El último Búho del año.
Balance político del 2016: http://www.radio4g.com/audio/el-buho-parte-i-balance-politico-del-ano-2016-18122016 …
Declive sindical. Con @_Lizundia: http://www.radio4g.com/audio/el-buho-parte-ii-el-declive-del-sindicalismo-18122016 …
De mi entrevista en el Búho, de la que sacaron algunas cosas
que dije, salieron en twitter. Las minorías selectas o críticas tienen para mí
muchísimo mayor peso que las mayorías de opiniones compactas –como he
descubierto ahora que las llamaba Freud-. Por tanto estar en un programa
nacional de análisis político de tanto relieve y participación de catedráticos
y especies similares, es muy gratificante. Tenía cosas que decir. Resulta todo
muy curioso: mi libro del Sáhara ya ha
salido de imprenta, me escribe la editorial, pero a la vez el de Las ruinas del sindicalismo sigue vivo. La presentación en la Real Sociedad Económica ha pasado de 200
entradas, lo que es una barbaridad. Hemos hecho en casa obras y reposiciones con tres
operarios, uno fanatizado por la cerveza. Los libros de jurisprudencia, los
códigos y libros del ramo han desparecido, no están, ya no existen, quedan en una pequeña
estantería a la entrada unos pocos porque los lomos de los tomos tienen
empaque, ornamentan. El antiguo despacho se une a la gran biblioteca,
y un cuerpo entero de la transmutada en acogida lo lleva el Sáhara, otro Canarias y otro
libros desarraigados sin familia ni hogar. Los expedientes, no imaginé cómo
pude llevar tantos, se han hecho trizas. Muy lamentablemente no se puede borrar
de golpe todo vestigio, pero sí quitarlo de la vista o casi. He bajado las
escalinatas, cubierto por una túnica blanca, del Ganges o el Jordán y pretendo
salir completamente purificado. En un mundo inclemente y yermo donde viví, fui
capaz de lograr la selección de los elementos de redención (algunos amigos,
proyectos e iniciativas culturales) y como colofón: la crítica racional absolutamente
novedosa, penetrante, sustancial (que le vamos hacer) que he realizado del
mundo en el que permanecí tantos años. Ayer mi columna de El Día se titulaba
Reforma laboral y pensamiento, y evidentemente no se habla del contenido de la misma. Para
eso hay gente muy preparada en el obrerismo: tanto en los sindicalistas como entre
sus intelectuales orgánicos laboralistas. Un grupo de estos (no insensibles a
verse en prensa), canarios, como cuento en mi libro, en el 2012 con la reforma laboral del ominoso
“¡Rajoy!” de presidente -pasaron por alto la de noviembre anterior de ZP-, decían con su nivel, experiencia, conocimientos y
capacidad intelectual que lo mejor era mejor que lo peor, y dejaron una ristra
de ajos con sus nombres para el devenir. ¡Cuánto me enriquecieron!
Pero como también he dicho, tengo el 13 de enero una comida
con mis amigos.
Como han quedado cosas en el tintero, mañana proseguiré ameno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario