Estoy invitado a otro encuentro internacional en el Sáhara, esta vez en el desierto: en Smara. Incluso puede ser strictu senso. Van dos en el mismo año. Es sobre literatura
árabe -hispano americana y van profesores, periodistas y escritores de
Hispanoamérica y árabes. Mi ponencia puede versar sobre lo planteado en mi
libro de viajes que se presentará al
final de las jornadas, en el que cito algunos escritores marroquíes y planteó otras cuestiones alrededor del
viaje. Ya ni refuto la sarta de mentiras de los polisarios y amigos españoles,
de suerte tan similar ignara y embustera toda esa subcultura izquierdista, populista, y separatista. Me
interesa un millón de veces más la cultura musulmana y magrebí, que tan poca
cosa polisaria.
Mi amiga colombiana co-organizadora me dice que tendré que
estar en Marruecos el 11 ó 12 de diciembre.
Termina el coloquio el 17. Si me voy con ellos a Casablanca, pregunta, pues sí,
le contestaré y de ahí iré a Andalucía. Tengo que mandar pasaporte y aeropuertos, aunque
parece que ya me han diseñado el viaje. Lo
de la ponencia me ha dejado traspuesto. Sin embargo me ha salido un primer párrafo muy decente. Tanto leer, que al final
se nota. Lo malo de las ponencias es que luego se publican y ahí quedan. Como
dice mi prologuista, gran profesor y experto en el Magreb, yo ni soy historiador
ni pretendo serlo. A mí me interesan los discursos, quienes los escriben, cuando
y que dicen, y ese ha sido mi empeño. Es
lo que se hacer, cual aspirante a moralista, ojo, en el sentido de los S XVII o XVIII, la filosofía moral y teoría política.
Además el encierro de varios días acabará con un “conversatorio” (colombianismo/peruanismo) con Bachir Edkhil (él y yo) y la presentación
de mi último libro que es de viajes y pensamiento o reflexión. En enero presentaré el libro en Las Palmas y
en ningún sitio en Tenerife, que el libro siga su curso, que de hecho siguen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario