Siempre me ha sorprendido la relación de los judíos con su
dios.
Mi experiencia del catolicismo en el que fui formado, hace casi
ininteligible buena parte de la religión mosaica. Como si no hubiera
equivalencias y correspondencias, sino conceptos y contenidos distintos.
La religión más
básica y elemental me parece el Islam, todos sus conceptos y preceptos son
taxativos. Una religión tiene que ser muy rica y contundente en expectativas y promesas y el Islam gana
con diferencia, y además ata en corto con
toda su regulación pormenorizada de la vida cotidiana. Si alguien buscase imperiosamente una
religión, sería la recomendada. Todavía retiene la regulación del orden
temporal: la política. Hay siglos de distancia con el cristianismo.
El Dios más difícil e impenetrable es Yahvé. El viernes
compré varios libros, y el que me ha enganchado es un libro sobre Walter Benjamin de Gerschom Scholem, dos
filósofos judíos, el segundo el más insigne especialista en la cábala (la
mística judía), el primero marxista más que heterodoxo. La relación de los judíos con su Dios es muy problemática, casi una negación, el dios dudoso, deus absconditus, constrictivo y huido, que hasta su nombre es impronunciable, no se pude decir, le faltan las vocales, no tiene letras, es como una emanación a partir de un breve suspiro en la cima del Sinaí. El alef, la primera letra. Como dice el escritor judío Amos Oz, el pueblo elegido por dios no son los judíos, sino que estos han elegido a su dios.
Es un estudio constante, no sería una revelación ni predicación, porque es como si no estuviera y habría que buscarlo de continuo y comprenderlo. Isaac Luria y la cábala parten de un dios que autolimitándose crea la nada, huido ha dejado la materia y la corrupción, pero que mantiene la mayor amenaza de las concebibles: la eternidad.
Según Scholem y Benjamín el inquietante valor supremo de los judíos que es la justicia –los cristianos, sobre todo los católicos, el amor- es la voluntad de hacer del mundo el bien supremo. Lo que hace todo aún más ininteligible. ¿Cuál es la redención de los judíos: individual colectiva, real, figurada…? ¿Hay vida ultraterrenal….? ¿El culto a Dios es incondicional y con un lastre tan espiritual que se agota y realiza en él? Sería lo que correspondería al primer monoteísmo. A la piedad que por fin traspasa el mito, la mayor sumisión, digno de un dios justiciero y colérico como Zeus, pero muy lejano. Islam por cierto significa sumisión.
Los protestantes son los que han interiorizado a Dios de
verdad. Dios está en uno a través de la gracia. La lejanía de los judíos de
Dios ha resultado recíproca, a la postre.
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