En Madrid se asientan todas las embajadas europeas, con sus agregadurías y consejeros, y suscripciones a casi toda la prensa española. Los principales periódicos europeos y del mundo tienen sus corresponsales en España, los contactos de todo orden, empresariales, universitarios, y el amplio conocimiento del idioma español, determinan que toda Europa sepa, la realidad idiomática española, mucho más en los niveles más altos. Por eso saben que nuestro ministro de asuntos exteriores les está mintiendo, cada vez que abre la boca. Si a pesar de esto, lo siguen haciendo es porque han logrado desprenderse de la súbita y traicionera capacidad de sonrojo, lapsus linguae y otras auto delaciones involuntarias e inoportunas. La falta absoluta de compromiso con la verdad, la veracidad, sinceridad, objetividad es de tal magnitud, interiorizada y extendida, que han perdido toda noción de vergüenza y decencia. Mienten cuando repiten como papagayos, letra por letra las frases exactas de cómo responder a los cuestionarios de prensa, como si fueran incapaces de argumentar por ellos mismos. Sin que ningún ministro o alto cargo se sienta humillado e infantilizado por hacerlo. Así como Europa no traga el trágala de los falsos idiomas cooficiales en España (en toda y de igual rango, ni que fuéramos Suiza), tampoco la anormalidad democrática, de la dependencia de un gobernante, carente de escrúpulos, del apoyo de un huido de la Justicia. La anomia en España no es cuestión de sectores marginales, sino de la cúspide del poder. Lo que hace posible todo tipo de quebrantos, dislates, paradojas, sin sentidos, embustes, engaños, al margen la corrupción bananera, que saltan a Europa con costumbre y naturalidad. Los idiomas derivados pasan por horas muy bajas, en cuanto a su uso social. Basta darse una vuelta por Bilbao.
Opinión | Reflexión
José María Lizundia 03 JUN 2025
https://www.eldia.es/opinion/2025/06/03/idioma-originario-derivados-oficiales-espana-118147072.html
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