jueves, septiembre 14, 2017

Nuestra estirpe sobrevuela los Andes como el cóndor

A mi hermano hoy le ha felicitado (brillantez) un compañero suyo de profesión, lo normal es que lo haga la jerarquía o que lo recomiende. La conferencia y concierto aplazados ya tienen fecha, el 25 de octubre, si no recuerdo mal. El lunes celebramos el cumpleaños de belén y el sábado que viene el de Rosita (comida) y hoy es el de Serena.
El lunes departí en Los Reunidos con Juan Pedro, el consejero del Duque de Weimar y demás sobre Rorty y provoqué un silencio conventual. Me salió, a fuer de ser sincero, bastante cultura como si fuera una pequeña herida abierta que estuviera manando  sangre. Finalmente borboteó tanto que me dijo el consejero del duque de Weimar, JP que no lo repitiera en octubre en Mácaros, porque ya había sido bastante.
-Pues reprodúcelo en Mácaros- guasap –que son unos 25 y al parecer echa humo- le insté.
-Uf, no podría.
Aunque  sobrevolé más alto con Foucault. 16 libros son muchos libros. Puede ser que a Mácaros/octubre vengan dos intelectuales  profesionales  de la Península. Les he ofrecido el complejo que está vacío.
En Santa Mónica mientras ibamos una tarde por  las tiendas más divertidas que he visto nunca, mi hija para provocarme me dijo que era un diletante. Pues no, yo soy un intelectual vasco de izquierdas.
En los andes
Por instagram vimos la fiesta en el pueblo de los Andes donde John había sido nombrado capitán y E acompañante  con  bandas con sus nombres; debe ser como la reina del carnaval y primera dama. Fue una experiencia única y trascendente, vienen a decir. Cuando XY me enseñó el video con ellos  haciendo tonterías, le dije están tocando “Despacito” la banda de música de la aldea andina. Después nos enteramos por las redes que E. consiguió que la banda tocara “despacito”. Me hinchó de orgullo y le  escribí felicitándolo.
Ahora  desde Chile en directo
¡Pues seguimos pasándolo bien, sí! Ahora mismo desde Valaparaíso o Valpo. De una decadencia lisboeta y similar encanto portuario y nostálgico. Y el viaje en coche una maravilla. Los valles vinícolas entre Santiago y Valpo son dulces y claramente híperproductivos. Parece el norte de California, pero en más verde.

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