viernes, septiembre 02, 2011

Los MAMOTRETOS y San Andres

Los  MAMOTRETOS de Dominique Perrault
La Biblioteca Nacional de Francia o Mamotreto


La salvaje y aniquiladora destrucción del entorno por la autoconstrucción

Como el Pueblo ni entiende de estética ni de arte, la estética  y el arte desaparecieron, como tampoco entiende de arquitectura también la arquitectura desapareció (del programa). Como con el Pueblo es realmente difícil (tirando a imposible) la conexión con la modernidad y el progreso, se volvió a verdades socio antropológicas caseras (en el programa), como se pudo ir  a la argumentación del nivel de la autoestima que implica hacerte una casa con los propias manos y el descanso que depara su terminación, pasando por alto la falta de civismo y conciencia social y gusto estético identificado con lo humano.
Gramsci  distinguía al intelectual orgánico de las organizaciones de masas desposeídas de ese estatus. Las asociaciones vecinales no fueron ni serían nunca los intelectuales orgánicos, reservados a ideales partidos políticos. Sus opiniones jamás rebasan la pancarta y la argumentación es imposible. Son proclives a emociones compartidas, y  a la cohesión sellada por el sudor. Barrios y ecologistas constituyen  dos fantásticos  arietes enfrentados radicalmente al progreso y la modernidad. Como dijo un poeta y urbanista, referido a las asociaciones vecinales, nadie más reaccionario y conservador que ellas, que esa reacción (de reaccionarios de libro) contra  toda innovación sobre órdenes caducos y cochambrosos, constituye una resistencia enfermiza, por  melancólica, a cualquier atisbo de modernidad y progreso, que  carece de  parangones. Una rebelión popular contra la contemporaneidad. Por cuanto se hace jactancia de un conservadurismo atávico, chusco, grasiento y difícil de entender -la modernidad es el gran factor de riesgo y ruptura mental-, lo que la hace exponente de lo más regresivo, retrógrado y reaccionario.


El mamotreto de San Andrés, el gran símbolo-
El mamotreto, sin acabar, simboliza el volumen, los  cimientos, la masa, el peso,  pilares y pilastras de la solidez granítica del PUEBLO para oponerse con rabia a la novedad, la modernidad, la belleza, la dignificación del paisaje y el entorno por  la mano del hombre. Es estimulante comprobar la desavenencia radical del Pueblo –de la civilización de la autoconstrucción, la carroña que carcome y devora el hábitat humano- con todo lo que suponga modernidad, innovación, progreso y dignificación estética, visual, funcional  del entorno y  la comunidad. Quizá los nuevos reaccionarios, conservadores agónicos, debieran convocar un concurso de ideas, tras liquidar a Dominique Perrault –que es otro símbolo, sus obras más que él, de las que muestro algunas, para imaginar un poco lo que suelen ser los acabados- sobre el sustituto del  mamotreto. Con qué gusto se refiere el Pueblo al Ma-mo-tre-to, siente  fluidos y humores en la boca al decirlo muy especiales y algo promiscuos.
Propongo como alternativa al Mamotreto un ámbito de autoconstrucción a nuestro dolce stylo salvaje y descarnado, o un parking sobre la misma tierra, el barro, las piedras que es lo que gusta (sin asfalto, pero con mucho 4x4) y es progresista. Esa la gran tradición popular por la que luchar progresista.  

1 comentario:

Gregory Apple dijo...

La culpa de las inundaciones en San Andrés la va a tener el mamotreto del mamarracho de Perrolt....