Fuimos
en taxi hasta Valle Guerra. Como conozco muy poca isla, descubrí que está muy poblada. Comenté, ¿esto no os recuerda a las afueras de Los Ángeles? No lejos del mar estaba el jardín. J Sicilia es muy amigo de Fer, pero trabaja muchísimo
y ha criado a tres hijos. Vino hace unos meses a verme a Los Reunidos. Después
de tantos años sin vernos, como el primer día, igual que con ella, la francesa.
Siempre hubo mucho afecto y simpatía.
Conocí
a un exviconsejero (ex jefe de Fer), ingeniero y ex diputado del Congreso. Él y
su mujer (muy encantadora) son del PP, gente muy normal. Yo solo aspiró ya a la
sensatez y el sentido común, inmersos como estamos en el volcán político de
delirios escupidos con fuego y estruendo, hedor a azufre y la saturación de un ambiente que hierve.
Dijeron
que yo era abogado –menos mal que ahora prevalecen mis nuevas condiciones-, yo
dije que en absoluto, que lo fui, pero que ya no tengo nada que ver, y me
contesta ella, eso siempre se es. No es mi caso. Yo he sido mil veces más de
izquierda y también abertzale, ni se puede comparar, y ahora soy ex abertzale y
ex izquierdista. Si esos anclajes muchísimo más intensos -gracias a los cuales
soy ahora columnista por ejemplo-, por no recordar ninguno más, forman parte
del pasado, con mucho más motivo, abogado. No se puede comparar. En los dos casos el
tiempo que lo fui, lo era de manera ferviente, convencido, sin reservas
mentales, lo que no ocurría en absoluto con mi exprofesión salvo en ráfagas
de intentar que fuera algo natural. Solo
hay una semejanza, que es la salida, rebotado, de esas ciénagas.
Rosita
me ha prohibido viajar solo a Marruecos, según ella me pongo a hablar con la
gente sin límite, bebo, puedo ponerme a invitar y paso a ser presa fácil, como
en USA. ¿En USA qué hice? Cuando te dio
por aquel salvadoreño en un supermercado de San Francisco que te llegó a contar
que en un hotel de enfrente se acostaba de novio con su mujer, y no había manera que le dejases. Tú
y yo bebiendo perdemos los papeles. Contesto, yo en muy contadas ocasiones.
Tienes que ir con Fer. Pero si no
quiere. Sí, va ir contigo pero tenéis que ir más días. Vale, pero yo la semana
del 15 he quedado con mi pandilla de Cádiz.
Mi idea
era ir a Tánger desde Algeciras, quedarme en el hotel Rembrandt, ir a la noche
al mejor hotel (Minzah) en busca de
personajes, vividores, sablistas, náufragos, gente con biografía y al día
siguiente alquilar un coche y llegar a Alcazarquivir, límite del antiguo Protectorado
español, que es de lo que más leo y del Congo. ¿Por qué del Congo? pues por una
sencilla razón, porque son los libros de África que encuentro. Luego de regreso
pararía en Larache y visitaría las
tumbas de Juan Goytisolo y Jean Genet, dos escritores superiores y personajes transgresores, trasterrados,
trásfugas, excéntricos, periféricos. Literatura y vida. Luego Ashila.
Y Tánger. Fer no la conoce y allí iba su padre cuando fue interventor
del Protectorado
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