Mi hermano y profesor de secundaria, nuevamente a lomos de un velocípedo, esta vez con motor. Es un hombre aventurero y de acción, y un gigante del asfalto. Sonríe gustoso a la cámara, no es ya el caminante libresco y ausente, atolondrado. O solo parcialmente. Pero sigue siendo ocupante de mesas de bares, de gasto escatimado, a pesar de no tener que pagar universidades a sus hijos ni pensiones a ex de verdad.
Ahora es un docente feliz que solo piensa en ir a Berlín a poder decir Ich bin ein berliner
Sin considerar que también podría ir a echarse novia, o tener relaciones nupciales. Como nupcio de Su Santidad.
Cumpleaños de Belén. Suite los Reunidos. Parte de la pandilla, la nativa y la visitadora.
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