domingo, octubre 08, 2017

Mácaros contra historia, narrativa, contextos y cultura, como poco

Se lo dije a XY el sábado o el viernes: ahora mismo no se puede excluir enfrentamientos armados, según la deriva que está abierta, tomen los acontecimientos. Los planes tácticos de la CUP son bastantes siniestros. Hablan como si tuvieran armas, que no tienen. Todo alucinante.
Nadie cuestionará a estas alturas la relación tan íntima entre el nacionalismo y la guerra. Yo no he conocido y eso que conocí   ese lado, nada similar en España. La deriva es la de la exYugoslavia, ni el Ulster ni Euskadi.
Me ha asaltado un pensamiento nada reconfortante. Lo que sería tener hijos pequeños y vivir en Cataluña, absolutamente sometido al Totalitarismo, con masas fanáticas que se ponen a desfilar en cuanto oyen el primer pitido, que se exaltan  hasta el paroxismo con  arengas y que saben que no tienen  límites –el punto cero del éxtasis: de disolución del mortal en la masa que lo acoge para hacerlo partícula- y todo les está permitido, llevar niños que ya odian tanto  como si hubieran violado a sus madres, torturados a sus padres , quemados a sus hermanos, ancianos con niños………
Estas cosas escribía y al final no colgaba. No he escrito porque no tenía ganas con lo de Cataluña, en realidad si escribía pero salía mucho y mis antecedentes políticos. Tampoco quiero que el blog deje de ser de tono literario mundano (es decir de sutilidad filosófica) para cosas serias tengo el periódico, los libros y ahora algo twitter.
Ayer tocaba en Mácaros Richard Rorty el máximo filósofo americano de los últimos 50 años, un tipo muy interesante y el  gran interlocutor de  la filosofía europea.  Gracias a él podemos conocer la filosofía americana en toda su corta  historia, con sus características,  cómo en ella domina la filosofía analítica orientado a la ciencia. También podemos conocer los grandes cimientos culturales de los americanos, la filosofía analítica, básicamente del lenguaje, el pragmatismo recuperado  que viene de Dewey, Emerson, Thoreau, Whitman y William James, el utilitarismo, que nos radiografían el carácter americano, toda  su peculiaridad cultural, sociológica, política y simbólica, fundidas  con las variantes del reformismo religioso, por ejemplo mormones y baptistas del sur. Su defensa del canon cultural occidental como enseñó Harold Bloom con  la pervivencia de Shakespeare,  Cervantes, Goethe…   frente a la posmodernidad defendida por la izquierda americana cultural y académica adscrita  a la posmodernidad basada en la identidad, las variantes culturales y su reconocimiento (gays, mujeres…) igual de válidas todas, ajenas a jerarquías axiológicas.
Nos habla de la validez y función de la re-descripción, la filosofía como conversación permanente con la que,  como los desvelamientos heideggerianos, podríamos acercarnos a una verdad plural y proliferante.
Mácaros se ha convertido en un baluarte  de negación de  la historicidad,  la cultura  y  las ideas políticas, así como de la  descontextualización.
A Mácaros le gusta  la gimnasia racional antes que el entendimiento con margen para la intuición y el sentimiento, centrados en la grandeza de los  conceptos con sus matices, sutilezas pero sin salirse del corsé de su incardinación sistemática. Gustan explorarlos, correlacionarlos y desarrollarlos. Velando siempre por su pureza formal. Como una buena foto fija en blanco y negro.  Les interesan algunos filosofemas en los que entretenerse, porque los han diseccionado e invariablemente encuentran un parentesco con otros. Se hace un discernimiento por parentesco. A remite a B y este a C, a terreno conocido.  Siempre encuentran su tierra prometida en  autores que conocen y a los que son llevados. Tienen la necesidad de traducción y refugio. No hay heurística o taumaturgia posible. Hay corpus, iglesia (no exactamente escolástica), no narración.
Lo que nunca harán  es hacer compendios y síntesis  del autor,  formular una visión particular consistente y autónoma de su obra, conseguir la panorámica histórica y contextual de lo propuesto, sus  líneas de fuerza y las indelebles. Las que tienen como  guía a la intuición, porque siempre se han detenido en el detalle o en el concepto discernido conocido e intercambiable.
 Se acude al trastero epistemológico en busca de una pureza conceptual y deductiva en el tramo donde aparece  la fundamentación de la preposición. Los libros siempre resultan confirmados, tras despedazarlos en puntos de interés para la reflexión en un tono absolutamente académico y gramatical. Las ideas o conceptos se fundamentan por sí mismos y en su propio marco, se retroalimentan. No hay instancias ajenas a ellos. Consiste en dar pareceres, sin salirse del marco epistemológico ni la fundamentación clásica.
Mácaros contra Rorty
 En sus erupciones conceptuales y sistemáticas, jamás utilizan  metáforas,  imágenes o intuiciones, no conciben en el gimnasio académico  narrativa o  literatura, porque están encastillados en los cortes sincrónicos y diccionarios (no desarrollables como Rorty, sino institucionales y oficiales), en el concepto en toda su grandiosa abstracción y funcionalidad  epistemológica.
Tampoco  pueden entender a Rorty porque jamás acuden a la ironía, la parodia  ni menos a cualquier tipo de transgresión a la hora de pensar la cultura actual, nuestro Zeitgeist. Este horizonte de comprensión para ellos no existe cuando diseccionan la corrección de un juicio, de un concepto que pretenden desnudar. Desde el corralito epistemológico no se ve lo de fuera.  No pueden enfrentarse a la filosofía como narrativa o literatura, porque les sacaría de sus paralelas, cuerda  o anillas lógicas.  Ni Foucault, ni Derrida ni Rorty… nada. No debieran salir de Kant y después  de Hegel, de una teodicea escolástica calibrando conceptualidad y cohesión sistemática.Orden cerrado.
Después de cenar llega Ex doctor Harris recién duchado, como si hubiera quedado con Fer para ir de putas.  Les llamé moralistas y prejuiciosos, pero se me olvidó acusarlos de reductos decimonónicos de  honorabilidad conservada en naftalina. Cristianos viejos, hidalgos de Castilla, guardianes del honor  y del buen nombre de cualquier  estúpido reo de abyección. Que no os va a amonestar vuestra madre a la hora de haceros  la raya en el pelo.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ja ja ja ja ja ja aja

Su mundo imaginario es mucho más divertido que el real.

Salud
EDH