Los dos primeros conceptos han ganado estima para mí con el
paso del tiempo –y mengua el tercero-, a pesar de su abstracción.
Los años de gobierno de Zapatero me resultaron los
más difíciles de llevar, más incluso que el franquismo, quizá debido a la
realidad contundente que este ofrecía. Uno respeta la fuerza aunque sea bruta,
lo que no se respeta es la quiromancia, la afectación, la cara pintada de
blanco y el huevo en la nariz, las ministras papagayos por la pasarela, la
alianza de civilizaciones, la memoria histórica y la gente normal que se sentía
conmovida y humanista por el bisabuelo muerto al que ni conoció. ¡Tanta virtud de apaño! ¡Nunca vi cosa
más idiota! Lo grave nunca son los nazis, sino quienes secundan a la ralea de ese
jaez. Aquí, salvando las distancias, el presidente más infame de todas las épocas fue un héroe (ya olvidado como la falsa
memoria).
Próximo el viaje a
Bilbao, mi hermano se ha sumergido en Unamuno y otras vasquedades.
Me pregunta como si fuéramos los Hermanos Pinzones a punto de embarcar
para Indias. Él es un renegado como lo soy yo. Cioran situó el mayor valor
ciudadano en la indolencia. Los peligrosos son los entusiastas, no los que se
levantan todas las mañanas sin ningún propósito. Estos no han traído nunca ninguna guerra ni revolución. Nosotros somos
las dos cosas: como “negados” indolentes, pero como “re” entusiastas. Un dato más: hoy he
enviado dos invitaciones de papel a mi ciudad, de las cuales una es a una
representación consular; me mandaron diez y me sobran ocho, he pensado que
igual podía mandar alguna más, pero la indolencia me vence. Todo está bien como
está.
No obstante, si hay algo de mi país que me gusta es la
fuerza que allí tiene la verdad, tal vez sea lo que lo defina, y es lo que le
digo yo a mi hermano. Allí todo es de verdad. Coincidí en el vuelo de mi último
viaje a Bilbao con un profesional del derecho, casi siempre coincido con
alguno. Me decía que había allí mucha
clase media, sí le decía yo, por supuesto; allí la clase media es tan de verdad como lo fue la aristocracia obrera
industrial, de verdad es la repostería,
el terrorismo, la oligarquía financiera; de verdad el nacionalismo, la
afabilidad, el constitucionalismo, el
enfrentamiento, la producción, la pujanza, el beber, el Athletic… Allí todo es
de verdad, son muy difíciles los sucedáneos.La verdad es al País Vasco lo que la realidad es a Ceuta e Israel.
2 comentarios:
NOS VEMOS EN BILBAO, LUÇIAN!!, PERO YO NO TENGO INVITACION, LLEGO JUEVES 13 H., ALOJAMIENTO HOTEL SILKEN INDAUTXU. NOS VEMOS SIN FALTA.
BESITOS.
R.W.
hoy en Termini te hemos mentado con interrogación ¿Te harías presencial, no...? estupendo. la comitiva va a otro hotel cerca del Ayuntamiento, pero da igual. Muchos besos
Publicar un comentario