sábado, abril 04, 2015

Cuento la vida de Jesús

El padre de Juliane es dos meses más joven que yo, y ya está jubilado. Profesor de literatura  (clásicas) dedica en la Selva Negra  (Baden-Würtemberg), donde vive, 9 horas a la lectura diaria. Lo que yo no acumularé ni en toda la semana santa. Sigo siendo lector de fin de semana y así me va.

Ayer bajamos ella y yo a media mañana a la ciudad atlántica que mira al campo: los guachiches, y se vacía. Atravesamos el parque de los Cuchillitos de Ofra, (que como siempre está vacío, lo que no entiende Juliane) que es muy curioso y obra de renombrados arquitectos locales, y  algunos barrios, donde le he mostrado las apropiaciones (acotamiento expansionista con muro) de los vecinos de las esquinas de las antiguas barriadas obreras de casas unifamilares, duplicando la propiedad. Luego le he enseñado la cantidad de instalaciones deportivas que hay por los barrios de la zona que atravesamos, sin utilizar. Se ha quedado también de piedra.  Solo hay un campo en el barrio de  Somosierra donde juegan chicas sudamericanas al fútbol, con sus familias de público y sarao, los domingos, que vaya  si lo aprecian. ¿Algún doctorando sociólogo por ahí, sin tema?
Le comento que el español que más odia su propio territorio es el canario, por el napalm de la autoconstrucción y el desdén por el entorno. La alemana me ha contestado que seguro que sí. Me recorrí entera toda la Península el otro día, y no se ve nada parecido.
En el Atlántico nos hemos tomado el aperitivo: 3 cervezas y 2 vinos, y 2 cañas porque  estaba el Rapsoda.  Taxi.
Anteayer subimos a la cota 600, La Laguna. Las iglesias -no me acuerdo de los nombres: una al lado de Correos, la otra del convento al lado del ayuntamiento- estaban resplandecientes. Te entraban ganas de bautizarte  de tanta belleza, encanto, sublimidad que irradiaban. Pensaba: todo esto y el esquema urbanístico de la ciudad se trasplantó a  América; la plata repujada que cubre los retablos  en cambio  procede de allí.  El auge hostelero de la cota 600 parece querer competir con las 7 calles de Bilbao.
XY es religiosa, pero no de dogmas, doctrinas, prácticas e instituciones sino de religiosidad o espiritualidad, le encanta la plasticidad y la estética católicas, que son vías de acceso. Gusta entrar en las iglesias y recogerse 2 minutos. Yo en cambio estoy completamente mineralizado.
Juliane es protestante y aunque no es creyente respeta extraordinariamente el luteranismo, no así el catolicismo. Es interesante el desdén protestante hacía los católicos, es algo hondo y cultural. Le comento a XY que  es muy curioso el desprecio protestante al catolicismo, de gente que no pertenece culturalmente a un país católico por antonomasia, acostumbrados,  cómo no, a  la izquierda española anticlerical y zafia. Le he dicho antes  a Juliane: la izquierda más trabada y  cosida a la iglesia es la española, ninguna otra ha quemado iglesias, matado curas y monjas y  violado novicias como la izquierda española. Meapilas o quemaiglesias, no hay más.
-Tú te imaginas –prosigo- a Rosa Luxemburgo y a los espartaquistas  o incluso a los soviets de Munich del 1919, o al Frente Popular francés de 1936 quemando iglesias y asesinando curas… Sólo en España ¿Y crees que han pedido perdón o que a alguien se le ha ocurrido que se les pueda exigir? Nada, bueno mientras no lo repitan... De reivindicar la II República y la exclusión se han pasado a Podemos (directa o indirectamente por pactos) y la exclusión. No paran.
Vemos una procesión con las luces de la calle apagadas. No hay atisbo de devoción, no hay público, veo ventanas encendidas sin gente asomada. Han subido el televisor. Las tallas del paso parecen de goma, como las muñecas hinchables.
-          De dónde habrán sacado este paso  ¿de La Cuesta?- comento.
-          Ni te imaginas como son los de La Cuesta- me ataja XY
XY quiere visitar la Concepción, Juliane está del catolicismo hispano hasta el moño, aunque le gustaría que le gustase, lo que le pasaba a mi padre con un montón de cosas.
-          Te esperamos en el Venezia, a ver si están los marqueses de la cimitarra y la media luna celebrando por  adelantado el Ramadán.
  Pregunto a los del Venezia por los marqueses del color mostaza. No les conocen. “Pues viven aquí... cuando no están de viaje”.
El viernes santo me quedo en casa solo y veo un documental sobre Jesús de Nazaret con muchísimo interés.
Esta mañana se lo comento a XY con entusiasmo, y  le cuento entera la vida de Jesús.
-Pero no le dijiste a Juliane que detestabas la figura de Jesús y que eras partidario de la Iglesia como institución- me apostilla XY.
- Sí, pero eso fue antes de ver el documental, el jueves- corrijo






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