domingo, septiembre 02, 2018

Un asueto aristocrático

Llama E el viernes a media tarde, que van para el aeropuerto.
-Pero si veníais el miércoles.
- Sí, pero  ahora nos vamos a Oslo
- A Oslo, a qué
-De viaje: Oslo, Bergen, algún fiordo, y el miércoles Tenerife
Y nos pegamos una hora de pláctica como con gaditania cuando toca.
Cuando llega XY le comento “que estos salen ahora para Oslo”.
- Cómo viven, pero es que no paran- 
También es que trabajan mucho y necesitan descansar, dicen todos. Yo trabajo tanto o parecido y no necesito descansar en absoluto. Vienen a una boda (¿habrán estado en 30 en continentes diversos?) el sábado en la ínsula, se inician por Noruega –de muy acusada latitud norte europea para dejarse caer después a la extrema sureña-  y el miércoles los cuatro nos vamos, les recogemos en el sur –no lo pienso ocultar- al gran resort de la isla, al magno. En Washington están incardinados en sitios  de cierta proyección.
Yo estoy desconcertado, los resort serían mi "no-yo" fichteano. No me gustan. Somos más de tabernas y bebedizos. Le digo a gaditania que  me moveré por Las Américas y volveré al resort nada más que para dormir, y se ríe. Se lo digo a XY, “no puedes hacerlo porque eso es muy caro y tienes de todo”. De todo lo que a mí no me gusta, precisemos. Hace ya años nos invitaron a un resort de esos, aunque inferior al máximo de ahora, teníamos Spa, de cuatro tres nos fuimos al bar del golf a tomar gin tonic. Una al spa.
Llevo una semana pensando en qué podré hacer, contando que desecharé todo lo que se pueda hacer como oferta suculenta. No sé si hay, qué habrá, pero yo nunca he ido a una sauna, no me han dado masajes, tampoco he estado en yacuzzis, he rechazado el spa.
Me dice E por teléfono: yo sí sé lo que voy hacer además intensamente: playa  (que es privé) y piscina. 
-¿Y yo? 
- Lo que quieras, vas a Las Américas.
Creíamos que eran dos noches, pero no, son tres, hasta el sábado cuando es la boda y el domingo se las piran.
Me imagino que amistaré con algunos camareros, con los huéspedes desde ahora digo que no. hace años Fer que es un navegante transoceánico  stricu senso, repitió en otro crucero matrimonial/familiar.
-Yo no lo aguantaría- le mancillo.
- Vaya que lo aguantarías. Me acordaba de ti, que ya habrías amistado con los camareros de la tercera cubierta con los de la segunda y demás.
-Hombre, pensándolo así, sí.
 Tampoco sé si haré lo que tanto me gustaba: nadar.
Si me llevaré el libro del viaje por el Sáhara, a unos pocos amigos les he mandado el borrador, de 3 nacionalidades. De Colombia me lo han diseccionado y atribuido todos los méritos que pretendía lograr.     Me gustaría ser youtuber, para emitir desde el templo resort, mostrar espacios, entrevistar a  camareros, leer a algún filósofo con desgana.



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