sábado, abril 18, 2015

Un tipo interesantísimo


El lunes pasado cuando estábamos en Los Reunidos, se me acercó el presidente de una asociación cultural para presentarme  a un profesor de la Universidad de Granada que había conferenciado (últimamente siempre estoy haciendo neologismos, aunque éste ya lo había dicho Julián Marías; según mi hermano tengo igual mérito porque no lo conocía) en el Tea sobre Tel Aviv. El profesor viaja frecuentemente a Israel y sabe hebreo.
Alexander  - elige a sus amigos como un entomólogo alemán, aunque él es austríaco por parte de  padre-, que es miembro de nuestra asociación canaria de amistad con el pueblo israelí, propone dos conferencias sobre Israel, de padre e hijo. Nos convocamos en nuestro hotel el jueves pasado.
Llega el que yo creía el hijo que resulta  ser el padre. ¿Pero qué edad tienes? 51. También viaja todos los años a Israel, pero en lugar de a Tel-Aviv como el profesor de Granada lo hace a  Jerusalén.
Mi hermano le dice: “llevas la cruz gamada” –le cuelga del cuello una cruz. Le corrijo: “en todo caso sería la cruz de hierro (del ejército alemán)”. “Eso”, me responde, pero dice el aludido: “no, es la cruz de Malta”. Pensé  citar la de Caravaca, pero callé. No soy experto en cruces, bueno, quizá en cruce de caminos  como el asno de Buridán antes que de  Ignacio de Loyola camino de Tarrasa. Al decir de mi hermano en la reunión, toda la educación religiosa recibida me entraba por un oído y me salía por el otro. Se puso un par de veces farruquito. 
Nuestro hombre exhibe extraordinarios conocimientos, que da un  gusto inmenso oírle. Lo mismo de epigrafía  que historia de las  religiones, de la actual situación política, y del mundo antiguo en general. Acude a  una universidad de Jerusalén anualmente a estudiar textos bíblicos y lenguas antiguas. Su hijo es arqueólogo. No me extraña. Dice que su ciudad es Jerusalén, con lo que colma toda mi atención e interés. Ha citado Tokio. Se ve que no habla por hablar, que todo lo que dice de drusos, coptos, assessins (una secta Chií de la que se dice viene el nombre de hachís), hachemitas, ismaelitas…  revela conocimiento, y cita a Otto Rahn.
Tiene mucho contacto con los franciscanos que son los custodios de los santos lugares desde el siglo XII o XIII. ¿Desde las Cruzadas?-inquiero. “No, de justo después”, señala. Me entero, contra lo que yo creía, que la iglesia armenia sólo controla una pequeña parte del Santo Sepulcro, que visité. Los ortodoxos la parte de arriba, todo el resto los franciscanos. Habla de paules, dominicos,  por supuesto franciscanos, tiene mucha relación con  su superior, por supuesto  de palestinos… Es un fan de la ciudad vieja de Jerusalén, donde yo no aguantaría ni un atardecer ni una noche. El conocimiento de las  religiones me atrae mucho, pero estas me abruman, y en la ciudad vieja su gravitación es muy poderosa, y además están  todas.
 Conoce muchísimo.   No es partidario de hablar de la situación política porque habría que ser objetivos. En Hebrón, tumba de los patriarcas de Israel, los colonos (sus colonias) han cercado a los palestinos, y pasean con sus novias con el  fusil de asalto M-16 al hombro. Según una novela del escritor judío americano Philip Roth, la mayoría de colonos son norteamericanos, según nuestro amigo, eslavos. No habrá Israel duradero  sin un estado palestino, creo que lo pensamos todos.
No conoce el término jaredíes referido a los ultraortodoxos y no hablamos de los hassidim. Pero me descubre a los mitzrayim, judíos de Egipto, a los que también llaman alejandrinos.
Nos habla del mesianismo judío una rama que reconoce a Cristo como Mesías  pero que sigue el ritual judío, como la más primitiva comunidad judeocristiana. Hablamos de los concilios de Nicea y Constantinopla, que introduzco yo, para rebatir a mi hermano.
Nos  descubre que el talit con el que se cubren (o  descubren) los judíos para orar, según el color de los cordones refleja la procedencia o devoción específica.  Nos cuenta que los judíos nunca se fueron de Israel, que ininterrumpidamente siempre permaneció una comunidad israelita, y que se les reconoce también por el talit.
Está preparando un viaje muy barato, sería muy interesante estar con los franciscanos y visitar los santos lugares y regresar a Israel. Me entran unas ganas locas de volver a Jerusalén, Tierra Santa por primera vez y Eretz Israel.
Al salir le pregunto de qué es profesor (de universidad) y me dice que no es. ¿Quién  eres entonces?  (¿acaso el Mesías?). Trabajo para una empresa de seguridad internacional. Ha vivido en Tokio y en muchos países de Asía. Si fuera profesor, su personalidad apenas tendría interés, porque sería lo propio. Que tenga un trabajo muy  práctico y cosmopolita le da una proyección verdaderamente interesante, inusitada.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Avise del día y lugar de la conferencia.
Sal2, EDH