Estas son tres mesas que ocupamos ayer en nuestra tertulia Mákaros. Hoy dolor de garganta no de cantar sino de gritar y gesticular, en trances napolitanos. Tenemos 4 Ana(s), todas de Derecho, porque las 4 se llaman Ana, claro que diversifican sus apellidos. Para dos Ana es la segunda vez y para Ana 3 y Ana 4 su primera vez. Es mucho más práctico para referirse a ellas utilizar los números cardinales que el apellidaje. Cuando llego está Ana 3 que me dice- yo a ti sí te conozco "compañero" y he leído algún artículo tuyo-.
Le corrijo de inmediato: ¡Excompañero!
En el decurso de la noche Ana 4 precisará -nunca se pasa a ser excompañero-
- eso te lo crees tú-
Los dos llevan pajarita, son del sector creyente en el corazón, mejor corazoncito, de los libros. Para ellos los libros son como acontecimientos bíblicos, pasajes de la vida de Jesús. Obran sucesos extraordinarios y sobrenaturales-
Por tanto aquí tenemos a la izquierda a "Pajarita de madera" (de madera palpada y comprobada) a modo de clériman y a la derecha esa rareza de Ex doctor Harris, a "Pajarita sobre fondo de camisa a cuadros de leñador de Oregon". Creo saber que persiguen: el asombro de los demás para facilitar su tarea.
No conciben nada sin sentido ni plenitud, todo ha de ser transitivo, adecuado a fin, enfocado a objeto, nada intransitivo, acontecer, pasar. Entran en crisis, "Sobre fondo de cuadros" se entregó a la bebida y a la súplica ¡un libro para la próxima tertulia, un libro, uno solo, uno...! Nadie le hacía caso
Yo también visto de leñador con la diferencia de que en lugar de comprarla en tienda de tejidos acosada por la crisis, la mía es de Georgetown barrio y debajo llevo una camiseta blanca estilo marine de la VII Flota US Navy, y así muestro coherencia tanto de estilo como de evocación de horizontes límpidos y marinos
A Pajarita de madera y Pajarita sobre fondo a cuadros, lo que les pasa es que ya nadie les lee los libros escogidos. Y eso va contra la razón de ser la tertulia. Ayer si "sobre fondo de cuadros" no vino 20 veces a intentar hablar del libro, no vino ninguna y cuando vio que no se le prestaba mucha atención, pasó de a libro muerto libro puesto, a decir que qué libro se iba a leer para la próxima vez; NINGUNO
La vez anterior "De madera" trajo a un sobrino con tres carreras que al parecer se las había bebido y fumado a la vez, al que se dio en llamar el filamentoso, pues con todo, en su estado de ofuscación y frases desordenadas logró a pesar de su habla inconexa que se eligiera para leer un libro sobre Galileo, yo me opuse frontalmente indicando que ese nombre era del bachillerato y que no pensaba retrotraerme
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