domingo, noviembre 25, 2018

Varias conjuras y libros por leer

Ministro, judío alemán, asesinado si wikipedia no me contradice. Lo he mezclado con Landauer, ni ministro ni asesinado.
La primera conjura pero no la única son las comidas con Rosita y Fer los sábados, ayer estuvimos en El Capricho, de mariscos. El servicio merecedor de pelea de bar, ni libro de reclamaciones, directamente boxing. El producto era bueno, pero ellos eran tan nocivos y malignos…, que lo que acabo de escribir. Cada sábado pagará uno. El plan era comemos y nos vamos a  casa, que es lo que hacemos aunque  tras tomarnos gintonic en el restaurante y en otro establecimiento.
La hija del intelectual y compañero del Che en Bolivia, Regis Debray 
Hoy: Ayer ¿me emborraché? No sé tú, yo sí. Hay más conjuras que solo revelaré cuando estén en marcha. Fer y yo la semana que viene nos ponemos de viaje, pararemos en Cádiz en casa de Rouses y tomaremos pescado y marisco. Hay un sitio fantástico de bonito de la almadraba que me llevó Rouses, no puedo terminar el  viaje sin pasar por Cádiz y Sevilla (peregrinaje: allí conocí a XY).
Al final no voy al coloquio internacional de  Smara en el Sáhara, ni presentaré el libro allí, igual a alguno se le ocurre presentarlo. No voy básicamente porque es desierto, infinitamente aburrido y  encima en diciembre días cortos y congelantes y encima no hay alcohol. No estoy dispuesto al ascetismo ni tener mis momentos  de amigables charlas con cerveza o vino, no me interesa nada el té ni tomarlo tumbado, no gracias. Lo ascético, rígido, lo adverso  al mundo carnal, al hedonismo y los pequeños placeres, la pureza dogmática no es algo mínimamente excitante. Hay que desconfiar de sus adeptos.
Combatiente ante las hordas feministas. Un anuncio de la razón y la ciencia
En algún momento habrá que hablar del diálogo intercultural, de lo que cada uno hace para acercarse al otro, no es actitud propiciatoria esperar cada uno en su pequeña aldea que le rindan tributo, sino que hay que  salir a su encuentro. Y sobre todo hay que dejar de ser víctimas, sino iguales y libres, ya hablaré  sobre ello.
Cuando creo que conozco sobre Tánger, resulta que este autor del que leí una novela -comprada en Los Cristianos- que me gustó mucho pero que no la encuentro, vivió en Tánger muchos años, amigo de Paul Bowles
He tenido la contrapartida de  que voy a  colaborar en una revista  del Sáhara marroquí,  me interesa mucho esa vinculación, es un territorio en el que estoy asentado intelectual y emocionalmente. Ya he escrito mi primera colaboración para el número primero,


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