El domingo llamó mi hijo. La organización para la que
trabaja, le ha dicho que este mes no
puede salir de EE.UU. Jesús, cómo está el panorama, ¿y tú carta verde? No me
libra. Bueno, tú al menos tienes país al que regresar (peor para él), los
sirios y afganos, no. Nosotros tenemos sirios y egipcios que no pueden volver,
los egipcios escaparon en la Primavera árabe por la Embajada americana. Han
estado con gente que se han visto con preeminentes: el jefe que ha hablado con Trump, y un amigo con su yerno
(Ivanka conexion) judío. Me asoma al mundo washingtoniano, es muy estimulante.
Mi sedentarismo de hibernación, se alteró con dos descensos
caminando a bibliotecas. Lo que hace mella en mi cuerpo a favor. No pensaba que
aún pudiera ocurrir con tan poco.
Pillé lo que buscaba, de escaso interés. Anteayer me
encontré, la vi, con una pobre de espíritu, cobarde, cretina, desleal que ha logrado
caminar erguida (físicamente hablando, no moralmente) de manera inopinada. No
sé qué pinta en las bibliotecas. Hay dos plagas que asolan el mundo: la gente cobarde y la
aburrida, que menos mal que suelen coincidir, en otro caso sería demasiada la
extensión.
He ascendido a la cota 600: Lemus. Mi último libro se halla con las
novedades de ensayo en el mostrador preeminente, no con la literatura canaria.
Y la verdad que luce lindo. Es una trilogía de fresa, nata y chocolate. Me ha gustado verlo en el lugar que le corresponde.
Gracias a mi conocimiento de publicaciones, he encontrado el
último Juaristi, sobre los grandes metarrelatos de mi generación, revocados:
estructuralismo, vanguardias estéticas y movimientos de liberación nacional,
algunos de cuyos representantes
convergen en el mismo barco en la huida de los nazis en 1941 desde
Marsella a América. Es un sabio, es realmente abrumador y opresivo todos los
conocimientos que exhibe, cada ramificación resulta inaugural de nuevos
continentes. No hay dato que se le hurte, si quisiera podría escribir lo
acaecido en el mundo, como en un cuento de Borges.
Me he comprado La
revolución rusa de Cristopher Hill. La mayoría me lo sé, pero me ha
interesado y también lo he empezado. He rendido homenaje a mi admirado Zvtevan
Todorov que ha muerto esta semana. Se llama Insumisos
y versa sobre la barbarie estalinista contra los literatos rusos, su
persecución vesánica.
El último, El arte y
la moral de Ramiro de Maeztu, el interesante pensador monárquico al que los
rojos asesinaron en 1936 por sus ideas en una de sus frecuentes “sacas”. Sacar
a presos de las cárceles republicanas para asesinarlos. Poner de ejemplo a la República
es indignante, el triunfo del Frente Popular hubiera hecho al franquismo parvulario. Tardé décadas en
llegar a esta previsión plenamente racional y contextualizada históricamente.
Es la literatura y pensamiento negado en España, empezando por mí, el de la
derecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario