novela. No pude resistirme 
De regreso de La Rioja y Vitoria recalé en Madrid con mis hijos un domingo. Cenamos en el Rastro, cerca de donde estuvimos los cuatro en Lavapiés hace dos años. El lunes regresaron a Washington y yo me quedé un día más, quería ir básicamente a Casa Árabe
Este es el único libro de los aquí expuestos que no compré en la Casa Árabe sino en el Círculo de Bellas artes. Es Isaiah Berlin y no lo tenía, según creo. No lo voy a comprobar porque lo voy a leer igual
A Abdelkaer Choui tuve el honor de conocerle hace un mes en la estación de Casablanca. Había quedado con mi querida amiga colombiana de la que también es muy amigo, antes de coger el tren para Rabat. Le pedí a Clara que nos sacara una foto. Ocurre que como me pasa con otras no la puedo pasar del móvil a mi correo. Marxista leninista en la universidad, pasó 16 años en la cárcel, al comienzo al menos en condiciones muy infames. Chukri dijo de él que era el mejor crítico literario de Marruecos.  Patio de honor de Choui tuvo precisamente el honor de compartir la prohibición de publicación en Marruecos con el Pan desnudo de este último. Se estudia en la enseñanza marroquí.  
No tenía este libro y sabía de su existencia. después de abandonar la tarea en la que estaba ocupado, que tiene que ver con un gran amigo saharaui marroquí, que me he hecho, he metido el diente a este libro, lo tengo casi finiquitado. Estaba también en Casa Árabe. Caminé por Madrid  con igual ansia que hace años, perfectamente. El lunes Madrid lucía primaveral, tanto o más que mis piernas.
El caso es que siempre me digo, ya me sé todo del discurso  o metarrelato español sobre el Sáhara. Se acabaron los españolitos sedientos de causas últimas, de gigantescas epopeyas y luchas finales. Pero no pude resistirme, y me quedan 3 ó 4 páginas 


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