Ministro, judío alemán, asesinado si wikipedia no me contradice. Lo he mezclado con Landauer, ni ministro ni asesinado.
La primera conjura pero no la única son las comidas con
Rosita y Fer los sábados, ayer estuvimos en El Capricho, de mariscos. El
servicio merecedor de pelea de bar, ni libro de reclamaciones, directamente
boxing. El producto era bueno, pero ellos eran tan nocivos y malignos…, que lo
que acabo de escribir. Cada sábado pagará uno. El plan era comemos y nos vamos
a casa, que es lo que hacemos
aunque tras tomarnos gintonic en el
restaurante y en otro establecimiento.
La hija del intelectual y compañero del Che en Bolivia, Regis Debray
Hoy: Ayer ¿me emborraché? No sé tú, yo sí. Hay más conjuras
que solo revelaré cuando estén en marcha. Fer y yo la semana que viene nos ponemos
de viaje, pararemos en Cádiz en casa de Rouses y tomaremos pescado y marisco.
Hay un sitio fantástico de bonito de la almadraba que me llevó Rouses, no puedo
terminar el viaje sin pasar por Cádiz y
Sevilla (peregrinaje: allí conocí a XY).
Al final no voy al coloquio internacional de Smara en el Sáhara, ni presentaré el libro
allí, igual a alguno se le ocurre presentarlo. No voy básicamente porque es
desierto, infinitamente aburrido y encima
en diciembre días cortos y congelantes y encima no hay alcohol. No estoy
dispuesto al ascetismo ni tener mis momentos
de amigables charlas con cerveza o vino, no me interesa nada el té ni tomarlo
tumbado, no gracias. Lo ascético, rígido, lo adverso al mundo carnal, al hedonismo y los pequeños
placeres, la pureza dogmática no es algo mínimamente excitante. Hay que desconfiar
de sus adeptos.
Combatiente ante las hordas feministas. Un anuncio de la razón y la ciencia
En algún momento habrá que hablar del diálogo intercultural,
de lo que cada uno hace para acercarse al otro, no es actitud propiciatoria esperar cada uno en su
pequeña aldea que le rindan tributo, sino que hay que salir a
su encuentro. Y sobre todo hay que dejar de ser víctimas, sino iguales y
libres, ya hablaré sobre ello.
Cuando creo que conozco sobre Tánger, resulta que este autor del que leí una novela -comprada en Los Cristianos- que me gustó mucho pero que no la encuentro, vivió en Tánger muchos años, amigo de Paul Bowles
He tenido la contrapartida de que voy a colaborar en una revista del Sáhara marroquí, me interesa mucho esa vinculación, es un territorio
en el que estoy asentado intelectual y emocionalmente. Ya he escrito mi primera
colaboración para el número primero,
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