Absorbido por el Sáhara, mi libro Francisco Aguilar y Paz: el disidente de la vanguardia canaria,
quedó completamente orillado. Como es un libro para académicos lo mande a unos
cuantos profesores de literatura de las universidades canarias, sin acuses de
recibo. Son ideas muy novedosas que presentan a alguien (Aguilar y Paz) injustamente preterido
y sitúan a las vanguardias en otra época de historización, lejos de los
enfoques en boga de hace unas décadas, que quedaron fijados para siempre. He
pretendido con mi libro que hubiera otra visión distinta de las
vanguardias. Las creaciones, valores y
creencias de los protagonistas de las vanguardias se fueron con ellos, no así
el análisis crítico que se hizo, que cae en parte en el ajuste de cuentas con
el franquismo. Así como en una idealización de los movimientos estéticos, que a
ojos de hoy hay que relativizarlos y mucho, como inexorablemente en ideologías y prácticas
políticas.
Por todo eso mi libro incide en las vanguardias y en su
historiografía. Ofrezco un ángulo distinto, sin duda.
El catedrático de filología de la Complutense, escritor de
máximo relieve en Canarias, hijo predilecto de Las Palmas y socio de honor de
la Academia de la Lengua Canaria, Jorge Rodríguez Padrón me ha dado las mejores noticias que yo podía
recibir de mi libro. Cuando una Autoridad se manifiesta con tanto entusiasmo sobre él, es lo más que a uno le puede
satisfacer.
Me pone algo que ya me dijo mi hermano, que va a ser un ensayo
de referencia y que incluso a él (que conoció a sus protagonistas) le desvela ángulos y perspectivas no tenidas
en cuenta. Tras indicar que su lectura resultó muy placentera o algo así, me
insiste que está bien escrito. Otro valor que yo persigo.
Tanto del libro
último del Sáhara como de este de
Aguilar y Paz, no tenía ninguna duda de
que lo que aportaba era importante, que no eran estudios más, sino al revés. Dos grandes profesores me han dicho de los dos, cada uno de uno, que
además están muy bien escritos (por si alguien lo quiere leer: enemigos de
clase).
Jorge Rodríguez Padrón me ha enviado ese libro suyo de arriba, muy prometedor por lo que he
hojeado, que pasaré a devorar. Todo va bien. Let´s go.
Mel es el electricista que lleva dos días en casa. Me acaba de decir -parloteamos mucho- que era muy gracioso, le he añadido que también divertido y simpático, a lo que ha respondido: no seré yo quien lo niegue
Mel es el electricista que lleva dos días en casa. Me acaba de decir -parloteamos mucho- que era muy gracioso, le he añadido que también divertido y simpático, a lo que ha respondido: no seré yo quien lo niegue
No hay comentarios:
Publicar un comentario